¿Ha escuchado sobre este restaurante?, ¿qué es lo que convierte a Don Julio en el número uno?, ¿qué secretos guarda su cocina?, y ¿quiénes son las mentes maestras detrás de este éxito?
Descubra las claves que han llevado a Don Julio a esta prestigiosa posición y por qué merece la pena hacer un viaje a Buenos Aires solo para degustar sus delicias. (Lea en CONtexto ganadero: Los 10 mejores restaurantes de carne del mundo)
En un informe realizado por Lucía Díaz Madurga para National Geographic, se explica que Don Julio Parrilla está situado en el barrio Palermo, en Buenos Aires. Su edificio de color vino, es un punto de referencia no solo en el barrio, sino en toda la ciudad.
Este restaurante atrae a amantes de la parrilla de todo el mundo que desean saborear las delicias que se cocinan sobre sus brasas, incluyendo una variedad de verduras y hortalizas de producción loca.
Don Julio comenzó como un humilde asador de barrio en un edificio del siglo XIX, pero ha evolucionado hasta convertirse en un referente de la ganadería regenerativa y la agricultura orgánica en Argentina. La parrilla, símbolo de la cultura gaucha, encuentra en Don Julio un lugar donde se honra su historia y tradición. En este restaurante, cada plato cuenta una historia de sostenibilidad, respeto por la tierra y una profunda conexión con las raíces argentinas.
Pablo Rivero, propietario y sommelier de Don Julio, junto con el chef Guido Tassi, conocido como el Maestro de la Carne, son los responsables de elevar la experiencia de la parrilla argentina a nuevas alturas.
Rivero, con su expertise en vinos, y Tassi, con su conocimiento profundo de la carnicería y el envejecimiento de la carne, forman una dupla imbatible que ha llevado a Don Julio al éxito internacional.
La importancia del producto local
Uno de los pilares de Don Julio es su compromiso con el producto local. Las carnes que se sirven provienen de animales criados en sus propias tierras a las afueras de la ciudad. Razas de bovinos como Aberdeen Angus y Hereford son criadas bajo estrictos principios de bienestar animal, cría sostenible y pastoreo natural. (Lea en CONtexto ganadero: El placer de comer carne)
Esta filosofía asegura que los animales viven en libertad y se alimentan de pasto natural, resultando en una carne de altísima calidad. Además, los vegetales y hortalizas que se sirven en el restaurante son cultivados en su propio huerto, garantizando frescura y sabor excepcionales.
La experiencia en Don Julio no está completa sin su impresionante oferta de vinos. Con una bodega subterránea que alberga más de 60.000 botellas, Don Julio ofrece una selección de vinos meticulosamente escogidos para completar cada corte de carne. Este maridaje perfecto realza los sabores y convierte cada comida en una experiencia inolvidable.
Esto quiere decir que Don Julio Parrilla no es solo un lugar para comer; es un viaje a través de la historia y la cultura argentina. Cada visita ofrece una inmersión en las tradiciones gauchas, la sostenibilidad y la pasión por la gastronomía.