La demanda mundial de consumo de alimentos de origen animal y vegetal se ha incrementado en los últimos 10 años –como consecuencia– en los sistemas de producción de alimento tanto de origen vegetal y animal se han desarrollado estrategias más intensivas de producción para cubrir este tipo de demandas más aun en países donde situaciones donde el crecimiento poblacional es elevado, donde el uso de la tierra ha cambiado, y en donde el cambio climático y el calentamiento global vienen teniendo gran impacto socio-económico. Estos hechos han generado sobrecostos en la producción agropecuaria, cambios en los hábitos de consumo de la población y establecimiento de monocultivos para satisfacer las necesidades de las poblaciones. (Lea: Consejos para hacer mejoramiento genético en sistemas doble propósito) Los sistemas de producción de alimentos en los países varían, de acuerdo a la ubicación geográfica, los climas predominantes y fenómenos climatológicos. En el caso particular de Colombia este es un país privilegiado por la diversidad de plantas y animales que posee y que contribuyen a la mantención de los recursos zoogeneticos en América Latina. Cabe destacar que el país posee un potencial agropecuario como se ha demostrado en el aporte de contribución en el 7,7 % al PIB nacional en el primer trimestre del año 2017 (DANE, 2017). Es muy importante para el país que el sector agropecuario continúe en crecimiento y siga aportando al desarrollo económico de la nación, más aun cuando las oportunidades en el sector rural se estima mejoren con los acuerdos de paz realizados y de esta forma el campesinado retorne a sus lugares de origen. El retorno de la población rural a zonas que eran de conflicto es una gran oportunidad para el desarrollo rural basado en estrategias de preservación y aprovechamiento de los recursos vegetales y animales de forma sustentable en cada región. Además estas estrategias deben ir encaminadas a diversificar la producción, dar un valor agregado a los productos, ampliar canales de comercialización de productos de calidad y sin intermediarios, impulsar la agroindustria y contribuir al fortalecimiento de cooperativas y asociaciones de productores. Otro aspecto importante de destacar es el papel de la familia y la mujer en este tipo de estrategias ya que con el desarrollo de las labores dentro de los sistemas contribuyen a la transformación de un mismo entorno rural (Pineda-Graterol M.,et al 2017). (Lea:Mejoramiento genético animal, apuesta de la ganadería colombiana) Los sistemas de producción animal han evolucionado año a año desde la domesticación hasta lo que se observa hoy donde se encuentran sistemas de producción mas tecnificada en la que por ejemplo la obtención en tiempo de un animal para la faena y consumo se ha reducido exponencialmente. Como consecuencia, tanto genes deseables como indeseables se han traspasado de generación en generación, al igual que otros tipos de características que evidentemente se han perdido por fenómenos como la deriva génica y mutación genética. A pesar que la producción de especies animales de forma tecnificada ha prevalecido en los últimos años, aún existen en producciones pequeñas animales de crianza tradicional, que ofrecen ventajas importantes frente a los animales tecnificados; lamentablemente este tipo de producciones han sido catalogadas como marginales por la poca competitividad y rentabilidad que generan. Sin embargo, este tipo de forma de producción presenta ciertas ventajas a los agricultores porque allí se aprovechan los desechos y desperdicios de los sistemas productivos que garantizan e integran al sistema insumos que sirven para fertilización de las praderas y los cultivos que se tienen; además con el estiércol y los purines producidos por animales menores generan la ventaja de tratarlos y transformarlos en energía en forma de biogás, lo que desde el punto de vista económico para el sistema predial es un ahorro importante por la no dependencia total de la energía eléctrica, convirtiéndose en autosuficiente y aportando a la sustentabilidad del sistema agropecuario. Incluso desde el punto de vista sociológico hay que considerar que estos sistemas de producción a escala menor se convierten en una forma de alcancía para el agricultor pequeño y mediano en América Latina. (Lea: Ganaderos colombianos tienen el reto de mejorar genes de sus reses) A pesar de que existen algunas especies animales que ofrecen ciertas ventajas frente a especies de animales de sistemas productivos tecnificados como ya se mencionó anteriormente, este tipo de producción de forma tradicional se sigue viendo como un rubro marginal por la poca competitividad y rentabilidad que generan frente a rubros como el agrícola de ciclos cortos donde se generan grandes ingresos para los sistemas industrializados y además donde los trabajadores rurales se emplean y estos pierden el interés por generar sus propios recursos de forma autosuficiente. No obstante, uno de los grandes problemas que se han observado en los sistemas productivos es la forma en que se quiere expandir la barrera agrícola para establecimiento de mayores sistemas productivos que como se ha documentado va a expensas del detrimento de áreas de reservas naturales y con esto la perdida en la diversidad de los recursos genéticos locales. Además Rege y Gibson (2003) identificaron como causas de la perdida de los recursos zoogeneticos la utilización de germoplasma exótico, los cambios en los sistemas de producción, los cambios en las preferencias de los productores debido a factores socio-económicos y a diferentes catástrofes naturales. Como una alternativa para la preservación de los recursos zoogenéticos y sustentable para el rubro agropecuario con producciones agropecuarias a pequeña y mediana escala es importante realizar una selección de animales de forma adecuada para lograr un sistema integral. Esta selección conlleva a que el agricultor se cuestione sobre ¿cuál raza o variedad de animal será el más apropiado para el sistema? Tanto como para el agricultor como para el profesional asesor esta pregunta es clave para definir el objetivo que se persigue en el sistema productivo, ya que de esto depende además de que se exprese todo el potencial productivo de la raza pura o la raza local, y sobre todo en el ambiente propicio. (Lea: 5 tropiezos que dificultan que Colombia mejore en genética bovina) El mejoramiento genético es un elemento importante de la utilización sostenible de los recursos zoogenéticos, ya que los productores son capaces de adaptar sus animales a las condiciones cambiantes. Pero además el mejoramiento genético implica cambios, cambios que deben ser positivos para el productor o para la comunidad rural, si estos cambios no son expuestos o demostrables para los productores será difícil implementarlos. Es de vital importancia para cumplir estos objetivos el papel que desempeña el asistente técnico o el asesor profesional, puesto que es el encargado de dar a difundir el conocimiento a la población rural y realizar un seguimiento de algún tipo de programa que se establezca. También es importante que se incluyan dentro de los planes regionales anuales programas encaminados a mejorar el entorno productivo añadiendo el fomento de mejoramiento en animales de producción. Para la cría de animales bajo un modelo por sistemas es importante que exista una variabilidad dentro y entre poblaciones para que se destaquen los caracteres de interés productivo. Así, la diversidad genética es importante para las necesidades del mercado actual y futuro. El conocimiento de la diversidad y la situación de los recursos zoogeneticos que hay en Colombia constituyen una base para los programas de mejoramiento en sistemas de producción de baja escala con razas locales y adaptadas a las condiciones ambientales siempre respectando el medio ambiente, como se pretende establecer en los sistemas agroecológicos con inclusión pecuaria. (Lea: Consejos para hacer mejoramiento genético con ganado Holstein) Es importante reconocer que las razas locales poseen características únicas y estas han logrado adaptarse a las adversidades ambientales de una manera especial. Por lo tanto la extinción de una raza local es una perdida incalculable, y con esto se están eliminando recursos genéticos únicos y de importancia valiosa para la seguridad alimentaria en el futuro. Los programas de mejoramiento genético en sistemas de producción agroecológica deberán enfocarse en mantener este recurso genético valioso y velar por su permanencia; claro está que con acompañamiento de políticas gubernamentales que destaquen las potencialidades de las razas locales. Hoy día hay que considerar que los hábitos del planeta están cambiando y cada vez más los países se enfrentan a importantes retos que generan los cambios y que se deben encadenar con problemas actuales y futuros como el calentamiento global y la dependencia en el uso de combustibles fósiles entre otros. Frente e estos cambios que se avecinan hay que destacar que las granjas integrales a pequeña escala poseen ventajas enormes frente a los sistemas productivos a gran escala, ya que estas por ejemplo son capaces de producir en si lo que se necesita, son capaces de recuperarse fácil ante cualquier eventualidad y además puede generar diferentes formas de energía. El reto al que se enfrenta el sector pecuario consistirá en encontrar el equilibrio entre los distintos objetivos de las políticas públicas, el mantenimiento de la diversidad genética animal y la integridad del medio ambiente para satisfacer la demanda de productos pecuarios (FAO,2010). (Lea: Mejoramiento genético animal, ¿el futuro de la ganadería?) Y el reto es aún mayor para todos los actores de la cadena agropecuaria en rescatar y conservar los recursos zoo-genéticos, principalmente pensando en otra forma de producir alimento, en la soberanía alimentaria y los problemas de sobrepoblación a los que nos enfrentamos como un solo estado. **Por: Llina Consuelo Reyes Castaño.
Mv.MsC.**