Con una proporción adecuada y balanceada, estas sustancias serán el complemento perfecto en la dieta del animal generando una mejor y mayor productividad del predio.
Uno de los principales problemas que enfrentan los productores agropecuarios en sus hatos son las enfermedades metabólicas, muchas de las cuales son originadas por la alimentación, además del efecto estresante por la sobreexplotación de los animales y las altas exigencias productivas, las cuales provocan que el aporte nutricional sea insuficiente.
Frente a esta problemática, una correcta formulación de la ración del alimento suministrado al semoviente, así como una suplementación con minerales y vitaminas se hace indispensable para una mayor y óptima producción de leche. (Lea: Voces del mundo desmienten a Harvard, la leche sí es necesaria)
Mariano Restrepo, presidente de la Federación de Lecheros de Antioquia, Fedelán, explica que tanto los minerales como las vitaminas tienen una importancia sustancial en un hato lechero, no solo en la producción, sino también en la reproducción y en la prevención de enfermedades.
“En el tema reproductivo hay una trascendencia grandísima con estas dos sustancias, porque vaca que no crie, vaca que no es rentable. Con los minerales se pueden prevenir, por ejemplo, las cojeras que tanto afectan la actividad lechera. Por otro lado, en cuanto a las vitaminas, ayudan considerablemente en la producción del día a día”, añade Restrepo.
Por ejemplo, como lo explica el presidente de Fedelán, una vaca que es un animal que produce 2 o 3 veces al día, mantiene un trabajo constante en su glándula mamaria, por lo que necesita nutrirse muy bien para brindarle al ganadero el resultado que este espera.
“Vitaminas como el complejo B, que son componentes importantes de la sangre, son importantes en las vacas porque entran al organismo pero que se queman muy fácil. Es importante estarles suministrando a los semovientes estas sustancias no solo por medio de medicamentos, sino a través de los forrajes”, culmina Mariano Restrepo.
A su vez, Esperanza Polanía, coordinadora de Seguimiento Epidemiológico y Salud Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán-FNG, le dijo a este diario que el suministro de los nutrientes debe ser medido, pues la carencia o el exceso de vitaminas y minerales pueden afectar tanto a la vaca como a las crías. (Lea: La leche: un aliado indiscutible de huesos y dientes en todas las edades)
“Como todos los minerales van muy balanceados, cualquier descompensación les puede generar a las vacas más mal que bien, porque pueden tener una caída. Por ejemplo, hay minerales esenciales como el calcio, el magnesio y el fósforo que deben estar equilibrados, pero si la dieta se desbalancea podemos tener en nuestro hato unos problemas serios en el animal, como la vaca caída, la hipocalcemia, la hipomagnesemia”, agrega Polanía.
De igual forma, la funcionaria del gremio bovino es enfática al asegurar que los productores bovinos en cualquier región del país debe asesorarse muy bien al momento de implementar una dieta dentro de su predio.
“Es importante que la dieta de los bovinos sea formulada por un profesional y que se tengan en cuenta, dentro de la alimentación del semoviente, las fases de requerimiento del mismo”, asevera la coordinadora de Seguimiento Epidemiológico y Salud Animal.
Por su parte, Laura Camila Tarazona, veterinaria de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, UDCA, informa que una de las mejores dietas que se le puede suministrar al animal está basada en forrajes con buena cantidad de materia seca. (Lea: Consumir yogur a diario ayuda a mantener los niveles de calcio)
“De esta forma, la producción de leche se verá favorecida pues el semoviente recibirá el alimento necesario y balanceado, además de las vitaminas y aminoácidos como calcio, vitamina D y A, ácidos grasos esenciales e inmunoglobulinas”, acota Tarazona.
Sal mineralizada, clave para los ganaderos
La funcionaria del gremio bovino asegura que es importante que el productor ganadero les suministre a sus animales sales mineralizadas con microelementos, las cuales son necesarias para las terneras que en un futuro próximo serán el reemplazo de las vacas productoras.
“Se han visto casos en donde el ganadero no le presta atención a la crías, sabiendo que ellas serán las futuras vacas del hato. Por eso es importante que no es que le den a los semovientes sales blancas, sino mineralizadas, y que estén disponibles en los predios”, concluye Polanía. (Lea: Elección de sal para ganado: no es un asunto del azar)
De esta forma, y como conclusión, es importante que bajo períodos de estrés, enfermedad, mala nutrición o condiciones poco beneficiosas para la ingesta o absorción de estos nutrientes por parte de las vacas, como puede ser el pastoreo en zonas desfavorables, se administre un suplemento que proporcione los nutrientes mencionados, pues esto será de gran ayuda en la mejora y mantenimiento de la producción del ganado lechero a corto, mediano y largo plazo.