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juan david bernal gerente de ventas de yara

Foto: Cortesía

reportaje

(Entrevista) La urea no es el único nitrógeno que se puede usar en cultivos

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969


CONtexto ganadero entrevistó a Juan David Bernal, gerente comercial para Yara Colombia, sobre las perspectivas en materia de fertilizantes para 2023. A su juicio, si bien las materias primas en el mercado internacional han subido de precio por falta de oferta, la desinformación y el exceso de demanda también han motivado estas alzas.

Juan David Bernal lleva 14 años en Yara Colombia, una productora de fertilizantes colombiana, filial de la compañía noruega Yara International ASA. Actualmente es gerente de ventas para la zona centro del país, especializado en los cultivos de esta zona, así como en los cultivos que son transversales a todo el país.

«A nivel nacional trabajamos en cultivos que son transversales y que denominamos «key crops» o “cultivos clave” que son café, palma, pastos y papa. Estos 4 cultivos son muy importantes por las soluciones nutricionales que ofrecemos», precisó. (Lea: 5 tendencias que están transformando al agro en Colombia)

Específicamente en el caso de ganadería, se han aliado con los actores de cada zona para adelantar proyectos que beneficien a los productores pecuarios. Por ejemplo, en Antioquia trabajan con Colanta, Nestlé y otras pasteurizadoras para brindar soluciones a los forrajes que se siembran en lecherías especializadas. En diálogo con CONtexto ganadero, el funcionario amplió cómo son los proyectos de ganadería que apoya Yara en nuestro país.

«Con Nestlé estamos trabajando en sostenibilidad. Es un programa a nivel nacional con pilotos en Caquetá, en Cesar y en Antioquia. La necesidad es cómo generar más sostenibilidad en el medio ambiente con ganadería. Y buscan a Yara porque en nuestro portafolio hablamos de nitrógenos eficientes, no contaminación, de maximizar la productividad con un manejo sostenible del campo y con rentabilidad para el productor», precisó.


CONtexto ganadero (CG): ¿Qué tipo de soluciones ofrece Yara dentro de estos proyectos de ganadería sostenible o de lechería especializada?


Juan David Bernal (JDB): Nosotros desarrollamos los planes de fertilización desde el conocimiento del suelo. Tenemos un programa que se llama Análisis de suelos y monitoreo que tiene acceso a una página para el monitoreo satelital que toma fotos cada 5 días. Esto se hace en un laboratorio que tenemos en Pocklington (Inglaterra) que llamamos «Megalab» y hace más de 2500 análisis diarios de suelos para todo el mundo. Con un convenio con DHL enviamos las muestras de suelo o foliares, dependiendo del cultivo, a Pocklington y el equipo de Yara toma la información, hace una recomendación técnica y se le da acceso al agricultor. Entonces le entregamos el análisis de suelos con sus indicadores y por qué, le hacemos una recomendación de acuerdo a los indicadores y le damos acceso a la plataforma de imágenes satelitales.


CG: ¿Qué incluyen de manera general estas recomendaciones?


JDB: Cuando hacemos nuestra recomendación, no incluimos la urea. Este producto tiene el grado de nitrógeno más alto en la industria de fertilizantes. Se dice que es un fertilizante simple porque no tiene ni fósforo ni potasio, sino solamente nitrógeno. Este producto empieza siendo gas y luego se solidifica. Cuando lo utilizas en campo, expele un olor y se volatiliza. Las pérdidas pueden estar entre un 30 y un 70 %, se van al medio ambiente y terminan contaminando. (Lea: Con 'Mujeres en Agronomía' se busca aumentar el desarrollo profesional femenino en el campo)

Dado que para Yara el compromiso es la sostenibilidad y un agro rentable, recomendamos productos que no tengan ese nivel de volatilidad, o sea que no sean a base de urea necesariamente. Por eso tenemos productos que pueden tener 21 % o 27 % de nitrógeno, pero que no se volatilizan. En cambio, si tienes uno de 46 % y se volatiliza en un 50 %, queda en 23. Esto lo explicamos a los agricultores, es decir, previo a los análisis, les aconsejamos qué productos usar, la manera de sustituir los productos a base de urea por otros con nitrógenos eficientes que no contaminan. Mucha gente nos copia porque en los resultados se ve que las producciones no se caen, hay más macollamiento, más cantidad de tallos y hojas que es lo que se necesita en el sistema agrícola y pecuario de la finca.

Luego del análisis y las recomendaciones, hacemos seguimiento en un lote donde un productor nos permita difundir la información, que él sea parte de la divulgación. Para ello hacemos días de campo o giras donde presentamos los resultados. Siempre hay gente nueva y siempre vemos una oportunidad de compartir estos datos. Con Vecol nos aliamos para que a través de los comités encontremos la oportunidad para que el ganado sea más rentable, para que no tengamos una cabeza de ganado por hectárea sino que tenga más pasto para albergar 3, 4, 5 o 6 cabezas en la misma área. Esta es nuestra labor diaria que hacemos en pasturas.


CG: ¿Cómo se hace el acercamiento a los ganaderos?


JDB: A veces, hay algunos ganaderos que por su representatividad y tamaño es fácil identificarlos y vamos directamente. Hay otros que nos ayudan otros canales para convocarlos, porque a veces es más fácil contactarlos por el almacén donde los productores compran o por las pasteurizadoras, ahí nos apalancamos en la cadena de valor. Es importante ver cómo podemos ayudarles a transformarse para que produzcan de manera eficiente con los recursos de sus fincas. No es que estemos en contra de los concentrados o los suplementos pero creemos que cuando uno tiene una base forrajera eficiente, eso le permite al ganadero producir a un menor costo.

Nos aliamos con Sáenz Fety que vende semillas de pastos mejorados sobre todo en lecherías especializadas donde se usan raigrases y hemos hecho convenios con ellos. En ganaderías tropicales están las brachiarias, donde es más difícil el uso de fertilizantes y es uno de nuestros grandes retos en Colombia. En estas zonas los productores piensan que la ganadería está bien así, que se debe hacer de forma extensiva y que no se necesita mejorar la eficiencia. Sin embargo, con las políticas del Gobierno actual y la necesidad de hacer una finca más productiva, se pueden abrir oportunidades y tener más receptividad para que estos ganaderos se vuelvan agricultores.


CG: ¿Desde Yara qué se está haciendo para mitigar el alza de los insumos para los productores de alimentos y qué perspectivas hay para el 2023 en este sentido?


JDB: En Colombia, Yara tiene producción de fertilizantes, esto es lo que le hemos aclarado a los ministros de Agricultura de anteriores gobiernos y de este. Todo el mundo centra los problemas en la urea, pues al no conocer el portafolio de productos para los cultivos, se habla del problema de la falta de urea. Ahora las compañías están buscando proveedurías diferentes a Rusia en potasio y fósforo. (Lea: Precio de la urea pone en aprietos al sector agroalimentario)

Nosotros le damos la tranquilidad al Gobierno que nuestra proveeduría es de Canadá y algunos productos de Estados Unidos, mientras que el nitrógeno lo producimos en Cartagena. Esto es un punto que no ha sido amplificado con la potencia que nosotros quisiéramos pero lo hemos explicado en diferentes momentos, que producimos y transformamos en Cartagena y no tenemos problemas de disponibilidad. Lo decimos para darle tranquilidad al mercado.

¿Cómo vemos el futuro inmediato? Sigue siendo muy volátil. No podemos controlar los precios internacionales. Voy a ponerlo en este contexto: después de mayo el precio de los productos como la urea, el DAP, el KCl, que son el nitrógeno, el fósforo y el potasio, llegó a un techo altísimo: 1200 dólares, cuando hace 2 años estaban en 200 o 250 dólares. A partir de ese momento empezaron a bajar su precio, y lo que son las fuentes de fósforo y potasio han ido decreciendo.

De igual manera, nosotros hemos ido ajustando los precios de los mercados. Cada vez que hay una regulación, ajustamos los inventarios y los costos de reposición vamos bajando gradualmente los precios. Pero pasó algo: el cierre del gas a Europa y el incremento de su costo, pasó de 6 euros el millón de BTU pasó casi a 30. Este gas es para calefacción o alimentación, o para la industria, en el caso de los fertilizantes, pues el gas es la fuente primaria de transformación de nitrógeno ureico o nitrógenos amoniacales, lo que hace que vuelva a subir el nitrógeno.

Entonces estos productos llegaron a un piso de 600 dólares y volvieron a subir, entonces la gente nos reclamó que por qué le volvieron a subir. Es porque no controlamos la oferta y la demanda mundiales, porque en Colombia, aunque tenemos producción en nuestro caso y somos un buffer para esos ajustes, y además ofrecemos fertilizantes compuestos, aún no es suficiente. Estos insumos (potasio y fósforo) llegaron a un punto tan alto que al hacer nuestros fertilizantes no resultan económicos. (Lea: Los precios de los fertilizantes están por las nubes)

Esto impacta al mercado, pero la desinformación impacta más. Cuando los titulares anuncian que no hay y que no va a haber fertilizantes, o cualquier tipo de producto, todos salen a comprar de forma desaforada y después cuando empieza a bajar el costo, reclaman que por qué los vendimos tan caros. Nosotros estamos en una política de «compren lo que necesiten, nosotros tenemos disponibilidad, no se llenen de inventarios», pero aun así los grandes compran. El problema entonces es para los pequeños que no tienen dónde almacenar y tienen que comprar todos los días al precio que esté.

Esto lo explicamos al Gobierno anterior que pretendía en algún momento hacer un control de precios. Nosotros les dijimos que el Gobierno puede tomar las medidas que considere necesarias, sin embargo no es una decisión especulativa sino del mercado internacional. Si los productos son importados, hay que comprar al precio que esté ese día y con la tasa de cambio de ese día, así esté elevada. Es una dinámica que no se puede controlar, la oferta y la demanda son autónomas.

Los ganaderos están tranquilos porque la leche ha subido de precio. Las pasteurizadoras están ofreciendo altos pagos y el ganadero le vende al que mejor le pague. Es igual, oferta y demanda. La lechería está en un buen momento, lo que no se debe hacer es dejar de producir. Cuando los productores, de cualquier producto, sea leche, papa, arroz, lo que sea, nos preguntan qué deben hacer, les decimos que la única manera de diluir los costos es produciendo más en la misma área. Claro que no hay una única receta, pero para 2023 los consejos son: compre pero no para tener inventario y siga volviéndose eficiente, produzca más por área. Si el precio está alto o está bajo, pues es la dinámica del mercado pero no se vuelva especulador y ayude a los agricultores haciendo que el precio se mantenga en un promedio.