Interesantes apreciaciones sobre diversos temas de la vida nacional, hizo la ex ministra de Defensa y Comercio Exterior, como el fuero militar, la posición del sector agropecuario ante los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea, la seguridad, la justicia, y la política, entre otros.
¿Qué diagnóstico hace usted del actual proceso de paz de La Habana?
“Creo que empezamos este proceso extemporáneamente. Debió ser más adelante. Cuando se hubieran dado unos golpes adicionales desde el punto de vista militar y judicial a la guerrilla. Para Colombia es muy frustrante, ver que en este momento hay una competencia de funcionarios, viendo cuál puede ser más generoso en sus expresiones frente a un grupo que es terrorista. No se nos puede olvidar, por más que estén sentados hoy en una mesa, aparentemente con la intención de llegar a la paz, cuántos crímenes han cometido, cuántos delitos, crímenes de lesa humanidad. Ya tomada la decisión por el Gobierno, creo que las señales deben ser contundentes. Los colombianos queremos la paz. Pero no una paz claudicante, no a costa del estado de derecho, ni del sufrimiento del pueblo colombiano. Para que haya paz, debe haber justicia. Y esa justicia transicional exige que haya verdad, que haya justicia, que haya reparación. Y sobre todo, garantías a la sociedad de no repetición”.
¿Usted cómo ve a las Farc en relación con su expresión política actualmente?
“Yo no tengo ninguna duda, que en los años 2013 ó 2014, vamos a ver en su más pura expresión, el significado de utilizar una combinación de las distintas formas de lucha. Eso es lo que ha hecho esta izquierda radical en Colombia. Y allí vamos a ver una mano amigable, y aparentemente generosa con la paz, a través de la Marcha Patriótica, que no tengo dudas que es el brazo político de este grupo terrorista, y de lo que ha sido esa izquierda radical en Colombia. Con un agravante, estoy convencida de que esa Marcha Patriótica, va a ser la manera de poner en Colombia un enclave del famoso socialismo del siglo 21.
“Con Chávez o sin Chávez, hay toda una red que en América Latina ha venido instalando este modelo, y vemos que los resultados no pueden ser peores. En todos los países donde se ha venido desarrollando, vemos hoy populismo, retroceso económico, y en la democracia y en las libertades. Porque es un modelo que toma medidas represivas frente a la libertad de opinión, frente a los medios, el sector empresarial, frente a los que pensamos como yo, en la libertad económica. Pero también vamos a ver esa otra forma de lucha terrorista, vindicativa, violenta, haciendo en distintos lugares del país esa expresión de fuerza, y tratando de vendernos la idea de que esos ya nos son ellos, sino que son los otros, que no hagan parte de este proceso.
“Colombia debe tener firmeza y serenidad. Quienes creemos que el estado de derecho es la única garantía de paz para Colombia, tenemos también que tener el compromiso, de lograr que es Estado sea cada vez más legítimo, que la institucionalidad sea cada vez más creíble, que el compromiso del Estado no sea solamente la lucha militar contra los terroristas, sino que también haga la lucha social a favor de los ciudadanos. Un Estado que garantice seguridad económica, es decir empleos. Un Estado que garantice seguridad social, es decir mejores pensiones, inclusión para la gente más pobre.
“Porque en toda en esa combinación de luchas que vamos a ver, habrá esa presión de los grupos violentos a los ciudadanos a través de las extorsiones, que se están haciendo tanto contra el sector agropecuario, contra los comerciantes que no tienen unos ingresos muy altos y les están cobrando vacunas, en las zonas rurales y en las urbanas. Se requiere un Estado firme, que brinde seguridad integral”.
Qué piensa usted del fuero militar, que es un tema que está sobre el tapete…
“Yo soy partidaria del fuero militar. Aunque esto no sea muy político, ni muy popular, creo que el país hizo bien en aprobarlo. Pero también creo que tenemos un desafío y una obligación muy grande desde el manejo del Estado y también desde la Fuerza Pública, y es el compromiso de lograr que este fuero sea una garantía para nuestros militares. De que tienen una justicia especializada, que les va a dar la oportunidad de un debido proceso, toda la técnica desde el punto de vista de lo que es una operación militar debe tenerse en cuenta en los procesos penales contra los militares. Pero también ese fuero debe darle la garantía a la sociedad de que vamos a mejorar en el respeto a lo derechos humanos”.
¿Siente que hemos retrocedido en materia de seguridad?
“No tengo ninguna duda. En algunos lugares de Colombia, no en todos. Eso se observa también en las famosas vacunas, en las extorsiones. Creo que debemos seguir avanzando en la presencia militar y de policía, pero también en hacer mucho más efectiva la justicia, que es uno de los grandes lunares de los últimos meses. Hay ausencia de justicia, impunidad rampante, a tal punto que toda esta delincuencia no le teme a un proceso. Creo que este retroceso tenemos que frenarlo, y convocar otra vez a la ciudadanía.
“Creo que una de las cosas más importantes de la Seguridad Democrática, que desarrollamos con el presidente Uribe, y me siento orgullosa de haber sido su primera ministra de Defensa, porque participé en la conceptualización, en el diseño de la misma. Le dimos mucha importancia a la convocatoria de los ciudadanos, a través las redes de cooperantes, de los grupos que se apoyaban, y respaldaban la labor de la Fuerza Pública, dando información, ayudando a identificar dónde estaban los sitios más vulnerables de esos grupos al margen de la ley (guerrilla, autodefensas, bacrim, narcotraficantes…), que son realmente dañinos porque amenazan la seguridad y convivencia pacífica de los colombianos. Por eso es importante que de la mano con más justicia, con más Fuerza Pública, haya un liderazgo en cabeza del Estado para convocar a la ciudadanía, para tener más efectividad en el combate a los grupos ilegales”.
¿Se ha fracturado el “huevito” de la Seguridad Democrática? ¿Siente que las tropas están desmotivadas?
“Yo siento que en la Fuerza Pública por fortuna tenemos una de la grandes garantías de la democracia colombiana. Es obediente, respetuosa del poder civil. Ellos cumplen con sus órdenes, haciendo presencia en todas partes. Pero creo que el entusiasmo, la motivación, ese sentido realmente de estar cambiando las oportunidades para Colombia, creo que sí se ha lesionado mucho por haberse perdido durante tantos años, el fuero militar. Ese fue un lunar grave que hubo en el segundo gobierno del presidente Uribe, y que pasó durante los últimos 2 ministerios de Defensa de ese Gobierno, sin haberse dado las soluciones efectivas. Es que no olvidemos que quien es hoy es Presidente de la República, fue Ministro de Defensa durante 3 años, y ya lleva 2 como presidente. Es decir, 5 años en que se pudo implementar las acciones que se necesitaban. Lo mismo que el hoy ministro de Defensa, quien fue viceministro durante 3 años y medio, y lleva 2 y medio como Mindefensa.
“Ahora hay que reconocer, que este Gobierno sacó adelante esta reforma, contra viento y marea, con enfrentamientos con muchas organizaciones de la socieda civil y la comunidad internacional. Ahora la responsabilidad que tiene el Estado, es sacar adelante una Ley que desarrolle esa reforma constitucional del fuero militar, y que en ella haya todas las garantías para la sociedad colombiana. ¿Queremos una Fuerza Pública motivada? Sí. ¿Queremos una Fuerza Pública que se pueda defender jurídicamente y que cuente con una justicia especializada? Sí. ¿Queremos una Fuerza Pública violadora de los Derechos Humanos? No, sino que garantice los mismos”.
En su paso por el Ministerio de Comercio, se manejaron temas importantes como los primeros pasos hacia los TLC… ¿Qué piensa ahora que son algunos tan cuestionados, por el atraso del agro?
“Cuando fui ministra de Comercio en los 4 años del presidente Pastrana, creo que tuvimos el éxito de haber reestablecido una agenda internacional muy proactiva para el país. Lo puso otra vez en la agenda internacional, pero nunca tuvimos el afán de firmar TLC por firmar, sino construir una agenda de productividad de todo el sector productivo colombiano: las manofacturas, la ganadería, la agricultura, la avicultura. Todo lo que realmente este país ha producido en el pasado. Nuestra prioridad era el fortalecimiento del aparato productivo, para establecer después TLC con países con los que tuviéramos la certeza de tener una relación ganadora. Y creo que eso no ha sucedido hoy.
No está tan claro que los resultados que se vayan a tener de algunos países con los que se han establecido tratados, la relación sea ganadora. Creo que tiene cosas interesantes un tratado con Costa Rica, porque puede ser benéfico, con Japón, con Israel. Pero no tanto así el TLC con Estados Unidos o la Unión Europea. Creo que por estar con ese afán de firmar y firmar, hemos perjudicado algunos sectores muy vulnerables de la producción nacional agropecuaria. En los TLC con Estados Unidos y con la UE, se hubiera dejado algunos sectores en una nómina de muy largo plazo, y algunos excluidos. El sector lechero por ejemplo, no se puede poner a competir a Colombia con unos países con unas industrías lácteas desarrolladas y subsidiadas, donde llevamos la de perder”.