Durante los últimos años se han inventado cientos de avances tecnológicos enfocados en la agricultura. Esta vez, el turno es para el área de riego con este aparato que aprovecha toda la humedad del suelo y optimiza los cultivos.
Ismael Marinero explica en el portal El Español que la agricultura de precisión, basada en sensores inteligentes capaces de monitorizar todo tipo de valores relacionados con la salud y el crecimiento de las plantas, es clave para hacer frente a catástrofes como la persistente sequía que se sufre en varias regiones del mundo.
Por lo tanto, para maximizar la producción de los cultivos y reducir el consumo hídrico, expertos en química de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Rey Abdalá (KAUST) en Arabia Saudí, han desarrollado el prototipo de un innovador sensor más rápido y preciso gracias al uso de nuevos materiales.
Mohamed Eddaoudi, quien junto con Khaled Salama dirigieron la investigación, dice que “la gestión del riego puedo ayudar a mejorar la calidad de los cultivos, disminuir los costos agrícolas y preservar el agua”. Además, añade que “los sensores de humedad del suelo, muy sensibles y selectivos, ofrecen la posibilidad de mejorar el proceso de gestión del agua”. (Lea: Cuál es el sistema de riego que más le conviene)
Existen varios tipos de sensores, según el método que utilizan para medir la humedad. Los sensores volumétricos miden directamente el contenido de agua del suelo, los tensométricos analizan la tensión entre el agua y las partículas del suelo, y los de estado sólido, realizan el mismo trabajo a través de dos sonsas que crean una interacción eléctrica dentro del suelo.
Esto quiere decir que cuanta menos agua haya, menos resistencia eléctrica registran, pues la corriente puede pasar fácilmente a través de esta. Siendo el último, el tipo de sensor más común y económico, pero también el menos preciso.
Por lo que, para mejorarlos a todos, los estudiosos saudíes desarrollaron unos sensores de humedad inteligente en cuyo núcleo se encuentra una fina película metalorgánica (MOF) con una gran afinidad por el agua.
Los MOF son materiales sintéticos muy porosos que se utilizan, por ejemplo, para captar gases nocivos, cuya estructura interna en forma de jaula puede adaptarse para albergar moléculas pequeñas específicas como las del agua.
En este orden de ideas, el equipo de investigadores recubrió con MOF los microsensores de electrodos interdigitados, que pueden fabricarse mediane técnicas sencillas y económicas como la impresión por chorro de tinta o el grabado de láser. Esto quiere decir que, una vez introducido el sensor en el suelo húmedo, el aire del MOF es desplazado por el agua.
En El Español se dice que cada sensor recubierto con distintos materiales MOF se probó en varios tipos de suelos, tanto arcillosos como arenosos, que suelen presentar diferencias significativas en cuanto a su textura y su capacidad de retención del agua.
Salama, comenta que “en particular, el sensor de humedad del suelo recubierto con Cr-soc-MOF-1 mostró la mayor sensibilidad, de alrededor del 450% en suelos arcillosos, con un tiempo de respuesta de unos 500 segundos”. (Lea: Diseñan un manual de recomendaciones para optimizar la utilización del agua para riego)