Luego de que Juan Manuel Santos extendiera hasta diciembre de este año la prohibición para que los colombianos porten armas, CONtexto ganadero quiso conocer la opinión del presidente del gremio ganadero, uno de los preferidos por los delincuentes de este país. José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, aseguró que la decisión tomada por el presidente es equivocada si se tiene en cuenta que no hay forma de garantizarles la seguridad a quienes conforman el sector rural. Para el dirigente, los productores rurales quedan expuestos a grupos armados y delincuencia común, que si los atacaban cuando sabían existía la posibilidad de una eventual defensa, no dudarán en hacerlo ahora que no tienen forma alguna de protegerse. CONtexto ganadero (CG): ¿Qué piensa de la medida anunciada por el presidente Santos de extender hasta diciembre la prohibición para portar armas? José Félix Lafaurie (JFL): Pienso que es una medida con buenas intenciones pero sin tener en cuenta la realidad actual del país, un país en el que a pesar de los ingentes esfuerzos de nuestra Fuerza Pública seguimos viendo cómo los delincuentes siguen extorsionando, robando, amenzando. (Lea: Desarmar la gente la convierte en blanco más fácil para delincuentes) Por todo eso, me parece que desarmar a la población, que el mismo Estado autorizó a portar armas de manera legítima, es ponerle una mira constante, arriesgarla a que sea víctima en cualquier lugar y momento de todo aquel que se dedica a cometer actos que van en contra de la Ley. CG: El presidente Santos explicó que gracias a la medida se han reducido los casos de homicidio, ¿no es esa una buena razón? JFL: Pero el presidente también dijo que muchos otros delitos no muestran esa misma tendencia y no son pocos: el hurto a viviendas, a los comercios, las extorsiones de las que tenemos reportes de ganaderos de todo el país, en fin; piense usted como le digo si todo eso pasa con ciudadanos con la posibilidad de portar armas legalmente, qué escenario nos puede tocar presenciar ahora que los quieren desarmar. CG: ¿Siguen siendo los ganaderos víctimas de extorsiones? JFL: Pero claro, a diario, y no solo de extorsiones; el panorama de orden público es crítico en gran parte del territorio nacional. Hay regiones en las que a los ganaderos les están cobrando por cada litro de leche que les compra la industria, por cada ejemplar que tienen y por hectárea de la que son dueños. Sabemos de incrementos sensibles de inseguridad en Arauca, Casanare, Córdoba, el Urabá antioqueño, el Magdalena Medio, el occidente del país, lugares en los que la Fuerza Pública no da abasto. (Informe: Vejámenes de las Farc tienen desesperados a ganaderos del Meta) Los ganaderos están muchas veces en sitios a los que a las autoridades les cuesta llegar, transitan por vías que por sus condiciones se prestan para delinquir y en pocos casos ven que sus denuncias tengan algún tipo de resultado; por todo esto es que pedirles que anden sin armas los hace aún más vulnerables a todo tipo de criminales. CG: Muchos temen lo que pueda pasar en un eventual escenario de post conflicto, ¿usted qué piensa de eso? JFL: Es apenas normal que quienes más han sufrido por cuenta de los vejámenes de ese grupo insurgente sientan desconfianza. No digo que el hecho de poder portar un arma vaya a llenarlo de confianza, pero usted imagínese conviviendo en el mismo edificio sabiendo que en el piso de arriba vive quien 3 veces se metió a robarlo, por solo poner un ejemplo. (Lea: Panorama de la seguridad en el sector rural durante 2015) El Gobierno no ha priorizado la seguridad en el país, acá tendrán que redoblarse los esfuerzos por garantizar la seguridad y ojalá no se tenga que reversar esta medida por cuenta de un incremento en los casos de homicidios. CG: ¿Cómo ayudar a que la gente se pueda sentir tranquila, especialmente tras la medida anunciada? JFL: No es desarmándola, eso es seguro. Cuando el comandante en jefe de un país admite que la tendencia de un gran número de delitos se mantiene, cuando estamos viendo como nos extorsionan, roban nuestros animales y predios, no se puede tomar una medida que como esta tiene todos los elementos necesarios para hacer aún más difícil el trabajo en los campos de Colombia. Nuestra Policía y Ejército hacen un gran trabajo y se les debe fortalecer; solo en la medida que sean ellos los que puedan transmitir más seguridad podemos pensar en quitarles a los ciudadanos de bien las pocas herramientas con las que cuentan para poder seguir siendo productivos y haciendo llegar a nuestras mesas la comida de cada día.