Desde hace más de 30 años, Álvaro Aristizábal Mejía, ingeniero agrónomo zamorano y ganadero, ha impulsado la difusión de este sistema en las fincas de nuestro país, argumentando los beneficios para los productores y en general para todo el sector ganadero.
Aristizábal Mejía fue uno de los socios fundadores de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Doble Propósito (Asodoble) en mayo de 1991, en una época en que según reveló para CONtexto ganadero le “entró la fiebre por el doble propósito”.
Desde aquel entonces, el experto ha insistido en que el doble propósito no se refiere a un cruce de bovinos ni a una raza vacuna específica, sino a un sistema de manejo que involucra diferentes factores entre los que se encuentran el biotipo.
Antes que nada, la elección de este u otro sistema para dedicarse a la cría de ganados depende de la persona (sus conocimientos y disponibilidad de tiempo), el ecosistema de su predio y la vocación de este, así como su gusto personal por determinado tipo de bovinos.
En el artículo “Por qué escoger el sistema de Doble Propósito”, publicado en la revista Notas Ganaderas, añadió que el productor debe tener conciencia de la cantidad y calidad del forraje disponible, considerando que tanto la vaca como la cría tienen requerimientos propios.
Entre otras pautas, resaltó la importancia de una adecuada nutrición y del manejo de los animales, especialmente de la vaca y su cría para lograr los mejores resultados. (Crónica: Álvaro Aristizábal: toda una vida aprendiendo y enseñando sobre ganadería)
Razones para elegir el sistema doble propósito
Como añadió, “el negocio ganadero se basa en la reproducción, por lo que obtener el mayor número de crías destetadas es la meta”. Así pues, destacó que la cría con ordeño “que normalmente se llama ‘doble propósito’” tiene los siguientes beneficios:
- Con el amamantamiento restringido, se reducen los días abiertos.
- Se hace un mejor manejo post parto de vaca y cría.
- Se estimula a la cría, para que más temprano se inicie como rumiante, pudiendo hacerse un pre-destete a los 4 meses (120) días.
- Permite seleccionar vacas más productoras. que garantizando la nutrición de la cría, produzcan una cantidad razonable de leche.
- Por su manejo menos extensivo, se consigue suplementar las crías aprovechando su mejor conversión, con subproductos o forrajes producidos en la finca (y hasta los calostros).
- Al existir un pre-destete y una mayor actividad ruminal, se reduce el estrés al secado de la vaca.
- La producción de leche y cría, al compararlo con sistemas de cría sin ordeño, equivale en pesos, al valor de otra cría.
- El amansamiento reduce gastos en medicina, manejo y accidentes.
- Permite una mayor utilización de mano de obra.ç
- En sistemas rotacionales racionales, permite un mejor control de parásitos internos y externos.
Al conseguir mejor eficiencia reproductiva, se reducen los costos de las hembras de reemplazo y es posible diferir el valor de la vacada, en mayor número de partos, logrando un valor real de salvamento en los descartes. En los machos precocidad para la ceba.
De igual modo, permite rápidamente hacer cambios en el sistema y así ajustarse a los cambios del mercado lácteo. Por ejemplo, se puede vender únicamente la leche del segundo mes en adelante o del tercero, alimentando mejor las crías en busca de precocidad.
Al retirar del ordeño las vacas preñadas de menos de siete meses y usar esta proteína como sobrepasante en las crías, se mejoran los destetes. Luego se pueden suplementar las crías con productos de reemplazo y sacar mayor volumen de leche al mercado.
En otro artículo, publicado en Notas Ganaderas No. 18, contó que los Colombia recibió sus primeros bovinos de los españoles, que los empleaban para triple propósito: carne, leche y fuerza. (Lea: Cruce entre pardo suizo y cebuinos, ideal para el doble propósito)
Citando al profesor Dieter Plasse, quien afirmó que “siendo productoras de carne y leche, es desafortunado tratar de separar sus producciones”, argumentó que no se debería hacer esta división en las zonas tropicales, donde su alimentación debe estar basada en forrajes.
Posteriormente, en el número 24 de Notas ganaderas publicado en 2008, afirmó que hay varios ganaderos que se están pasando a este sistema tras confrontar los kilos de menos al destete (alrededor de 60) con los de litros de leche obtenidos en una lactancia (900).
“El Doble Propósito (sic) aporta más del 55 % de la leche producida en el país” y añadió que las crías macho terminan en las fincas especializadas en ceba, los cuales, a pesar de entrar con menos kilos, requieren menos tiempo de engorde que los provenientes de ganaderías de cría.
El zamorano recomendó aplicar silvopastoreo con manejo rotacional adecuado, biodiversidad de flora y fauna y un biotipo adecuado de bovino, lo que reduce el uso indiscriminado de insumos, la degradación de las praderas y déficit en la nutrición de los bovinos.
Este manejo debe ir acompañado a un mejoramiento genético basado en selección y/o cruzamientos, lo que permite “una sanidad estructural” por tener animales adaptados y funcionales. (Lea: Lanzan "Pasión por la ganadería", libro en homenaje a Álvaro Aristizábal).
“La eficiencia está determinada por la fertilidad, la adaptación y la funcionalidad, fortaleza en el Sistema en Doble Propósito y característica principal de las razas criollas”. En consecuencia, recomendó el uso de razas criollas, que están más acondicionadas a los climas nacionales.
“Siempre será más adecuado mejorar nuestros criollos y nuestras líneas de razas cebuinas adaptadas, utilizando con ellos los recursos tecnológicos de la zootecnia, como evaluación de sementales, transferencia de embriones y la inseminación artificial”, agregó.
Además, otra de las fortalezas del doble propósito es la facilidad de moverse según la oferta y demanda hacia carne o leche, argumentó el ingeniero agrónomo y ganadero ubicado en Bolívar. (Lea: Indicadores de productividad y eficiencia, claves del doble propósito)
Sistema doble propósito en Colombia
En otro texto, Aristizábal resaltó que en este sistema se aprovechan “todas las fortalezas de la zootecnia”, tales como el vigor híbrido, la corrección y/o complementación de características deseables, mejoramiento por selección y cruces, y mansedumbre de los animales.
Esta forma de producción también implica una mejor vigilancia de la cría y la vaca en sus primeros días, así como una selección más estricta de los toros, que no pueden tener una calificación inferior a 80 % en ninguna de sus características.
Además, “el país está en mora de utilizar masivamente el cruzamiento de razas, buscando dos objetivos básicos: complementar sus características deseables y hacer uso del vigor híbrido, el cual aumenta considerablemente la producción y más aún la reproducción”.
Así lo escribió para la revista Infortambo en 2011, junto con sus colegas Ricardo Botero Maya y Mario Donato Romero, enfatizando que “el ganado en el sistema doble propósito es más eficiente que en el sistema de cría”.
Esto sucede porque en el ecosistema tropical, la producción de leche no interfiere con la producción de carne, por lo cual se debe favorecer la musculatura, obteniendo un mejor novillo en menos tiempo y logrando producir carne de mejor terneza.
Finalmente, para Aristizábal, el desconocimiento de la influencia medioambiental y el entorno social, económico y cultural a la hora de implementar tecnologías foráneas ha conducido a “grandes fracasos”, por lo que exhorta a ganaderos y profesionales a creer en “lo nuestro”: “Nuestros sistemas de manejo ganadero, con pequeñas y económicas correcciones, encajan en estos propósitos”.