La agricultura de Colombia siempre ha tenido que trabajar en condiciones precarias. Campesinos de todas las regiones han luchado siempre por obtener más que atención, recursos que les permitan incrementar la productividad, pensar en tener condiciones y garantías para el desarrollo de su trabajo diario y en dignificar la importancia de lo que hacen. Los resultados han sido pobres y el futuro se vislumbra poco promisorio.
Aunque la economía colombiana ocupa el cuarto puesto en América Latina detrás de Argentina, México y Brasil, y el 28 a nivel global, y su sector financiero ha crecido un 6.7 % entre los años 2005-2010, los avances en el campo son inversamente proprocionales.
Un ejemplo claro de ello se evidenció el pasado mes de agosto, cuando multitudinarias marchas campesinas se tomaron las vías del país para exigir una política de Estado que resolviera la crisis que afecta al principal eslabón de la economía nacional. Las soluciones se plantearon, pero su avance es lento. (Lea: Sin inversión extranjera no habrá seguridad alimentaria en el agro)
Con esta situación surgen preguntas como ¿qué tan viable resulta invertir en el campo del país? Es buen momento para hacerlo teniendo en cuenta los Tratados de Libre Comercio que se han firmado? ¿La inseguridad que predomina en muchos rincores de Colombia podrá ser combatida por el Gobierno? ¿Logrará recuperarse el campo?
CONtexto Ganadero habló con distintos líderes de los principales gremios agropecuarios del país, con el fin de establecer qué necesita el campo colombiano para resarcir el camino hacia el futuro y saber qué es lo que busca el inversionista extranjero cuando considera la posibilidad de invertir.
Compra de materias primas y vías, primer paso
Para Henry Vanegas Angarita, presidente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas, Fenalce, es necesario hacer una inversión en el campo, pero es más importante tener una industrial ligada al sector primario del país.
“Colombia necesita esto para que a las industrias se les provea las materias primas que requieren, en lugar de que la industria esté pegada al comercio. Lo que se tiene que tener claro, es que la industria debe invertir en la producción primaria y asegurar materia prima a nivel local, regional y nacional”, asegura Vanegas Angarita.
Para Rafael Hernández Lozano, gerente general de la Federación nacional de arroceros, Fedearroz, los sectores productivos del país necesitan inversión en infraestructura vial para lograr comercializar sus productos agropecuarios. (Lea: Inicia debate por limitaciones a inversión extranjera en el campo)
“Además, específicamente en el sector arrocero, se necesita ayuda en maquinaria para la adecuación de tierras, porque lo que buscamos es que los arroceros tengan competitividad en la adecuación de sus predios, en utilización de maquinaria moderna para bajar costos de producción y en aumentar el rendimiento, de esa forma podremos competir con arroces de otros países”, sentenció Hernández Lozano.
En la misma línea, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, asegura que lo que el país necesita para mejorar la competitividad del sector son bienes públicos.
“En cualquier inversión que se haga en las diferentes regiones del país, la primera dificultad que tiene para hacerla rentable y competitiva es las vías: no se puede producir leche en las regiones colombianas, cuando no tiene cómo sacarlas o lo hace en condiciones precarias. Ahí hay claramente una externalidad del negocio, que vuelve ese negocio en no rentable”, agregó Lafaurie Rivera.
Asimismo, el líder del gremio bovino explicó que si el Estado hiciera lo que han hecho todos los Estados: abrir sus economías y tener un sistema vial capaz de generar competitividad, muy seguramente se requerirían menos subsidios y menos ayudas al productor.
“Además, en Colombia hay muy poca gestión de conocimiento, transferencia de tecnología y asistencia técnica. En consecuencia, los productores nuestros se encuentran en gran desventaja con cualquiera que tenga que competir; ahí hay una inversión directa que tiene que hacer el Estado a través de Colciencias, de Corpoica, del Sena, para que buena parte de esas tecnologías rueden rio abajo en los productores, sobre todo en los más pequeños”, aseveró el presidente ejecutivo de Fedegán.
Para Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, el problema del campo es más crítico que lo que se alcanza a sentir desde los medios de comunicación, pues la crisis radica en la falta de rentabilidad. (Lea: MinAgricultura debe brindarle una mayor inversión al campo: gremios)
“En Colombia nadie quiere invertir ni en leche, ni carne, ni palma, ni café, ni aguacate, ni en cultivos calientes y fríos. En este país nadie quiere incentivar el sector agrícola por una sola razón: no es rentable”, comunicó Mejía López.
Competitividad, clave para mejorar
De acuerdo con Leonardo Ariza Ramírez, presidente de la Federación Nacional de Productores de Panela, Fedepanela, el sector agropecuario, en especial el suyo, necesita ser cada vez más competitivo.
“La única manera de hacerlo es reduciendo los costos y siendo más productivos en el área campesina. Una de las propuestas es tener más producción de caña, eso lo hacemos con la tecnología que estamos implementando con Corpoica y con nuestros técnicos. Con esto, sumándole valor agregado y buscando maneras de exportación, seremos más sostenibles. De hecho, la inversión en el campo que involucre asociatividad empresarial, es la forma para salir adelante”, informó Ariza Ramírez.
Ángela Mora, economista y docente de negocios internacionales del Politécnico Grancolombiano, concuerda con el presidente de Fedepanela y explicó que la clave está en producir materiales que están fuera del país, para que la industria no los busque en el extranjero. (Lea: Hay déficit de financiamiento e inversión en el campo, según Lafaurie)
“Necesitamos que nuestros productos sean competitivos para que, de esta forma, las empresas que están en las diferentes regiones no busquen sus materias en otros países. Tenemos que cuidar nuestro agro y para ello se necesita apoyo del Estado”, manifestó Mora.
Inseguridad, freno para la inversión extranjera
El aumento de inseguridad en el país, sobre todo en el sector rural, ha conllevado a una serie de problemas sociales y económicos. Son muchas las empresas multinacionales que han dejado de invertir en el campo colombiano por los problemas de orden social que son noticia día a día.
José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, explicó que el tema de seguridad es un tema que estuvo despejado durante el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, pero hoy en día, el proceso de paz le ha dado un nuevo aire a una guerrilla que volvió a la extorsión, al secuestro y al atentado terrorista.
“La inversión extranjera, que tiene una multiplicidad de oportunidades para transformar, se ha ido a aquellos países donde al menos la seguridad física esté garantizada”, culminó Lafaurie Rivera.
Henry Vanegas Angarita, presidente de Fenalce, aseveró que es la inseguridad jurídica la que afecta a la inversión extranjera, pues en el país las reglas de juego para el sector agropecuario se están cambiando constantemente. (Lea: En vilo la inversión de $40 mil millones destinados a los paperos)
“Es una situación preocupante. Entra un ministro y cambia todo. No hay políticas de largo plazo. Necesitamos políticas de Estado serias. Se necesita una política y condiciones de apoyo a la producción nacional que le permitan al productor nacional invertir para crecer con el país”, concluyó Vanegas Angarita.
Para la economista Ángela Mora, la inseguridad que ha tenido el país desde hace décadas aún tiene rezagos, además, explica, el tema de la corrupción en Colombia no es desconocido y algunas empresas prefieren no invertir por tal motivo.
“Lo que necesitamos es analizar la política de inversiones y rehacerla y reestructurarla para que la industria ganadera y agrícola tenga unos lineamientos para que sea atractiva y posible para nosotros los colombianos”, apuntó Mora.
De esta forma, queda claro que el sector agropecuario del país y los campesinos que luchan día a día por mantener sus predios necesitan de políticas concretas por parte del Gobierno, para que en un futuro, ojalá no muy lejano, la productividad, admisibilidad y economía rural sea mejor.