Cuatro meses después de perderla, ganadero en Alemania encontró su argolla de matrimonio donde menos lo esperaba: dentro de una de sus reses. La increíble historia plantea la pregunta de si es realmente posible que una joya pase por el sistema digestivo bovino sin causar daños.

Lo que parecía una simple jornada en la granja se convirtió en una anécdota que recorrería los titulares de Alemania.

Johannes Brandhuber, un joven ganadero de 32 años, residente en Baviera, perdió su anillo de matrimonio mientras atendía a sus 60 vacas en noviembre del año pasado.

Por más que buscó en el establo, incluso con detector de metales, la joya no apareció. (Lea en CONtexto ganadero: (VIDEO) Caso insólito: vaca cayó en una vivienda en Caldas)

“Pensé que lo había perdido para siempre. Fue muy frustrante”, aseguró Brandhuber al diario Passauer Neue Presse. Finalmente, resignado al destino, decidió reemplazarlo con una nueva sortija, convencido de que jamás volvería a ver el símbolo que había sellado su unión con Sophie en 2023.

El hallazgo menos esperado

La historia habría terminado allí si no fuera por la intervención de Arthur Rohzetzer, un carnicero de una pequeña localidad situada a unos 30 kilómetros de la granja de Brandhuber.

Durante el proceso de despiece de una vaca llamada “Herzal”, el carnicero encontró algo brillante y metálico entre los restos del contenido estomacal del animal.

“Estaba limpiando el estómago cuando lo vi. Al principio pensé que era basura, pero al enjuagarlo me di cuenta de que era un anillo”, relató Rohzetzer. La joya, aunque corroída por los ácidos digestivos, aún conservaba una forma reconocible y un rastro de inscripción.

¿Es posible?

Ante lo insólito del caso, CONtexto ganadero consultó al médico veterinario Jose Chirán, quien explicó que este tipo de situaciones, aunque poco comunes, sí pueden ocurrir.

“Desde que el cuerpo extraño no sea cortopunzante o tenga filo, no va a causarle daño al animal. En este caso, al tratarse de un anillo sin bordes afilados, es completamente plausible que haya permanecido en el estómago de la vaca sin mayores consecuencias”, afirmó Chirán.

El sistema digestivo de una vaca es complejo. Está compuesto por cuatro compartimentos: el rumen, el retículo, el omaso y el abomaso. El primero, el rumen, es una especie de gran depósito donde se acumulan los alimentos antes de pasar a los demás compartimentos. Este puede albergar hasta 60 kilos de contenido.

“En muchas ocasiones se han encontrado objetos como clavos, grapas o agujas que, al ser cortopunzantes, provocan infecciones graves o incluso la muerte del animal. Pero un objeto liso como un anillo puede permanecer allí durante meses sin causar problemas”, explicó el experto.