Oscar Pardo Barbosa es zootecnista de la Universidad Nacional y tiene una maestría con énfasis en nutrición de rumiantes. Su experiencia laboral lo ha llevado a trabajar en el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, en el área de producción de semillas y establecimiento de pastos, y en la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, en donde laboral actualmente, lugar en el que ha desempeñado diversos roles relacionados con las pasturas y la calidad nutricional de los pastos. (Lea: 10 pastos ideales para el ganado del trópico alto) Son más de 27 años trabajando en el tema de pastos, por lo que es considerado una de las personas que más conoce de la materia. CONtexto Ganadero habló con él y le hizo varios interrogantes para aprovechar su experiencia y brindarles a los productores recomendaciones que les permitan sortear de mejor manera la actual temporada climática, que se ha hecho más intensa por cuenta del fenómeno de El Niño. CONtexto Ganadero (CG): ¿Qué recomendaciones les daría a los productores para que cuiden los pastos? Oscar Pardo Barbosa (OPB): Yo le he venido diciendo a la mayoría de los ganaderos que deben aprender a manejar el pasto como un cultivo, ya que es la fuente más económica y el alimento básico de los bovinos. Ellos (el ganado) vienen programados genéticamente para buscar ese tipo de comida, a eso se le suma que es un autoservicio, los productores no tienen la necesidad de ponérselos en la punta de la lengua para que los aprovechen. Al referirme que los pastos deben verse como un cultivo, lo digo porque el ganadero debe adelantar una serie de fertilizaciones de establecimiento y de mantenimiento, que no son abundantes, pero tienen como objetivo reponer parte de los nutrientes que él (empresario) ha sacado como parte de la venta de la carne y leche. (Lea: Entre más variedad de pastos consuma el ganado mayor es su productividad) Esos nutrientes que están en el suelo, las plantas los convirtió en hojas; luego el bovino se lo comió y los transformó en carne y leche, deben devolvérsele a la tierra, por esa razón debemos manejar el pasto como un cultivo. Al no tener esa claridad, los productores enfrentan problemas como la incapacidad de asegurar el alimento para todos sus animales. También es importante ubicar especies forrajeras al interior de la finca, que tengan alto rendimiento energético por unidad de área, con el fin de almacenarlas y darles uso durante las épocas críticas. CG: ¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de mantener de forma adecuada los pastos? OPB: Lo más importante es tener en cuenta que los pastos deben manejarse en términos agronómicos y zootécnicos. En el primer aspecto se tiene en cuenta todo lo relacionado con las fertilizaciones de establecimiento, mantenimiento, limpieza de especies indeseables y algunas obras de adecuación de los terrenos. Ese tipo de actividades que le van a permitir al pasto expresar a su máxima la producción de forraje. (Lea: Oxigenar el suelo mejora la calidad del pasto que se da al ganado) En términos zootécnicos el productor debe entender muy bien el ajuste de la carga animal. Si no es consciente de que no puede tener la cantidad de ganado que desea sino la que permita la capacidad del pasto, va a tener que adelantar un ajuste de la carga. Ese análisis debe hacerlo de la mano de alguien experto que le va a decir si el manejo es el adecuado; si es muy superior, la idea es que empiece a sacar del predio aquellos animales que estén por debajo del promedio, que podrían llamarse no productivos. CG: En el caso de la Costa Caribe donde las condiciones han sido más extremas, ¿qué consejos les daría a los empresarios de la zona? OPB: En lo posible, el predio debe producir la mayoría del alimento que necesitan los animales. Traer ingredientes o elementos ajenos a la finca es contraproducente en términos económicos, porque es más costoso. Todas aquellas especies forrajeras que el ganadero pueda sembrar en la finca, llámese gramíneas asociadas con leguminosas, son bienvenidas. Hay estrategias de conservación de gramínea leguminosa para mejorar la oferta de nutrientes, es decir, mejorar la calidad del alimento que podría ofrecer al ganado. (Lea: Sin fertilización no hay forraje y sin pasto no hay producción de leche) Habría que evaluar algunas gramíneas como sorgo, milho, soya, fríjoles, mataratón o leucaena que podrían ser aportantes de nutrientes, especialmente de tipo proteico que le ayudarían a balancear la dieta. CG: ¿Qué subproductos se pueden suministrar al ganado en momentos en los que la oferta de pastos es escasa? OPB: Aquellos subproductos de molinería o de la agroindustria que tuviesen algún potencial o que se estén produciendo cerca de la finca, lo que abarataría los costos. Por ejemplo, la semilla de algodón. En algunas regiones de la Costa en donde se produzca y haya desmotadoras, este subproducto podría ser una opción para los ganaderos que estén cerca a esas áreas. CG: ¿Qué papel juegan las malezas y los árboles durante las temporadas críticas? OPB: Los árboles les dan confort a los animales, por eso es un componente importante. Hoy en día es un actor de primera línea en una finca, la idea no es llenar todo el predio de árboles, es ubicarlos en las praderas de forma estratégica que permitan dar sombrío. (Lea: Ganaderos podrán saber si hay pasturas tóxicas en sus predios) Ayuda también a proteger las especies herbáceas y las gramíneas, por lo que es un componente importante que los ganaderos no pueden dejar a un lado. Cabe aclarar la importancia de que se escojan árboles nativos adecuados para esas praderas. Mientras que en el caso de las malezas, no todas las especies que sean diferentes al pasto son malas. Muchas de ellas son leguminosas que están haciendo su aporte importante al pasto, suelo y animal; lo que el ganadero debe hacer es identificarlas, no todas son dañinas, e incluso debe adelantar acciones para que se mantengan dentro de la pradera.