Las cifras de la oficina de Planeación de Fedegán son contundentes: En el país existen 25’000.000 de cabezas de ganado, de las cuales tan sólo 30.000 hacen parte de las ocho razas de ganado criollo colombiano. Un crudo panorama que respaldan los estudios e investigaciones realizadas por especialistas en el sector, que indican que el Gobierno debe rescatar los bovinos criollos creando nuevos programas para recuperar estas especies, y además desarrollar urgentemente planes de conservación animal.
La Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, afirma que en Colombia la ganadería contribuye al 1,6% del PIB nacional, al 53% del PIB pecuario y 20% del PIB agropecuario, generando 900.000 empleos directos en el país. Por esto y más, la desaparición del ganado colombiano comienza a generar un dolor de cabeza para la Asociación de Ganado Criollo de Colombia, Asocriollo.
Germán Martínez, Miembro de la Junta Directiva de Asocriollo, en diálogo con CONtexto Ganadero, ratificó que “si el Gobierno y las entidades regionales no se ponen las pilas, las razas Chino Santandereano, el Hartón del Valle, el Costeño con Cuernos y el Casanareño seguirán condenadas a desaparecer”.
Los bovinos nacionales se agotan
Las razas criollas, que se reprodujeron de los bovinos traidos en el Siglo XV por los conquistadores españoles, fueron hasta comienzo del año 2000 la base genética de la producción ganadera en el bajo trópico del país, que representa el 80% del territorio colombiano. A partir de entonces, la introducción de nuevas razas traídas de Europa y su inmenso cruce, ha puesto en riesgo la extinción del ganado autóctono en Colombia.
Así lo confirman datos de Asocriollo, los cuales evidencian que antes del año 1840, el 100% de las razas del país eran nativas y, se estima que, en ese entonces, más de 8’000.000 conformaban el hato ganadero criollo. Al año 2012, quedan menos de 35.000 en todo el territorio nacional, lo que indica que más del 90% ha desaparecido con la introducción de especies foráneas.
“Venimos ejecutando diferentes acciones con los gobiernos departamentales para que, con las regalías, se pueda establecer un campo de acción y detener la desaparición de las razas criollas en el país”, aseveró Germán Martínez.
Un trabajo que quedó en veremos
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, MADR y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, estudiaron en 2011 la forma de trabajar la recuperación de estas especies por medio de programas.
Pero a la fecha estos programas quedaron, como lo dice Martínez, en el tintero. “Todo lo que dijeron quedó escrito, porque en la realidad no ha habido recursos, ni se han generado los proyectos. Todo quedó en el papel y allá todo se ve bonito, pero de acciones nada de nada”, ratificó Germán Martínez.
*La clave: asegurar la genética
Carlos Durán Castro, quien investiga la mejor manera de conservar y mejorar el ganado criollo Hartón del Valle de la Universidad Nacional con sede en Palmira, Valle del Cauca, expresa que “debemos respaldar, en un trabajo mancomunado con el sector productivo, la articulación, el fortalecimiento y la formación de diversos grupos pluridisciplinarios de investigación para que se desplieguen diferentes actividades a corto y largo plazo para conservar, mejorar y utilizar los recursos genéticos del ganado criollo en sistemas de producción sustentable”.*
En conclusión, aunque se ejecuten diversas estrategias para la conservación de esta ganado, es evidente que hacen falta planes de acción para mejorar las razas colombianas y, de esa forma, promocionar que en cuanto a salubridad, características y producción se trata, son superiores a las demás.