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Foto: meridiano70.co

Es ideal que el productor realice un análisis de suelos para identificar la fertilidad del suelo y sus limitantes.

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Preparación del terreno para plantar en SSP

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

El establecimiento de los sistemas silvopastoriles es una labor no solo de cuidado, sino que requiere de toda la disposición y conocimiento por parte del productor. CONtexto ganadero le explica uno de los puntos clave.

En el manual ‘Sistemas silvopastoriles: alternativa sostenible’, elaborado por Agrosavia, se explica que la preparación del terreno implica algunos elementos que todo productor debe tener en cuenta, y lo ideal es seguir las recomendaciones propuestas por la Oficina Nacional Forestal (ONF) para un establecimiento exitoso. (Lea en CONtexto ganadero: La promesa de los sistemas silvopastoriles)

* Seleccionar el terreno: En el manual se expone que el productor debe tener en cuenta “ubicación y delimitación clara en terreno, límites, caminos, cursos de agua, áreas o sectores de protección, otras áreas productivas, infraestructura, ubicación geográfica, superficie, condiciones del suelo, condiciones climáticas, objetivos de manejo y cosecha, y posibilidades del propietario”.

Adicionalmente, es ideal que el productor realice un análisis de suelos para identificar la fertilidad del suelo y sus limitantes. Con base en esto, se podrá seleccionar el cultivo o especie que mejor se adapte a ese suelo y planificar una adecuada fertilización orgánica.

* Despejar el terreno: Es necesario limpiar la zona de siembra podando el exceso de vegetación que represente competencia para el crecimiento inicial de los árboles o arbustos, así como también se debe realizar plateo en el lugar donde se realizará el hoyo para la siembra.

  • Ahoyado: El productor debe preparar el suelo del lugar en donde se realizará la siembra mediante la formación de hoyos de una profundidad y ancho acorde con el tipo de plántula, que garantice suficiente tierra removida para facilitar el arraigo inicial de la planta.

Generalmente, se manejan dimensiones de hoyo de 40 x 40 x 40 cm, teniendo en cuenta que la tierra extraída se devuelve al hoyo en el momento de siembra, de la forma más suelta posible y libre de residuos como piedras.

Junto al ahoyado se puede realizar prácticas de fertilización y encalado para mejorar las características del sitio, así como dejar oxigenar un poco y evitar el encharcamiento.

* Siembra: De acuerdo con el manual, el productor debe ubicar “adecuadamente la plántula en el suelo. Es importante tener en cuenta que el árbol puede venir con cepellón o con raíz desnuda, por lo tanto, debe humedecer bien el cepellón para garantizar una reserva de agua”.

Es indispensable localizar el árbol en el centro del hoyo con la tierra removida e introducir el cepellón de la raíz solamente, lo cual es muy importante para impedir futuras pudriciones de tallo.

Luego se debe apretar suavemente con las manos y el pie la tierra que rodea la planta para evitar acumulación de aire en el suelo. Además, hay que revisar que el sitio de siembra no presente desnivel, para evitar pudrición por encharcamiento.

* Protección del árbol: Es fundamental esta protección de la plántula en las primeras etapas, especialmente por parte de los animales para que no causen daños mecánicos. Por esto, hay que protegerlos con mallas o alambres, además se deben realizar prácticas de plateo para evitar la competencia del árbol con otras herbáceas. (Lea en CONtexto ganadero: Según expertos, los SSP son la solución de la ganadería para reducción de gases)