Fortalecer la red de viveros, una propuesta real para la inclusión social en el posconflicto y protección del medio ambiente, plantea Juan Carlos Gómez Botero, coordinador general encargado de Proyecto Ganadería Colombiana Sostenible (GCS). En entrevista con CONtexto ganadero Juan Carlos Gómez Botero, MVZ, expone una propuesta que va en la línea de los compromisos adquiridos por Colombia para la adaptación y mitigación al cambio climático que a su vez podría generar empleo a los excombatientes del conflicto armado en Colombia y como una opción válida de generación de ingresos. La producción de especies arbóreas Este joven manizalita, que ha trabajado con el Proyecto GCS desde hace 5 años, explica que el Proyecto GCS ha venido implementando desde hace unos tres años, una estrategia que consiste en la producción de especies arbóreas de interés para la conservación porque cumplen un papel importante dentro de los ecosistemas. Algunas de estas especies están al borde de la extinción por su sobreexplotación o uso indiscriminado. “Para seleccionar esas especies se hizo un trabajo por parte del área de restauración ecológica de CIPAV, que es uno de los socios del Proyecto GCS, en donde se hizo primero una revisión bibliográfica de herbarios y de colecciones botánicas, y consultas de expertos y experiencias. Con base en esta fase se construyó un primer listado, el cual, con el paso del tiempo, se fue depurando, quedando seleccionadas 50 especies, que es un número bastante ambicioso”. Hasta el momento se han producido dentro del Proyecto, más de 45 mil individuos de diferentes especies. Son especies que se encuentran en el Caribe seco, en la zona de Boyacá y Santander, en el piedemonte Orinocense, en el departamento del Tolima, y algunas del Eje cafetero. “Esos individuos de diferentes especies se han entregado a ganaderos participantes del Proyecto GCS que tienen mayor vocación y disponibilidad para cuidar y conservar este este tipo de especies”. “Lo que buscamos es que haya un mayor número de individuos de esas especies en el país porque cumplen funciones ecológicas muy importantes y para evitar su extinción, y a su vez que un mayor número de fincas participantes puedan ayudar en la conservación de estas especies”. ¿Qué se hace con esas especies? Se emplean en el establecimiento de cercas vivas o enriquecimiento de bosques que hay en dentro de los predios, y la protección de corredores biológicos. Dependiendo de la zona algunas especies se siembran en bosques secundarios para enriquecer y otras en cercas vivas. Eso depende de las características de las especies, pues algunas requieren más luz y otras sombra sea moderada o un poco más densa. Hoy podemos hablar que con estas especies se enriquecido unas mil hectáreas de bosques. “Un aspecto que nos ha demostrado el proyecto, y que desmitifica la creencia popular que en las fincas ganaderas los ganadero no conservan, es que hemos encontrado que existen unas 15 mil hectáreas entre bosque primario y bosque segundarios en las fincas participantes del proyecto”. “Ese es un mensaje muy importante, pues los ganaderos hacen aporten a la conservación y seguirán haciéndolo, con mayor ahínco. Yo creo que una parte del área que ocupa hoy la ganadería -que dependiendo de la fuente que se consulte varía entre 28 y 40 millones de hectáreas-, se puede destinar una parte muy importante a la conservación de bosques con fincas bien planificadas, así como también a mejorar la conectividad entre las diferentes zonas boscosas o áreas de conservación, que es uno de los aspectos que propende el proyecto GCS. ¿Cuáles son las especies que están reproduciendo? Entre el grupo de especies producidas podemos mencionar La Palma de Moriche -como la conocen en el Meta- o Canangucha –como la conocen el departamento del Caquetá, el Ébano del Caribe; el totumo, la palma de cera, yopos, abarco, cedro rojo, cedro negro; cabe destacar que la meta de producir individuos de las 50 especies se logró y que se seguirán produciendo y entregando a los participantes del proyecto GCS en la medida que el proyecto continué. ¿Qué especie han logrado rescatar? Hay una especie que personalmente me llama la atención y es el ébano del caribe. Es una especie que por la calidad de su madera está en una etapa muy crítica, casi en su punto de extinción. También se encuentran en esta recuperación algunos higuerones que son importantísimos en todos los ecosistemas. Esta es una especie cuya estructura floral requiere de un polinizador que sólo es capaz de llegar hasta ese punto de la flor. Hemos trabajado en la recuperación de la palma de cera –que es el árbol emblema nacional- y en otras como el abarco calentano o abarca de rio, la solera, el cedro negro, el cedro de altura, el cedro rojo. Las caobas también tienen una gran amenaza por sobrexplotación; el iguá. Muchas de las especies que hemos trabajado se encuentran en el libro rojo de especies amenazadas. Las regionales que hasta la fecha han avanzado en la siembra son Boyacá y Santander con 30 mil árboles, la ecorregión Cafetera con 10 mil y el piedemonte Orinocense con 5.000; zonas en donde se plantaron especies como yopo, guayacán amarillo, urapán y aliso, entre otras. ¿Ese material vegetal lo producen ustedes mismos? No. Esas especies se han producido a través de una serie de viveros con los cuales el Proyecto ha venido trabajando desde hace algún tiempo, la mayoría de ellos particulares. Estos viveros se han convertido en una especie de aliados porque el Proyecto les compra el material vegetal. Lo interesante es que algunos de esos han mejorado sus prácticas. Eso lo valoramos porque queremos que se fortalezcan, y que otros proyectos y otros ganaderos, que no están dentro del proyecto, puedan acceder a ese material de buena calidad y a precio razonable. La red la conforman unos 15 viveros, pero hay otra estrategia, promovida por los mismos equipos regionales del Proyecto, que consiste en la producción de material vegetal en fincas ganaderas para su uso y para fincas cercanas. Esto último es respuesta a múltiples problemas que hemos enfrentado en la ejecución del proyecto como la distancia a un vivero, las dificultades de transporte, debido a estas circunstancias la plántula sufre mucho. Hablamos de viveros pequeños de 4 o 5 mil plantas. El resultado final es que se mejoran las condiciones para que los árboles lleguen en mejor estado al ganadero, y además el productor pequeño aprende una alternativa de negocio que le puede ser interesante. ¿Ese material es gratuito? No, pero el ganadero sólo paga 100 pesos por cada árbol, que no equivale a su costo real. El proyecto subsidia el material, pero lo que queremos es que el ganadero tome conciencia de que los árboles tienen un costo y que el ganadero lo cuide porque algo les costó. El dinero que se recoge se reinvierte en la misma estrategia. Por ejemplo en comprar bolsas para esos viveros pequeños en finca (in situ como los llamamos internamente) que quieren producir material vegetal para ellos y para otros productores. ¿Ustedes les dan capacitación a esos productores de las plantas? Esta estrategia nace con la segunda donación del gobierno británico*, en donde se le solicitó al donante que nos dejara utilizar un dinero para generar una estrategia de producción de material vegetal sobre la base de que en muchas zonas en donde está el proyecto no se tiene disponible este material o es muy costoso, o la calidad no es la mejor, o donde la condición fitosanitaria no es la mejor. Esa estrategia se construyó con la ayuda del Programa de liderazgo medioambiental de Yale y el Instituto Smithsonian con sede en Panamá, quienes trajeron a Severino Ribeiro y André Nave, dos personas de Brasil expertas en restauración ecológica y producción de material vegetal. Eso nos permitió tener dos puntos claros: uno, determinar que lo que se produzca esté basado en una demanda –que en este caso provenía el Proyecto GCS–; y dos, un plan de capacitación tanto para los viveristas como para los técnicos del proyecto. A los viveristas, porque pese a que saben de su trabajo, la experiencia nos indica que hay detalles por corregir que ellos creen que están bien, y ese primer paso les indicó que puntos del vivero pueden mejorar, y dos porque juntamos viveristas de diferentes regiones con el objeto de nivelar los conocimientos y paralelamente para que se conocieran, compartieran experiencias, y que se formara una red de viveristas. Respecto a la formación de equipos del proyecto el tema se centró en capacitarlos en restauración ecológica: cómo se hace un programa de restauración ecológica, el porqué, cómo conviven las especies, cómo hacer el arreglo entre diferentes especies, la escogencia de las especies de acuerdo al suelo, al clima, etc., y muchos otros aspectos que parten del concepto de cómo sembrar un árbol-. Un proyecto agroforestal puede fracasar si no se tienen en cuenta los anteriores aspectos. ¿Por qué los Bosques son tan Importantes? Son muchas las razones. El Ministerio Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible 2018 las resume en los siguientes puntos: * - Los bosques y las selvas son importantes para los colombianos porque: * - Regulan el ciclo del agua, recogiendo y almacenando agua, ayudan a evitar las inundaciones. * - Protegen los suelos ayudando a controlar la erosión, evitando derrumbes y deslizamientos. * - Son el hábitat de miles de especies de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios. * - Son la fuente de muchos recursos, nos proveen de madera, medicinas, alimentos, fibra, materiales de construcción entro otros bienes. * - Son territorio de vida para las comunidades que los habitan, cuyas prácticas tradicionales de manejo, pueden contribuir a la conservación de estos bosques y selvas. * - Contribuyen a regular el clima porque reducen los efectos del cambio climático producidos por el hombre. *
Una propuesta para el posconflicto ¿Dado el alto requerimiento que tiene el país de reforestación para reducir los impactos de la degradación del suelo y la erosión, considera usted que esta línea de fortalecer la red de viveristas y profundizar en su capacitación, puede ser una estrategia, o una actividad que contribuya a consolidar el posconflicto? Indudablemente. Es una alternativa para mucha gente que dejó las armas. Este proyecto de GCS y otros que implante el Gobierno nacional o los regionales, o empresas privadas, así como el Plan Nacional de Restauración, van a necesitar material vegetal. Unos se harán por la vía de restauración activa otros por la vía de restauración pasiva o natural, o una mezcla de las dos. Entonces se cumple uno de los aspectos que los expertos brasileños indicaron como fundamental y es que exista una demanda; y esa demanda crea su propia oferta que se puede canalizar a través de viveristas formalizados que pueden ser excombatientes a los cuales se les provea capacitación. De esta manera se estaría generando empleo, en un sector en donde muchos de estas personas tienen alguna noción por venir en general del campo. Se crearían así microempresas independientes que, con una financiación que no exige grandes inversiones, puede ser una alternativa viable para el posconflicto, que además genera conocimiento y es una fuente de ingresos para estas personas. Soy consciente que esta propuesta exige una curva de conocimiento, que se va enriqueciendo con el fortalecimiento de la red de viveristas, con la traída de expertos internacionales en restauración arbórea, así como en la formación de equipos técnicos que los apoyen, conformados por ingenieros forestales o zootecnistas que tienen experiencia. En esto juega un papel fundamental la Universidad y los centros de Investigación así como el SENA, que tiene una infraestructura adecuada para desarrollar estos proyectos y además tienen experiencia en enseñar como administrar proyectos que es fundamental para su éxito, así como la prestación de la asistencia técnica. Estoy convencido que puede ser una fuente de empleo y de ingreso para muchas personas que decidieron o decidan reinsertarse a la vida civil. Contacte a GCS Por todas estas realizaciones quiero invitar a los ganaderos a que visiten la web del proyecto, ganaderíacolombianasostenible.co, donde se encuentra el listado de los viveros con los cuales hemos venido trabajando, las especies que pueden conseguir en esos viveros (Red de viveros), y los teléfonos de contacto. Acerca del Proyecto Ganadería Colombiana Sostenible (GCS) El Proyecto Ganadería Colombiana Sostenible ha sido diseñado por una alianza entre el Fondo para el Medio Ambiente Global, GEF, y el Departamento de Energía y Cambio Climático de Gran Bretaña, DECC, bajo la supervisión del Banco Mundial, gestado por el Gobierno de Colombia y liderado por la Federación Colombiana de Ganaderos; con el apoyo técnico de The Nature Conservancy (TNC), Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (CIPAV), el Fondo Acción Colombia (FA), Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. (Lea: Ganadería sostenible puede ayudar a conservar bosque seco tropical) *: El proyecto tiene dos donaciones: una del Departamento de Energía y Cambio Climático de Gran Bretaña, DECC, y otra Fondo para el Medio Ambiente Global, GEF.