Las grandes extensiones de terreno sometidas al sobrepastoreo de ganado causan deterioro y pérdida de la capacidad productiva del suelo. Por eso, frenar la degradación es un gran reto que implica cambios de políticas estatales y compromiso por parte de los productores para que la actividad pecuaria sea cada vez más amigable con el medio ambiente.
Este 2014 empezó mostrándole al mundo que es posible, una vez más, que la realidad supere a la ficción.
El frío proveniente del ártico se expandió en Canadá y EE.UU., bajando los termómetros hasta -46°. En Indianapolis, Minnesota, Dakota, Wisconsin e incluso Florida y Hawai se vivieron escenas que recordaron las premoniciones de la película ‘El día después de mañana’. Más de 140 millones de personas resultaron afectadas.
Por todo esto, las alarmas se prenden de nuevo en todo el planeta y cabe indagar en torno todo aquello que una actividad rural como la ganadería viene haciendo para mitigar los efectos del cambio climático y hacer que esta labor proteja y preserve los recursos naturales.
Según la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO (por sus siglas en inglés) el sector ganadero en el ámbito mundial representa el 40% de la producción agraria total y es la base de subsistencia de más de 1.000 millones de personas, por lo cual es el mayor usuario y administrador de los recursos rurales.
Asimismo, la entidad reveló en un reciente informe que las emisiones asociadas a las cadenas productivas de la ganadería representan el 14,5% de todas las emisiones de origen humano y, entre las principales fuentes se encuentran las producidas durante la digestión de las vacas (39%) y la descomposición del estiércol (10%). (Lea: Emisiones de gas de efecto invernadero en la gandería podrían caer 30%)
En este orden de ideas, según se menciona en el manual de ‘Servicios ambientales que provee los sistemas silvopastoriles’, publicado por impulsado por Fedegán-FNG en alianza con el Banco Mundial, Fondo Acción, The Nature Conservancy, TNC, y Cipav: “si bien la recuperación de la biodiversidad en los sistemas ganaderos, puede ser lenta, es urgente generar un cambio en los actuales sistemas de producción”.
Por esto, en Colombia, a través del programa Ganadería Colombiana Sostenible se vienen promoviendo desde hace 12 años los Sistemas Silvopastoriles, SSP, que permiten incrementar la biodiversidad biológica. Entre 2002 y 2008 se llevó a cabo el proyecto “Enfoques silvopastoriles integrados para el manejo de ecosistemas” que impulsó el cambio del uso de la tierra en fincas ganaderas a partir del establecimiento de SSP amigables con el planeta.
“Es evidente que la ganadería puede generar impactos ambientales reales, pero a través de este tipo de iniciativas tiene la oportunidad de convertirse en una plataforma generadora de bienes y servicios ambientales y aportar a contrarrestar y mitigar los efectos del cambio climático”, le dijo Andrés Zuluaga, coordinador general del programa Ganadería Colombiana Sostenible, a CONtexto Ganadero. (Lea: Una dieta balanceada para el ganado disminuye la contaminación)
Para la optimización de los sistemas ganaderos también se han dispuesto cercas vivas, árboles dispersos en potrero y sistemas silvopastoriles intensivos, lo cual ha permitido aumentar la cobertura vegetal de los predios y mejorar la conectividad entre los fragmentos de bosque. “El cambio en el uso del suelo en las fincas ha favorecido el establecimiento y recolonización de la fauna propia de esta región del planeta, lo cual se confirmó a través de una investigación hecha en aves, hormigas, escarabajos y plantas”, señala el manual de Servicios Ambientales.
El manejo del agua y la producción animal
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Alicante, en España, publicado en 2011 bajo el nombre Ganadería y cambio climático: una influencia recíproca
, el sector pecuario tiene un impacto notable en la calidad del agua, un recurso no renovable. La ganadería ejerce una fuerte presión sobre los recursos hídricos ya que el estiércol y residuos que se vierten sobre los ríos y fuentes de agua contaminan otros ecosistemas.
“Un aspecto que se debe tener en cuenta en la relación entre producción agropecuaria y recursos hídricos, lo cual se ha convertido en una fuerte competencia que crecerá en los próximos años como consecuencia del aumento en la población mundial y al descenso de la cantidad de agua en condiciones óptimas para el consumo humano”, señala la investigación escrita por Alberto Lorente Saiz, licenciado en Geografía.
Por esto, el proyecto de Ganadería Colombiana Sostenible contempla en su manual de Servicios Ambientales el mejoramiento de la regulación y calidad del agua. Ya que, como es bien conocido, los bosques desempeñan un papel fundamental en la preservación de suelos y regulación hídrica de cuencas. “Una vez el ganadero incorpora árboles, cercas vivas, bancos de forraje y humedales, se empieza a convertir en un agente de mitigación del cambio climático e incluso empieza a adaptarse al fenómeno en sí”, indica Andrés Zuluaga, de Fedegán. (Lea: Reino Unido donó 15 millones de libras esterlinas para la ganadería sostenible)
En este orden de ideas, el Proyecto de Ganadería Colombiana Sostenible apoyará en temas de asistencia técnica e implementación de sistemas silvopastoriles a 1.000 nuevos ganaderos que se suman a los 2.000 que ya reciben respaldo. A su vez, con los recursos donados por el Reino Unido, se trabajará de aquí a 2017.
Por último, en materia de producción animal la tecnología viene dando pasos importantes para ayudar a reducir el calentamiento global. Los gases que se emiten a la atmósfera los bovinos durante el proceso de producción ganadera han sido motivo de reiteradas controversias en los últimos años, por lo cual investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, en Argentina, han demostrado que es posible capturar el metano de las vacas, convertirlo en biocombustible y emplearlo para generar energía para poner a funcionar una nevera e incluso el motor de un carro. (Lea: La emisión de gases en la ganadería puede ser usada como fuente de energía renovable)
Esta solución al asunto, por demás curiosa, se podrá convertir en una nueva e increíble fuente de energía alternativa para uso doméstico. “Como los bovinos liberan gases de efecto invernadero a la atmósfera, proponemos una forma económica y práctica de capturar esas emisiones y utilizarlas como sustituto energético”, explica Guillermo Berra, coordinador de esta investigación y miembro del grupo de Fisiología Animal del INTA.