El portal La Nueva España, señala que la vaca frisona llamada Vina Shortl Blanquita es propiedad de Tino Rodríguez, quien asegura que trata de la misma forma a todas sus vacas, teniendo en cuenta que Blanquita ha sabido destacar por encima de las demás. (Lea en CONtexto ganadero: Connie, la vaca con récord en producción total de leche)

Esta vaca ha pasado por nueve partos y ha producido más de 14.000 litros de leche, además de ser nombrada campeona de reserva de vacas adultas en un campeonato regional de España.

Un punto a destacar en toda esta historia es que de esta finca llamada Casa Viña, ubicada en Albandi en España, Blanquita no es la primera reina de esta ganadería, pues ya se han tenido otros nombres en el radar como Viña Jasper Cuca y Viña Tempo Alhambra.

El propietario Tino Rodríguez le explica al medio La Nueva España que “no es habitual que salgan vacas de estas características. Es importante la buena genética, pero que salga una res así es difícil”. Además, el productor comenta que esto se ha dado gracias a un “trabajo diario, la buena alimentación, la limpieza de sus camas, unas infraestructuras adecuadas para su descanso. Luchamos por tener buenas vacas y una buena estructura”.

Blanquita convive con otros 180 ejemplares en la Casa Viña. Esta empresa agropecuaria comenzó como una explotación familiar que se ha mantenido de generación en generación, pero fue desde hace 20 años cuando decidieron profesionalizarse.

Esta vaca frisona a sus 13 años puede presumir de ser la única en haber recibido la clasificación de siete veces excelentes en la región. (Lea en CONtexto ganadero: Récord: vaca produce 90 litros de leche en un día)

Blanquita presume de “tener buena pata, ubre y buen cuerpo”, dice Rodríguez, quien añade que estas son unas cifras envidiables en la ganadería.

En Casa Viña

Este productor detalla que el negocio agropecuario ha sufrido muchos cambios a lo largo del tiempo, pues “antes sobrevivían con pocas vacas, pero ahora necesitas un número mucho mayor si quieres tener rentabilidad”.

Esta rentabilidad de la que habla Rodríguez, también se consigue en esta empresa agropecuaria gracias a la producción de sus propios forrajes, lo que les permite reducir los costos en una época en el que el precio del concentrado se ha disparado.

En palabras de Rodríguez, “el precio del kilogramo de concentrado tiene que ser parejo al de la leche, si está por encima tenemos un problema”.