Para lograr que el suelo se mantenga equilibrado, aireado y permeable y así poder mejorar sus condiciones, es de vital importancia realizar un análisis físico – químico, aplicar correcciones o enmiendas y lograr un balance de nutrientes. De acuerdo con Henry Mateus Echeverría, ingeniero agrólogo, especialista en pastos de trópico y asesor técnico, el suelo es uno de los factores más importantes en cualquier sistema de producción agropecuario, incluyendo el ganadero. “En el caso del sector pecuario, el suelo es el primer eslabón para poder tener una pradera en buenas condiciones y con los requerimientos necesarios para que al momento de que el animal la consuma sea de gran beneficio y se refleje en ganancia de carne o en producción de leche”, explicó. (Lea: 3 pasos que usted debe seguir para hacer correcciones de suelo) Las correcciones se deben realizar partiendo del tipo y de las necesidades que tenga el suelo. A continuación les presentamos algunas. Suelo arenoso Víctor Manuel Navajas Martínez, ingeniero agrónomo, master en suelos con énfasis en nutrición vegetal, y docente de la Universidad de la Paz en Barrancabermeja explicó que este tipo de suelos son muy pobres, pues son deficientes en nitrógeno, fosforo, potasio, calcio, magnesio, entre otros elementos bases. Indicó que como estos suelos tienen mucha dificultad para retener agua los pastos que crecen en ellos presentan muchas deficiencias, que se pueden observar a través de la hoja y la raíz. Darwin Jesús Ebratt, ingeniero agrónomo del proyecto de asistencia técnica integral al sector lechero de Santander del Fondo Nacional del Ganado, FNG, precisó que los suelos arenosos no tienen una buena capa de materia orgánica y son muy difíciles de mecanizar. La corrección de este tipo de suelo se realiza a través del aporte continuo de materia orgánica en forma de estiércol lo cual ayudará a aumentar la retención de agua y a mejorar el anclaje de la especie forrajera que se vaya a establecer. También se recomienda aplicar arcilla bentonita, y regar y abonar de manera constante para mantener la humedad. (Lea: La lista de pastos tolerantes a los diferentes tipos de suelos) Suelo arcilloso Navajas comentó que estos suelos tienen una estructura laminar, se encharcan fácilmente y se deben hacer drenajes, pero que desde el punto de vista de los nutrientes son mejores que los arenosos. El experto señaló que así como su nombre lo indica, estos terrenos tienen arcilla, que es el coloide del suelo y donde se da toda la actividad química. Anotó que a pesar de que son oscuros son deficientes en nitrógeno. En épocas de lluvia estas superficies se vuelven pegajosas y las partículas se expanden y tienden a endurecerse en tiempo cálidos, formando bolas y costras de tierras tan rígidas que impiden la germinación de las semillas. La corrección de este tipo de suelos se realiza aplicando calcio, magnesio y potasio que son bases fundamentales que colocan el orden y el balance en la tierra. También se recomienda aplicar arena de río o basalto volcánico que es muy rico en silicio. (Lea: Los ganaderos están llamados a evitar la contaminación de pastos) Ebratt detalló que el pasto humidicola y alemán se adaptan muy bien a esta clase de terrenos, que para poder acondicionarlos también se requiere una capa de materia orgánica y que es necesario que el suelo esté seco para poder realizar un arado de discos. Suelo ácido De acuerdo con el master en nutrición vegetal estos suelos están conformados por altas concentraciones de hidrógeno. Enfatizó que el exceso de acidez empobrece el humus, provoca un retraso en la vegetación e impide el crecimiento de las pasturas. Mateus Echeverría aseveró la utilización de correctivos tiene como objetivo realizar una corrección del pH (de la acidez o basicidad) y una disminución o neutralización del aluminio (o del sodio). Sostuvo que partiendo de los análisis químicos del laboratorio, se puede saber qué pH tiene el suelo. Si este es ácido es necesario aplicar ciertas enmiendas para corregir esa acidez, como la cal, que se debe usar según el tipo, la cantidad y el momento correcto. En cuanto a la corrección de estos tipos de terrenos es necesario aplicar una base para neutralizar la acidez. Como son deficientes en calcio, entonces por lo general se aplica cal dolomítica que tiene carbonato de calcio y de magnesio para que haya un equilibrio entre los elementos. (Lea: Analice el suelo de su finca a un precio cómodo y sin complicaciones) Suelo calizo El también docente afirmó que estos suelos tienen mucho calcio y que cuando hay mucha presencia de un elemento se empiezan a presentar inhibiciones de otras bases lo cual se debe entrar a controlar. “Cuando las plantas crecen en terrenos calizos muestran una coloración verde pálido o amarilla en la nervadura de las hojas y a medida que va aumentando la deficiencia se necrosan rápidamente”, expuso. Ciertas correcciones facilitan el crecimiento de plantas sensible a la cal, como por ejemplo haciendo aportes de compost, y agregando azufre, elemento que reduce la alcalinidad. Expertos recomiendan que antes de empezar a realizar cualquier tipo de corrección es necesario realizar una muestra de suelo para de esta manera poder conocer las deficiencias y luego definir los requerimientos de la superficie y de los pastos. (Lea: 10 pastos ideales para el ganado del trópico alto)