Quisimos hablar en esta oportunidad con Manuel José Bonett, exgeneral del Ejército colombiano y conocer su visión sobre el actual proceso de paz, el rumbo de las negociaciones y la participación de los militares en el mismo.
Afirmó que siempre ha apoyado el proceso de paz, cree que es una necesidad para Colombia; sin embargo, reiteró que no por ello traga entero y que no se puede tildar de enemigos de la paz a quienes manifiestan sus críticas.
Respaldó el hecho de que militares vayan a La Habana como parte de una comisión asesora de los negociadores del Gobierno, no a negociar con las Farc, y se mostró en total desacuerdo sobre la manera como se manejó el tema de las víctimas que viajaron a Cuba.
CONtexto ganadero (CG) ¿Cómo entender el afán del Gobierno por enviar a militares activos a dialogar con las Farc?
General (r) Manuel José Bonnet (GB): Yo creo que ahí lo que hay es un error de interpretación, cuando se dice dialogar con las Farc y ello se ha extendido a toda la opinión y que yo me la paso corrigiendo. Si hay una institución que Colombia cuida es el Ejército por lo que no ha gustado.
El ministro de Defensa dijo hace poco en una entrevista que los militares no son negociadores, no van a dialogar; ellos lo que son es una comisión asesora de nuestros negociadores. (Lea: “Nadie va a tener la foto de entrega de armas de Farc”: ‘Andrés París’)
Es bueno aclarar entonces que ellos no van a reunirse con las Farc, no van a negociar; que como dijeron el presidente y el ministro van en plan de asesora a la comisión. Yo le encuentro lógica a eso porque no hay nadie que sepa más sobre cómo hacer un desarme, dónde se concentra la gente y otras cosas, que los militares que conocemos el país; no podemos dejarle esa misión a los políticos, porque ellos no conocen el terreno.
Me parece una decisión lógica y acertada
CG: ¿Cree usted que se está gestando una división al interior de las Fuerzas Militares producto de esas negociaciones?
GB: Algunas personas analizan a las Fuerzas Militares de una manera muy distinta a lo que realmente somos.
Lógicamente que hoy somos una organización muy grande, con formas de pensar disímiles, habrá acuerdos y desacuerdos, como es natural, pero al interior todo funciona siguiendo las órdenes superiores. Si el Comando General aceptó esta misión y nombró la comisión, y la orden la dio el supremo comandante, entonces todo se aceptó y está bien.
Me parece que lo que falta es información y comunicación. Como el Gobierno poco se comunica con la Nación, no solo este, todos, no le habla y cuando lo hace es haciendo propaganda. Por eso pienso que a estas alturas hay mucha gente que no entiende ni siquiera el proceso de paz.
CG: Muchos hablan de una persecución contra quienes alzan su voz en contra del proceso, ¿usted considera que es cierto?
GB: Yo no he oído a funcionarios del Alto Gobierno alzando su voz, en Colombia nadie alza su voz, tampoco nadie renuncia; todo el mundo está muy acomodado en su puesto. (Columna: Las víctimas al estrado)
Mucha gente cree que yo critico a este Gobierno, pero se me hace tan exactamente igual a todos los anteriores que critico prácticamente es la historia colombiana; pero yo no he escuchado a nadie capaz de eso porque lo botan.
CG: Pero hay ejemplos de por ejemplo lo que pasa con quienes dicen algo contra la Fiscalía, el Congreso, los foros de víctimas…
GB: Es costumbre colombiana en el Gobierno no aceptar la oposición, costumbre muy vieja también. En el de Uribe tampoco se aceptaba, no lo hizo Pastrana durante sus diálogos en el Caguán; de tal manera que no gusta la crítica, por eso estamos viendo que hasta se criminaliza y tilda de enemigo de la paz a quien dice algo en ese sentido.
Por eso fue que en la pasada campaña la paz en lugar de ser un problema político pasó a ser un problema electoral. Fue lo peor que nos pudo haber pasado.
CG: ¿Qué opinión le merece el que a La Habana hayan ido víctimas de las Farc, pero también de otros actores?
GB: Yo he criticado eso públicamente. No estoy de acuerdo en como el Gobierno se dejó ‘meter los dedos en la boca’, me perdona la expresión; se dejó manipular de las Farc.
Los negociadores de las Farc han demostrado una mayor habilidad que los del Gobierno y eso sucede en casi todos los proceso de paz de la tierra en los que el bandido tiene toda la libertad de acción y el Gobierno debe cuidar las formas, por eso sucede siempre.
En este caso la guerrilla le impuso algo al Gobierno que jamás debió aceptar, por ejemplo que las víctimas fueran allá. Las recibieron con el himno de las Farc, algo que jamás se debió permitir.
Segundo estos señores son los que le están respondiendo al país, los que se quieren desmovilizar, los que lo necesitan por el acoso al que se ven sometidos y así y todo logran incluir víctimas del Estado. De cuando acá el Estado puede ser victimario, si responde por lo que sus agentes hagan; tenemos muchos funcionarios presos, juzgados por esos crímenes que han cometido.
Tercero, las víctimas de las AUC, cuando ellas no están en este proceso, ya lo tuvieron, mal o bien ya lo tuvieron, sus cabecillas fueron extraditadas. Entonces de dónde sacan que las Farc van a resolver el problemas de las víctimas del Estado o de las AUC, al final terminan desapareciendo las víctimas de las Farc, los principales victimarios de Colombia. (Lea: Cortocircuito en diálogos entre Gobierno y Farc en La Habana)
Con eso estoy en total desacuerdo, pidieron disculpas como si se tratara de haber pisado a una persona sin querer. Lograron minimizar sus crímenes y maximizar los del Estado y de las AUC.
CG: ¿Hubiera sido mejor esperar otro momento para las víctimas?
GB: Ese encuentro se debió haber dado al final del proceso, en un lugar público en el que ellos asumieran su responsabilidad, como se hizo en Sudáfrica. No creo que haberlas llevado allá a sufrir la prepotencia y arrogancia de hasta tener que escuchar el himno de las Farc haya sido lo más adecuado.
CG: ¿Le parece a usted que son la ONU y la Universidad Nacional las entidades idóneas para escoger esas víctimas que están viajando a La Habana?
GB: No, de ninguna manera. El Gobierno no ha debido desprenderse de la responsabilidad. Las propias víctimas han debido generar su representación.
¿Por qué la Universidad Nacional? ¿Qué tienen que ver con el proceso la sociología de la Universidad? La ONU menos. Eso debió hacerlo el Gobierno directamente.
En esto no tienen que ver nada las universidades y mucho menos la ONU. Los militares se quejaron por ejemplo de que en Barranquilla hubo mucha manipulación de la ONU
CG: Se ha puesto muy en entredicho la recién nombrada Comisión de Memoria Histórica ¿cómo ve usted su conformación?
GB: Ellos van a querer voltear la arepa como lo hicieron con las víctimas y van a buscar demostrar que todo es culpa del Gobierno y de sus instituciones.
Parece que ya hay una intención de que miembros de las academias militares, que son las más llamadas a participar, pueda ser parte del proceso. Parece también que hay una buena comunicación entre su director y el del centro superior de guerra.
Sin embargo, no nos podemos quedar en creencias y creo que ya se están dando los pasos para participar en la redacción de la memoria histórica; pero eso es para exponer los puntos de vista, no podemos permitir que como en otros países ha sucedido esto sea culpar al Gobierno y al Ejército, porque eso tiene mucho ‘sex appeal’ responsabilizar a las Fuerzas Militares y en eso el Ejército no puede caer, debe cuidarse.
CG: ¿Piensa que el Gobierno se está jugando todo su capital político con la paz y ha descuidado por ello a los demás sectores?
GB: Hay algo de verdad en eso. No sé si todo su capital político y en todo caso hay que tener en cuenta el resultado de las elecciones que fue muy cerrado, como debe ser en las democracias.
No se qué tanto capital esté arriesgando el presidente, no hay una medición ni nadie en Colombia capaz de hacerlo, pero sí creo que está arriesgando parte de su capital y condicionando su espacio de maniobra y su legado a este proceso de paz.
A Pastrana le pasó lo mismo en su momento con lo del Caguán y hoy en día todo el mundo se acuerda de eso. El proceso de paz no es tampoco todo lo que nos quieren dar a entender, al menos yo no lo creo, porque conozco al país. (Lea: Curiosidades de la “Comisión Histórica”)
Colombia tiene otros factores generadores de conflicto sumamente graves. En pleno proceso de paz el campo está en peligro, no está tranquilo, ni esperanzado. Los ganaderos del Huila me han contado que están muy mal, extorsionados y con el peligro inminente del secuestro, ni se diga el Caquetá; ojalá esta información le sirviera de algo al Gobierno. Yo creo que si hay desmovilización de las Farc la extorsión va a continuar.
Se le han entregado muchos esfuerzos y recursos al proceso de paz y la verdad es que el país está descuidado, no solo en el campo, también en la salud y la educación, estamos sacando el último lugar en todo.
CG: Las Farc calificaron hace poco al general Mendieta no como una víctima, sino como prisionero de guerra;’ Andrés París dijo que nadie tendría la foto de la entrega de armas y Santrich en varias oportunidades ha respondido con cinismo frente a preguntas de la prensa. ¿Están las Farc aprovechando este cuarto de hora o realmente piensan eso que dicen en los medios?
GB: El Gobierno no parece ser consciente del poder que tiene, no conoce el poder nacional, de pronto el ministro de Defensa; pero el Gobierno político lo ignora y se ha dejado intimidar por las Farc.
Lo que pasó con las víctimas es una demostración de que las Farc se le han montado al Gobierno.
Debido a lo que están haciendo varios medios, que le dan una exagerada presencia a las declaraciones de los guerrilleros, que además son diarias y en eso no veo yo diferencia alguna ya con lo que pasaba en el Caguán, Cuba les da espacio, les abre todas las puertas, les tiene sala de prensa. En el caso colombiano, la prensa está totalmente entregada.
Parece que los grandes medios no pertenecieran a los intereses que cuidamos, por eso ellos hablan con la prepotencia que los caracteriza. Lo que pasa es que el Gobierno no ha demostrado capacidad para apretarse el cinturón.
CG: ¿Cuál considera usted que debe ser el mecanismo para legitimar lo que se acuerde en La Habana?
GB: Tiene que ser un referendo. ¡Cuidado con la tal Constituyente, cuidado¡ Nos comen, a los dirigentes colombianos que no son capaces de manejar situaciones de crisis o situaciones de conflictos. (Columna: Los victimistas)
Debe ser un referendo de al menos 20 preguntas en el que los colombianos escojamos si o no. Que no nos vengan a considerar retardados mentales y piensen que no tenemos la capacidad de contestar un referendo, porque es lo que acostumbra el Gobierno.