El cierre de abono de la feria taurina de Cali con los toros de la ganadería Victorino Martín que hizo presencia por primera vez en el país, fue apoteósico y considerado el mejor encierre de la historia de la tauromaquia nacional que dejó como resultado 9 orejas, un rabo, 4 pedidos de indulto y 3 vueltas al ruedo.
Toros de gran bravura y toreros de experiencia consolidaron la mejor tarde de este arte sobre la arena.
La corrida se caracterizó por los toros bravos, serios y de gran encaste e incluso con recurrente pedido de indulto -de los 6 toros, 4 fueron sugeridos a indulto por el público- que no se hizo efectivo porque las reglas de dicha casa de lidia es no retornar los sementales y lo hace por principio o norma sanitaria.
La legendaria ganadería Victorino Martín estuvo por primera vez en Colombia y debutó en la plaza de Cañaveralejo con gran éxito por sus sementales de grandes condiciones. Fue un mano a mano entre el colombiano Luis Bolívar (Caleño) y el español Emilio De Justo.
Fueron 9 orejas que los matadores lograron con su experticia taurina. Luis Bolívar se llevó 4 y Emilio De Justo, 5, quien también logró en su segundo toro, un rabo, algo totalmente inusual en las temporadas taurinas del toreo a pie en el país.
Los toros de Victorino Martín mostraron gran encaste, fijeza y seriedad, además de ser quinqueños, mostraron grandes cualidades y flexibilidad pero sobre todo, sutileza ante el capote.
Los sementales humillaron tanto que se tragaban la arena de los ruedos con los muletazos suaves y bajos. De acuerdo con el ex torero Cesar Rincón, “estos toros son de tal fortaleza y fenotipo que nunca abrieron la boca durante los 5 cuartos que componen la faena tanto con el capote como con la muleta”.
Se caracterizaron los pases al natural y los sementales humillaron tanto por la izquierda como por la derecha.
Corridas limpias, sin toques, de gran temple por parte de los animales y de los matadores. Adicionalmente, de estocadas certeras y fulminantes en todo el punto de cruz de los animales.
Tanto Bolívar como De justo lidiaron 3 toros de la legendaria y conocida ganadería española. Se caracterizaron las series de verónicas, al redondo y pases al natural por los dos pitones.
De acuerdo con Cesar Rincón en sus comentarios de RCN radio, “fue una faena de un calado muy alto”.
Los cuatro primeros toros revelaron a través de sus cualidades diversas, la mejor faena vivida hasta la fecha en la historia taurina del país.
De no olvidar…
Hechos de resaltar la gran emoción del público y el temple y fijeza mostrado en el medio del ruedo en el enfrentamiento hombre -animal entre el matador Luis Bolívar y su segundo toro de nombre Hebijon con 520 kilos. ni toro ni torero se movieron de centro del ruedo.
El cierre de abono de Cañaveralejo fue una faena de gran transmisión, calidad y torería por ambos pitones.
Otro hecho de resaltar es el segundo Victorino lidiado por Emilio de Justo que salió partiendo plaza y se prendió de una en el vuelo de la muleta, lo que aprovechó el torero español con su flamante toreo por ambas manos. “Faena muy torera la del segundo toro de Emilio de Justo”, afirmó Rincón.
“Esta corrida reivindica el arte de torear en Colombia”, dijo Julián Parra, comentarista taurino.
Colombia es taurino
“Este país es taurino. Toro, torero y público, sobresalieron en esta apoteósica tarde. Es difícil que una ganadería cuaje 4 toros en una sola tarde”, dijo el ganadero Victorino Martín.
Los dos últimos toros rompieron el paradigma de las buenas hechuras. Fueron más altos y de mejor presentación corporal, pero distraídos por momentos. No permitieron el mismo espectáculo de los 4 primeros. No obstante, De Justo, en su último logró una oreja más -la 9 de la tarde-.
“Los toros eran más altos que sus hermanos de camada y eso les quitó flexibilidad”, afirmó Rincón.
El último ejemplar de la feria no concluía los muletazos. Se dobló de los cuartos traseros. Serie en redondos que obligaron al toro a avanzar. El toro no tuvo recorrido.
Tarde inolvidable e histórica la que vivió el arte taurino del país justo en el cierre de la 64 feria taurina en la monumental plaza de Cañaveralejo con los otros de la gran ganadería de Victorino Martín de España, que hizo su primera aparición y supo mostrar el gran trabajo realizado en su fenotipo y genética de sus animales. ¡Oleeee!