El éxito alcanzado en el mejoramiento genético de un hato, depende en un 80% de la selección del semental. Un trabajo arduo y meticuloso que puede generar grandes utilidades a los productores y una impronta de calidad en los animales, que perdurará por varias generaciones.
Toro puede llamarse a cualquier bovino con características propias de un macho. Pero aquellos reproductores genéticamente superiores y dignos de mantener sus rasgos y transmitirlos a un hato en crecimiento, son los que aportarán no solo los genes, sino además dividendos importantes en la producción de leche y carne de un predio ganadero..
Con esta idea, Juan Albarracín, ganadero santandereano con más de 25 años dedicado a esta actividad y un hato de cerca de 70 cabezas doble propósito, empezó a trabajar desde el año 2000 en la selección de toros puros y con soporte genético, una decisión que ha potencializado la raza de su hato y le ha permitido llegar a nuevos clientes. ‘Desde hace 3 años vendo gran parte de mi producción a Frescaleche y todo porque empecé desde hace más de una década a fijarme y asesorarme de expertos para la selección de los reproductores que preñaban mis vacas’, expresa.
‘Uno se imagina que este factor no tiene mayor importancia, pero al comprender que un alto porcentaje del valor de mis crías radica en la escogencia del semental, cambié de parecer, la inversión genera frutos y uno empieza a tener el aval de los que más saben, para participar en ferias ganaderas y llegar a nuevos clientes’, señala este productor que se ha asesorado de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Simmental, Simbrah, Asosimmental-Simbrah y la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán.
Para los conocedores del tema, la pureza en los genes de un reproductor es uno de los componentes principales para darle reputación y calidad a un hato. ‘Los ganaderos colombianos, que en su mayoría aplican la monta convencional, deben utilizar toros de genética pura, para evitar la dispersión de los genes y ser más efectivos en lo que se quiere producir: leche, carne o doble propósito’, señala Manuel Blanco Rincón, director ejecutivo de Asosimmental-Simbrah.
Además de esto, un buen reproductor empleado bajo el modelo de monta convencional, que según Blanco es el esquema más utilizado en Colombia, puede dejar, en un trabajo continuo de 4 a 6 años, más de 200 crías. ‘Es importante precisar que el ganadero puede identificar, solo hasta 3 años después, si la elección del semental fue acertada; y el tiempo es un tema costoso para los productores, asegura Blanco, de Asosimmental-Simbrah. (Lea aquí -Talleres de monta estacional llegan a diferenetes puntos del país-)
Pero entonces, ¿cómo identificar si la decisión será acertada? Lo primero es conociendo el origen de ese toro: si el padre tiene características de ‘mejorador’, de seguro el hijo también lo va a ser. Así mismo, que la madre sea representativa de la raza y se conozcan datos de producción de ésta, tanto en carne como en leche.
Por esto, Albarracín, ganadero de Santander, reconoce que los productores seleccionados no solo montan al ganado, sino que también son utilizados para extraer su semen y aplicarlo en la multiplicación de los genes a través de estrategias como inseminación artificial o monta estacional.’Estas técnicas, así como la inseminación a tiempo fijo, el amamantamiento restringido o la transferencia de embriones, ya son usadas en varias zonas del país, pero sin embargo el mejoramiento genético en Colombia aún tiene un camino largo por recorrer y un amplio campo de acción’, dice Manuel Blanco.
Otros factores que complementan el aporte del semental
Lo ideal en un hato ganadero es tener un toro reproductor por cada 15 o 20 vacas, pero los pequeños y medianos productores en Colombia tienen uno por cada 40, por lo que también es necesario tecnificar los esquemas de producción para lograr mayor rentabilidad. Así mismo, definir si la fertilidad del semental ayudará a la producción de carne, leche o doble propósito. (Acá -La monta estacional: un sistema de observación-)
Para Germán Augusto Gómez, director técnico de Asocebú, una vez definido el modelo productivo, la contextura del toro y de las vacas que va a preñar definirá en el futuro el peso, genotipo (conformación racial) y precocidad de las crías (madurez sexual en promedio a los 27 meses). ‘Con estos componentes unidos aumentará la rotación del hato, el ganado será funcional y se desplazará bien en cualquier temporada del año’, indica el funcionario de Asocebú.
De igual manera, la fertilidad es prioridad número uno, pues es 10 veces más importante que las demás características y va directamente relacionada con la rentabilidad que pueda generar el hato ganadero. ‘Siempre debemos priorizar la fertilidad de un toro y para ello se debe recibir asesoría y acompañamiento de expertos, quienes a través de una evaluación reproductiva procesan datos e identifican el desempeño del semental’, comenta Jorge Echeverry, médico veterinario de la Universidad Nacional y experto en genética.
Otro componente, que el responsable del 70% de los resultados genéticos de una ganadería, es el medio ambiente. Los ganaderos deben tener en cuenta el tipo de animal y la raza adecuada para las condiciones climáticas del hato. ‘No tiene sentido contar con un animal de alta fertilidad en un medio ambiental adverso, pues sus genes no van a ser capaces de expresar todo el potencial y el animal no va a trabajar igual. Nuestros criadores han aprendido esto a los golpes y ya es momento de dejar de equivocarnos’, asegura Echeverry.
Colombia con mucho por hacer en mejoramiento genético
Cabe destacar que nuestro país es líder en la selección y manejo de las razas Cebú y Brahaman. Por esto, especialistas, como Germán Gómez Serrano, de Asocebú, Colombia, dicen que en un escalafón de 1 a 5, Colombia ostentaría una calificación de 3.5, pues toda la gestión en materia recopilación de datos, evaluación reproductiva y controles lecheros hace que se estén llevando a cabo programas de élite y departamentos técnicos enfocados en el tema. ‘Con esto podremos entregar y recibir reproductores puros y hacer monitoreo a casos exitosos junto al Sena y Fedegán’, señala Gómez Serrano.
A su vez, Asosimmetal y Asonormando trabajan en el fortalecimiento de las bases de datos de productores, sementales y razas para documentar cruces y recoger nuevos datos que, según Asosimmental, permitan identificar las razas más eficientes y estar a la par con Japón, EEUU, Canadá y Europa en este aspecto. Todos los progresos e información recopilada serán expuestos en el 1er Congreso de Avances Genéticos organizado por Asosimmental-Simbrah y que se llevará a cabo del 19 al 28 de julio de este año.
Para Jorge Echeverry, el sector ganadero se encuentra en una coyuntura crítica, pues las condiciones comerciales son esencialmente distintas a las que teníamos hace 10 años. Los TLC han transformado el mercado y según él, hay que moverse mucho más rápido. ‘Los criadores deben entender que es importante informarse y documentarse para tener razas y cruces cada vez más apetecidas por las empresas’, indica.
Por último, la invitación de los expertos en genética y reproducción es a utilizar ejemplares nacionales en todas las razas y para todos los propósitos, pues así la producción nacional será más apetecida en otras latitudes y el sector se podrá fortalecer ante la entrada en rigor de los acuerdos comerciales que vienen. ‘La genética es algo que traspasa las fronteras y estoy seguro que los ejemplares que tenemos son iguales o incluso mejores en calidad que los que se ven en EE.UU, Canadá o Europa’, concluye Echeverry, de la Universidad Nacional.