Así lo asegura Juan Eduardo Bravo Reyes, docente investigador de la Universidad de la Salle y quien adelanta estudios de doctorado, quien se dio a la tarea de abordar el mundo de los seguros en el sector rural, el nivel de conocimiento de los empresarios agropecuarios de Cundinamarca sobre los subsidios del Gobierno para la compra de estos y la cantidad de riesgos a los que se enfrenta el pequeño empresario campesino. Entre sus conclusiones principales está el hecho de que en Colombia no cuenta con inspectores, ni ajustadores de riesgos agropecuarios, que los seguros del sector son excluyentes y que la inspección y ajuste de riesgos agropecuarios es el cuello de botella de las aseguradoras en este sector. Bravo Reyes realizó la investigación con los miembros de la PEFAC (Pequeños empresarios de familia agropecuarios en Cundinamarca) que agrupa habitantes de los Municipios de Tabio, Tenjo, Subachoque y Zipaquirá, con quienes trabajó durante 18 meses para determinar los riesgos que de manera directa afectan su producción e impiden el crecimiento y desarrollo empresarial. (Lea: Sector ganadero fue el que más accedió a recursos de crédito en 2015) CONtexto ganadero (CG): ¿En qué se fundamenta la problemática? Juan Eduardo Bravo (JEB): En el desconocimiento que tiene el sector asegurador y el Gobierno Nacional de los factores determinantes que permiten la administración y el aseguramiento de los riesgos en el sector agropecuario. Lo anterior empeora si se tienen en cuenta los mal logrados subsidios en la prima de seguros de los que pocos conocen. CG: ¿Considera entonces usted que los seguros agropecuarios en Colombia son excluyentes? JEB: Así es. En la actualidad están dirigidos a ciertos cultivos con preferencia al banano, café, maíz, sorgo, tabaco y papa, cultivos desarrollados por grandes empresas o ingenios, dejando por fuera a los pequeños empresarios de familia como posibles clientes de las aseguradoras. CG: ¿Qué responsabilidad le cabe a los pequeños agricultores? JEB: Por obvias razones los únicos que conocen los riesgos del sector son quienes padecen sus estragos, pero a pesar de conocer exactamente qué es lo que afecta sus procesos productivos, los pequeños empresarios de familia no trasladan sus riesgos a las aseguradoras. (Lea: Acceso al seguro agropecuario creció 45 %, según Finagro) CG: ¿Hay alguna ayuda de parte del Gobierno en este sentido? JEB: Los subsidios otorgados por el Gobierno Nacional para la compra de seguros agropecuarios son desconocidos por los empresarios, y de difícil recaudo para las aseguradoras que deben enfrentar un proceso dispendioso. No existen inspectores, ni ajustadores de riesgos agropecuarios con cubrimiento nacional que soporten la expedición técnica de contratos de seguros agropecuarios. CG: ¿A qué atribuye usted el desconocimiento y desinterés en el tema por parte de quienes conforman el sector rural? JEB: El desconocimiento que tiene el empresario de familia agropecuario sobre los seguros es una constante, así como el desinterés por conocer sobre el tema. Lo anterior permite concluir que los esfuerzos realizados por entidades como el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Finagro y Fasecolda han sido poco efectivos, además de mal enfocados. Basta con analizar una pequeña ‘cartilla’ que, aunque según sus creadores pretendía ser pedagógica, y que por por cuenta del diseño y tono terminó más dirigida a técnicos en seguros que a empresarios del campo colombiano. (Lea: Diálogos en La Habana frenaron acceso a crédito en 2015) Es interesante señalar que al validar el conocimiento de la cartilla por parte de los 468 empresarios del campo encuestados, ninguno manifestó conocerla. CG: ¿Es decir que realmente pocos llegan a tener la información? JEB: La oferta de productos de seguros agropecuarios es escasa y fundamentada en exclusiones. En muchos de las cláusulas las pólizas no incluyen las garantías y otras regulaciones que debe ser conocidas con precisión por el asegurado. CG: ¿Y qué tan completos son los productos ofrecidos? JEB: Las coberturas y amparos de los seguros agropecuarios se circunscriben con exclusividad a riesgos climáticos y geológicos, desconociendo otras dimensiones de los municipios como el macro entorno, la misma administración de riesgos, las implicaciones políticas, por supuesto los temas de seguridad nacional y los inherentes al proceso productivo. Los estudios sobre nuevos productos de seguros agropecuarios se centran en observar los eventos catastróficos. CG: ¿Será que el sector representa un riesgo muy elevado para las compañías de seguro? JEB: Los resultados económicos del ramo agropecuario en las compañías de seguros no han sido catastróficos, lo que significa que si es un negocio atractivo para las aseguradoras. (Lea: MinAgricultura actualiza la definición de pequeño productor) CG: ¿Cuál sería su recomendación? JEB: Los modelos de aseguramiento exitosos involucran a instituciones públicas como privadas, tal es el caso del modelo español con Agroseguro, a través del cual el Gobierno busca en la ruralidad las necesidades de los productores agropecuarios y exige a las compañías de seguros el respaldo con bases técnicas justas y equilibradas. CG: Para terminar, ¿podría darnos los datos relacionados con su investigación? JEB: En total, la investigación contó con 468 pequeños empresarios de familia agropecuarios, más de 5.000 respuestas empleando el programa STATA (software estadístico creado en 1985 por StataCorp. que es utilizado principalmente por instituciones académicas y empresariales dedicadas a la investigación, especialmente en economía, sociología, ciencias políticas, biomedicina y epidemiología. De igual manera, se hicieron entrevistas en profundidad a expertos de entidades públicas y privadas involucradas en los procesos productivos agropecuarios de la región y la gestión de riesgos, usando el Método Delphi