La conclusión del equipo de investigadores Lasallistas es contundente. La mastitis enfermedad muy común en las vacas, causa pérdidas a los dueños de ganado lechero que podrían estar entre el 10 % y 20 % de sus utilidades.
El porcentaje final depende del tipo de mastitis, si se trata de casos subclínicos, es decir, aquellos en los que aunque el animal está enfermo, no muestra síntomas; el impacto económico negativo es del 10 %. Por supuesto, en la medida que los síntomas son evidentes por cuenta de la inflamación y el dolor, aparece lo que los expertos llaman, mastitis clínica y en esos casos, las pérdidas ascienden al 20%.
Esta es una de las conclusiones a las que llegó un grupo de docentes e investigadores liderados por Efraín Benavides y en el que participaron, Luis Carlos Villamil, Liliana Chacón y Ruth Rodríguez, Andrea Lizarazo y 14 estudiantes de los Programas de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad de La Salle quienes se dedicaron a la investigación durante un año. (Lea: Vecol comercializa vacuna Startvac contra la mastitis bovina)
El mapa muestra la ubicación de las 55 fincas en la región
¿Cómo lo hicieron?
Para comenzar, “usamos un ejercicio de epidemiología participativa, realizado en junio de 2014, que nos permitió entender las percepciones y saberes de los productores sobre la enfermedad, su impacto, formas para controlarla y tratar de prevenirla. De esa manera, determinamos el grado de conocimiento que tienen los productores. La conclusión es que su grado de educación al respecto está notablemente influenciado por grupos de interés como la industria farmacéutica veterinaria y los proveedores de insumos. Pero, al mismo tiempo, existen deficiencias en cuanto a una comprensión integral del problema, sus causas, diagnóstico y prevención. Eso explica porqué los productores creen que en sus fincas el nivel de mastitis es bajo, aunque sea alto, ya que al desconocer la mastitis subclínica (sin síntomas), asumen que su ganado está sano, dado que la leche y la ubre parecen normales”, explica Efraín Benavides Ortíz, PhD Profesor Asociado de la Universidad de La Salle. Luego, realizaron encuestas a 110 personas, cuyo aspecto en común es que son quienes toman las decisiones cuando hay mastitis en las fincas. Las respuestas de esos entrevistados fueron divididas según el estrato de la finca (pequeño, mediano o grande). El hallazgo es que existen grandes diferencias en cuanto a las rutinas de ordeño según el tamaño de la finca y el conocimiento de los tipos de mastitis. Pero, lo más impactante es que existe una conducta reiterativa en el uso desmedido de antibióticos para afrontar el problema y gran dificultad para diferenciar entre la mastitis clínica y la subclínica y sus efectos. (Lea: Crean vacuna para prevenir la mastitis en reses) Acto seguido empezó el estudio epidemiológico transversal. “El objetivo era determinar qué tan frecuente es la ocurrencia de mastitis subclínica (sin síntomas). Para hacerlo buscamos evidencia en la leche, mediante el recuento de las células somáticas en leche, es decir, aquellas que se relacionan con el crecimiento y la defensa de los tejidos y órganos de un ser vivo y que por supuesto no deberían estar en el líquido. El conteo lo hicimos tanto a nivel individual como a nivel global de la finca. Para esto se tomaron muestras a 800 animales ubicados en 55 fincas de la región discriminadas por estrato”, explica Luis Carlos Villamil Jiménez, PhD. Profesor Titular de la Universidad de La Salle. Hallazgos * Los resultados indican que si bien la frecuencia de la mastitis clínica que es aquella que evidente por la inflamación, dolor y cambios en el color y la composición de la leche es baja. La mastitis subclínica que es detectada por alto recuento de células somáticas en leche, es muy frecuente en las fincas de los tres estratos. * En solo una de las 55 fincas tomadas como muestra no se encontraron animales con mastitis subclínica. Lo anterior equivale a una prevalencia real de fincas con mastitis subclínica del 98,2%.
- Los niveles de prevalencia por vaca fluctuaron en los tres estratos de la siguiente manera:
- Fincas pequeñas 56.5 % (fluctua entre 52 y 61 %) - Fincas medianas 71.5 % (fluctua entre 68 y 75 %) - Fincas grandes 35.1 % (fluctua entre 29-42 %) * Lo anterior señala una situación preocupante porque el impacto económico es evidente.
- Es necesario que el empleo de fármacos (antibióticos, vermífugos, antiinflamatorios y pesticidas), sea realizado atendiendo las opiniones autorizadas y las instrucciones de las casas comerciales. Más aún si se tiene presente que la legislación para la comercialización de la leche tanto en el ámbito nacional como en el internacional señalan los residuos de los fármacos como una barrera para el comercio.
- Acorde a lo anterior, es prudente señalar que dentro de la investigación se realizó un estudio piloto para detectar residuos de antibióticos y pesticidas con resultados que muestran la necesidad de implementar mejores decisiones y generar acciones sobre el empleo de fármacos y uso racional de químicos para el control de plagas de los pastos. (Lea: Prueban software para monitorear individualmente la mastitis subclínica)
- Por todo lo anterior el equipo de investigadores no duda en señalar que la mastitis subclínica es el “enemigo oculto” de la ganadería de leche.
Es evidente que para el crecimiento sostenido, sustentable y sostenible del sector se requiere una nueva mirada a un problema viejo como es la mastitis. En ese sentido La Salle, universidad con la facultad de ciencias agropecuarias más antigua del país (privada) y que establece como parte de sus objetivos estratégicos contribuir al desarrollo del agro colombiano manifiesta su interés en ofrecer a los ganaderos de la leche, un programa de extensión y transferencia de tecnología que contribuya con el control de la mastitis subclínica mediante la correcta utilización de las rutinas de ordeño y de diagnóstico, el uso de medidas de prevención y control, el empleo racional de antibióticos y otros fármacos, de manera que academia y sector trabajen en equipo a favor del sector y la nutrición humana.