Entre más pronto se realice el diagnóstico, más rápido se podrán tomar decisiones de manejo del hato en cuanto a la reproducción, si el animal no quedó preñado o a la alimentación, en caso de que lo esté. A través de esté análisis se puede evaluar la fertilidad. Se debe hacer de forma correcta para evitar eliminar vacas gestantes, o catalogar vacas vacías como preñadas. (Lea: Estrategias de detección de celo para ganado lechero) El diagnóstico se puede realizar mediante los siguientes métodos: Ausencia del celo Este período, en el que la vaca está lista para aparearse, puede durar de 6 a 30 horas y generalmente ocurre cada 21 días en promedio. Si el celo no se repite 21 días después del servicio, bien sea por monta natural o inseminación, se puede presumir que la vaca quedó preñada. (Lea: Fallas y aciertos de los ganaderos a la hora de detectar los celos bovinos) Palpación rectal Esta práctica se utiliza para detectar y diagnosticar preñeces 60 días después del servicio. La palpación también brinda información sobre estructuras y función ovárica y sirve para revisar vacas repetidoras e indagar sobre estados puerperales. Lo ideal es que las palpaciones se realicen cada 3 meses, es decir 4 veces al año, por supuesto con una asesoría de algún experto. (Lea: Estos son algunos tips para palpar gestaciones en bovinos) Progesterona en la leche Las pruebas de progesterona en la leche pueden ser útiles para monitorear la actividad de animales con problemas de reproducción. La progesterona en la leche debe estar a niveles bajos al momento de la monta o inseminación y alta 21 días luego del servicio si la vaca está preñada o a mitad de su ciclo estral. Crecimiento del feto Muchos ganadores no analizan la fertilidad de sus vacas y en algunos casos no les hacen seguimiento. Si bien este método de diagnostico es muy tardío, se debe tener claro que un embrión tiene su mayor índice de crecimiento en el último mes. (Lea: Conozca los síntomas y las etapas del parto de la vaca)