Los sistemas de riego y drenaje son una necesidad latente, para un país que muestra una amplia vocación agrícola. Productores de todo el territorio nacional esperan una mayor inversión para que sus cultivos y forrajes no se vean afectados con los cambios climáticos.
Los sistemas de riego en el país han sido, desde el siglo XX, una parte fundamental del desarrollo agropecuario y rural. En la actualidad, el 90% de la superficie agrícola de Colombia es regada por medio de estos sistemas, de los cuales el 61% ha sido desarrollado y manejado por el sector privado según lo asegura un estudio de la Organización para la Alimentación y la Agricultura, FAO, el cual también afirma que entre 1991 y 1997 se invirtieron en el país cerca de USD$19’000.000 en el desarrollo de esta tecnología.
Colombia, debido a las constantes lluvias y a su fructífero suelo volcánico, se convierte en un país de condiciones favorables para cultivar una gran variedad de productos en sus diversas zonas, desde el trópico hasta las de climas templados. (Cundinamarca estrena nuevo distrito de riego).
Hoy en día, como consecuencia del verano que azota gran parte del país, los ganaderos y agricultores de las regiones buscan soluciones prácticas y eficientes para garantizar la supervivencia y calidad de sus reses y cultivos, una necesidad puntual, como explica Miltón Matta, gerente de Hidraco, una empresa dedicada al estudio, consultoría y asesoría enfocada en la instalación de sistemas de riego en el país.
“Los cultivos como la palma, los frutos y las hortalizas son los que más requieren estos sistemas. De igual forma, los cultivos realizados tanto en invernaderos como en campos abiertos, pueden utilizar sistemas de riego que podríamos separar en dos clases: los superficiales, donde el agua se aplica al terreno en la parte más alta y desde allí va corriendo hacía las más bajas, y el presurizado, que funciona con bombas para la presión atmosférica”, agrega Matta.
Ahorro de agua, un punto a considerar
Para una mejor práctica, explica Alberto Campo, de la empresa John Deere Water en Colombia, es necesario realizar un control más estricto del agua y no malgastarla, por ello es recomendable usar el sistema de goteo, el cual sólo deja puntos de salida del líquido sobre cada planta.
“Este sistema permite economizar agua, pues es un riego que ofrece el 95% más de eficiencia. Asimismo, dentro del grupo de los sistemas presurizados, el agricultor o el ganadero pueden encontrar modelos sofisticados que trabajan con tecnologías avanzadas, las cuales ayudan para que se acondicionen a cualquier campo y hato bovino”, agrega Campo.
Una inversión reflejada en el bolsillo
Son cuantiosas las ventajas de los sistemas de riego: desde el ahorro en los costos de la mano de obra, hasta la ayuda para tener una mayor cobertura, pasando por una mejor automatización y un control de los niveles de presión del agua. (Inversionistas de Israel interesados en distritos de riego para Tolima).
No obstante, acondicionar un sistema de riego no siempre tiene el mismo costo, este varía dependiendo la complejidad que necesite la zona donde se va a instalar, el cual puede necesitar cabeceras móviles, luces automatizadas o riegos que reaccionan de acuerdo al clima del lugar. Por ejemplo: uno de baja tecnología, podría estar costando $700.000 pesos por hectárea, mientras que uno importado, con un alto conjunto de tecnologías, oscila entre los $10 millones y los $15 millones.
Ganaderos, los más beneficiados con estas estructuras
A finales del año pasado, el Ministerio de Agricultura, en cabeza de Juan Camilo Restrepo, señaló que invertiría más de $180.000 millones en 100 pequeños distritos de riego en el país, para favorecer a los diferentes ganaderos que se han visto afectados por las fuertes sequías por culpa del verano. (Cómo mantener en buen estado al ganado durante esta época de verano).
Ante esto, Eudoro Bravo, director ejecutivo de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Nariño, Sagan, asegura que la carencia de estos recursos fue una de las principales razones por las cuales no hay pastos en los hatos bovinos y, por ende, la producción láctea y cárnica se ha disminuido notoriamente.
“Con esta inversión podremos obtener distritos de riego, que ayudarán a mitigar el impacto que los climas extremos han dejado en nuestros forrajes. De esta forma, los ganaderos de la región y del país, se verán bastante favorecidos”, agrega Bravo.
Por ahora, los ganaderos y agricultores de todo el país esperan la construcción de más distritos de riego en todo el territorio nacional para contar así con herramientas suficientes para enfrentar posibles sequías y continuar en la actividad sin que la productividad se vea afectada por los cambios climáticos.