Uno de los mayores desafíos en el campo es aprovechar el uso de agua y aumentar la productividad, especialmente dado el aumento de la escasez de agua debido al cambio climático. Es por esta razón que en México han desarrollado una herramienta llamada lluvia sólida, que promete hidratar los cultivos sin necesidad de riego.

Lluvia sólida es un polvo granular a base de potasio degradable, no soluble y no tóxico que, al entrar en contacto con el agua, se expande y es capaz de absorber hasta 400 veces su peso en agua, dependiendo del tipo de suelo, calidad del agua, clima, planta, etc.

Esta herramienta se coloca en la raíz y la mantiene hidratada sin necesidad de riego o lluvia. Puede usarse para cualquier tipo de plantas, cultivos, árboles, jardines, etc. De esta manera, las plantas absorben la humedad según sus necesidades, asegurando un crecimiento estable y saludable, al mismo tiempo que se reducen las frecuencias de riego y aprovechando y optimizando el agua de lluvia. (Lea en CONtexto ganadero: 7 buenas prácticas para el manejo del agua en una finca ganadera)

Al estar en contacto con el agua, los iones acrilato de potasio, compuesto principal de la lluvia sólida, se liberan y actúan como una especie de imán que adhiere las moléculas del agua, lo que provoca que el líquido se granule formando esferas, con un aspecto similar al azúcar.

Leonardo Rico, creador y director de lluvia sólida, menciona para DW Español, que “al principio se buscaba una alternativa para cómo ahorrar agua en el riego agrícola. En otros sistemas de riego, el agua se sigue desperdiciando por evaporación e infiltración, por eso se buscó otra alternativa que se dio a través de un principio muy sencillo como es el pañal desechable”.

Lluvia sólida está compuesta por potasio, que nutre la tierra y permite atrapar mejor las moléculas de agua. Esta herramienta aumenta el rendimiento del cultivo, su germinación y supervivencia, ya que las raíces absorben el agua que necesitan y el polvo granulado puede tener un ciclo de vida de seis a ocho años.

Gracias a este invento, el ahorro de agua es significativo, variando entre el 70 y 90% dependiendo del tipo de cultivo y la cantidad de agua aplicada. Esto significa que, incluso dependiendo de las precipitaciones, el productor puede optimizar y aprovechar el agua de lluvia. (Lea en CONtexto ganadero: Métodos que pueden usar los ganaderos para recolectar agua)

Esto hace que la siembra sea mucho más eficiente, reduciendo el riesgo de pérdida por falta de agua y protegiendo los cultivos de la escasez. Además, un punto que menciona el creador es que con su utilización se ayuda a reducir la frecuencia de riego hasta en un 90%.

Además, gracias a esta herramienta, el productor puede tener una reducción de costos de producción, lo que va acompañado de un trabajo en pro del medio ambiente al cuidar el recurso hídrico, que es tan preciado hoy en día.