Para el presidente ejecutivo de la Federación Cololmbiana de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, trabajar en este aspecto será el camino a seguir para tener un país tranquilo, no sin antes tener en cuenta la necesidad de definir las políticas agropecuarias que aseguren el crecimiento del campo.
Lafaurie Rivera dijo que el gremio ha trabajado en la reconversión del sector pecuario para hacerlo más competitivo, sostenible ambientalmente, rentable y con alto potencial exportador.
“Tenemos para ello una gran oferta ambiental y una de las mayores capacidades hídricas del planeta. También disponibilidad de tierra en el trópico y, según la FAO, el 80 % de la producción ganadera se moverá hacia los trópicos, donde hay luz solar todo el año. Contamos además con litoral en los 2 grandes océanos y somos vecinos del paso estratégico de Panamá”, destacó Lafaurie Rivera. (Lea: Agroencuentros, propuesta innovadora para mejorar el sector rural)
El dirigente gremial manifestó que, en este trabajo por hacer de la ganadería un negocio creíble, se realizó un viaje a China, Corea y Japón para dar cuenta de las posibilidades que el sector cárnico del país tiene en estos países asiáticos.
“Aunque persiste la publicidad contra su consumo, lo cierto es que el mundo no come cuento, quiere comer carne y no tiene suficiente. Y ahí estamos nosotros, con enormes ventajas comparativas y la pregunta a flor de labio ¿Cómo convertirlas en competitividad efectiva para la producción de carne y leche? La respuesta es simple, y aunque está en todos los textos de administración, creo que se aprende más bien en la universidad de la vida. Pues superemos debilidades y neutralicemos amenazas, para utilizar mejor nuestras fortalezas en busca de las oportunidades. En otras palabras: aterricemos el sueño, que es lo que me propongo sin quitarle un ápice de optimismo a nuestro compromiso por alcanzarlo”, agregó el presidente ejecutivo de Fedegán.
Otro punto importante para Fedegán es el de la asociatividad y el fortalecimiento gremial. Lafaurie reconoció que la principal debilidad que el sector tiene es la forma cómo se organiza. (Lea: Ganadería y país)
“Nuestro reto, nuestra responsabilidad histórica es multiplicar todavía más la fuerza regional de la ganadería; es convocar a una base ganadera cada vez más amplia, que potencie la acción gremial y llene de mayores contenidos la gestión en beneficio de nuestras propias regiones y de la ganadería como un todo”, aseguró José Félix Lafaurie, quien añadió que de esta forma tanto la producción de carne como de leche aumentará, siempre y cuando sea de alta calidad para que la industria nacional no vea la necesidad de comprar ambos productos en el exterior.
“La seguridad jurídica, otra amenaza que se cierne sobre la reconversión ganadera”
Para el presidente de Fedegán, como hace 50 años, el país se enfrenta a una reforma agraria expropiatoria, la cual en tiempos pasados no contribuyó a disminuir la pobreza rural.
“Creemos en la afirmación reiterada del Gobierno, de respetar el derecho a la propiedad privada adquirida legalmente, pero lo malo es que también le creemos –y tenemos razones para hacerlo– a la amenazante posición expropiatoria de las Farc, que está detrás de la llamada Reforma Rural Integral. Van detrás de las 38 millones de hectáreas ganaderas. No les quepa duda que, para tal propósito, se echará mano de la extinción administrativa de dominio por incumplimiento de la función social y ecológica, y de la expropiación con indemnización por motivos de interés social o de utilidad pública. Es más fácil que seguir capoteando a peligrosos narcotraficantes y paramilitares, o a elegantes avivatos de cuello blanco”, afirmó el dirigente gremial. (Lea: Gobierno y Farc harán "evaluación fría" del proceso de paz)
Los retos
De acuerdo con Lafaurie Rivera, son 3 aspectos en los que el Gobierno Nacional, de la mano del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, deberá trabajar con Fedegán y los ganaderos del país.
El primero es la modernización de la ganadería mediante el establecimiento de sistemas silvopastoriles en cada rincón del país y el cual se considera un mecanismo rentable y sostenible ambiental y económicamente.
“Son, de lejos, el mejor instrumento de compensación por los daños ambientales de la gran industria extractiva”, indicó el presidente de Fedegán quien agregó que la restauración de 1 millón de hectáreas degradadas costaría $10 billones con sistemas convencionales, pero con el concurso de los ganaderos y el apoyo del Fondo de Compensación Ambiental para la financiación de un ICR del 40 %, apenas superaría los $2 billones.
El segundo es mejorar y aumentar los niveles de producción y calidad de la carne. El dirigente gremial explicó que si el sector hace lo que no ha sido posible en 15 años, después de los Conpes de 2005 y los de 2010, y de las leyes y decretos que no soportaron la presión de la informalidad, la ganadería puede garantizar exportaciones de carne de USD500 millones para 2015 y de USD1.000 millones para 2018. Para ello se necesita trabajar en la erradicación de la brucelosis bovina y contar con el Sistema de Vigilancia y Control de inocuidad. (Lea: Invima pasará a formar parte del MinComecio para buscar admisibilidad)
Y el último reto es quitarle a la ganadería de leche la amenaza del 'choque externo', teniendo en cuenta los precios internacionales. Asimismo acelerar el proceso de asociatividad.
“El campo y Colombia se merecen ese cambio fundamental. Queremos reiterar que los ganaderos no somos enemigos de la paz. Que la anhelamos más que cualquier otro colombiano, porque hemos sido víctimas de todas las violencias”, puntualizó el presidente de Fedegán.