En el corazón de Gahanga, un sector del distrito de Kicukiro en Ruanda, un joven emprendedor llamado Didius Hategekimana ha revolucionado la manera en que se perciben los cuernos de vaca. A sus 34 años, Hategekimana ha construido un negocio único que convierte estos desechos en muebles y joyería, destacándose como un ejemplo de innovación, sostenibilidad y creatividad. (Lea en CONtexto ganadero: Una mirada al interior y exterior del cuerno bovino)
Su trayectoria fue recientemente presentada durante la exposición en Kigali, celebrada del 16 al 21 de enero, donde explica cómo su emprendimiento ha crecido y logrado reconocimiento tanto en el mercado local como en el internacional.
En 2020, Hategekimana identificó un problema común en las áreas rurales: los cuernos de vaca eran desechados sin ningún uso, contaminando el ambiente y atrayendo moscas. A diferencia de otras partes del animal que se aprovechaban completamente, los cuernos eran ignorados.
“Vi el potencial de los cuernos y me pregunté por qué no podían ser reutilizados, considerando que todo lo demás del animal se utilizaba, incluso las pezuñas en platos como la sopa de hojas de yuca”, expone Hategekimana en una entrevista para The New Times.
Este cuestionamiento lo llevó a investigar y descubrir que los cuernos podían transformarse en una amplia variedad de productos útiles. Con esta idea, comenzó creando piezas simples de joyería como aretes, y poco a poco fue perfeccionando su técnica hasta llegar a producir muebles únicos.
Hoy en día, Hategekimana fabrica mesas y sillas, integrando cuernos de vaca en sus diseños como elementos decorativos en las patas, creando piezas visualmente atractivas. “Incorporar los cuernos a los muebles no solo resalta su belleza, sino que también añade valor a algo que antes era considerado un desecho”, expone el empresario.
Además de atender el mercado local, sus productos han encontrado un lugar en el escenario internacional. Hategekimana exporta joyería como aretes, anillos y objetos decorativos a países como Francia y Estados Unidos.
Este empresario ha establecido una red como distribuidor principal de cuernos a fabricantes locales que producen artículos bajo la marca Made in Rwanda. Esto no solo crea empleo, sino que también demuestra cómo la economía circulas puede generar valor al convertir desechos en productos funcionales y estéticamente atractivos.
“Es increíblemente gratificante transformar algo que antes era considerado basura en artículos que son tanto hermosos como útiles”, expone el Hategekimana.
Gracias a su trabajo, este empresario ganó en la competencia ArtsConnect en la categoría de artes visuales, lo que le permitió exhibir su trabajo en el evento de Kigali. Además, su historia coincide con iniciativas más amplias como el Innovate for Cow Biohackathon, un programa lanzado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo Industrial (NIRDA).
Christian Sekomo Birame, director general de NIRDA, señala que este proyecto busca fomentar la innovación en la cadena de valor del ganado, abarcando áreas como cuero, medicina, cosmética, fertilizantes, alimento animal y artes creativas. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué se puede obtener del cuerno bovino?)