Aconseja a los ganaderos trazarse metas a largo plazo y trabajarlas. Definir a qué se quieren dedicar y especializarse, acudir a las mediciones de todo tipo, a la asesoría de expertos, buscar la eficiencia, innovar, diferenciarse y abrirse al comercio internacional. Un ganadero de ʿraca mandacaʾ, que tiene clara la visión de sus negocios y que todo paso que realiza en sus diferentes procesos lo mide de manera detallada, se refirió a temas neurálgicos que se deben tener en cuenta en esta actividad y que son objeto de la experiencia que ha vivido al frente de Agropecuaria La Magnolia. Se trata de Mario Álvarez, quien actualmente tiene varias líneas de negocios y su meta es adquirir cada día una mayor especialización en cada una de ellas. Trabaja con ganado de carne y de leche. El primero con raza Senepol puro, y ganado comercial que hace mediante genética por absorción de los cuales ya tiene animales puros fundadores. Señala que la hija debe ser de mejor calidad que la mamá. Frase en la que encierra la rigurosidad que le impregna a este aspecto de su empresa. Nos trazarnos unas metas a largo plazo y comenzarlas a trabajar. Definir si somos criadores, levantamos o cebamos. O nos vamos a dedicar a la leche o a la carne, al ganado puro o al comercial o al doble propósito. Uno percibe en el mercado, que los productores no están pendientes de esto y no tienen visión de hacia dónde van con su actividad. En leche, desarrolla dos proyectos, uno en el trópico alto en el norte de Antioquia en el que también realiza absorción a Holstein rojo y decidió especializarse en esta raza. Allí produce 700 litros diarios y acaba de tecnificar con el fin de aumentar la producción en mínimo 10 %. La otra unidad productiva es en San Pedro de los Milagros, región tradicionalmente lechera. (Lea: En La Magnolia trabajan para obtener ganados de alta calidad para carne y leche) Es un convencido que en los negocios se debe estudiar la parte económica, financiera y tributaria pero que igualmente se innove y se marque la diferenciación. Y para lograrlo se asesora de expertos de Brasil y de Colombia. ¿Cuál es su percepción sobre el manejo que se da a las ganaderías en el país? Para llamarnos ganaderos hay que centrarse y basarse en las cifras, sin eso, solo somos finqueros que nos gusta la tierra y tener frutales, caballos, pavos, bovinos, etc. Hay que mirar la actividad como negocio, como empresa. No podemos decir que se gana plata si no pagamos lo justo a los empleados ni somos legales. No se puede decir que tengo un negocio si ataco el medio ambiente y destruyo todo alrededor. No se llama negocio cuando estoy simplemente hablando de un hobby sin tener cifras. Los ganaderos debemos dedicarnos a tener objetivos claros. Trazarnos unas metas a largo plazo y comenzarlas a trabajar. Definir si somos criadores, levantamos o cebamos. O nos vamos a dedicar a la leche o a la carne, al ganado puro o al comercial o al doble propósito. Uno percibe en el mercado, que los productores no están pendientes de esto. Eso es como el que se mete a tener ganado de leche donde la industria no recoge este producto o el que se dedica a cebar donde no tiene a quien venderle un novillo gordo porque no hay carreteras y tiene que viajar un día entero para sacarlo al mercado. ¿Qué considera es lo más importante en el manejo de su ganadería? Yo he aplicado estos principios durante más de 20 años. Y por ejemplo en leche en Antioquia todo está inventado -pasto kikuyo, rotación, manejo con cinta- pero en materia reproductiva hacemos inseminación y si no quedan preñadas las hembras les colocamos un toro Gyr para que las repase. Nos interesa es tenerlas preñadas. Me parece que expandirse en lechería en el trópico alto no es mi proyecto, considero que la ganadería debería hacerse en trópico bajo donde se suplemente lo menos posible y se tengan animales más resistentes, en este sentido es más rentable. Nuestro negocio es más que todo de genética, pero no hay que olvidarse de la comida. Nuestro lema es realizar una producción de más kilos y de mayor valor. El primero lo da la eficiencia a nivel reproductivo por eso palpamos mensualmente y nos hemos vuelto cada vez más estrictos en la selección de los animales, y el segundo, me lo da la genética. Nuestro reto continuo es mantener preñadas las hembras para bajar los días abiertos porque es un factor de la producción que resulta muy costoso. En leche logramos bajar a 90 días y en cría comercial a 115 días. Esos indicadores con los medios que tenemos los considero ideales. Pero en el proyecto de la central de donadoras de ganado Senepol que tenemos es difícil la tarea, porque el hecho de ser donadoras y trabajarlas en inseminación, les enreda la reproducción e igual sucede con las receptoras. (Lea: Las bondades de la raza Senepol) ¿Trabaja genética in vitro? El desarrollo de nuestra biotecnología es por medio in vitro y congelamos embriones. Esa es la tendencia en Brasil. Queremos llegar a que nuestros técnicos mantengan un embrión y lo pongan al ser observado, es decir, que en vez de colocar una pajilla cuando vea la vaca en calor, es que vea un calor y a los siete días, descongele un embrión y se lo ponga. Esta línea se puede volver un negocio, pero me da temor por la siguiente razón: yo puedo vender a otro productor una pajilla de ganado Senepol y es una técnica conocida y la gente hace IATF (Inseminación a Término Fijo), pero para vender un embrión se necesita que el comprador tenga unas receptoras, no una hembra o un vientre, sino una vaca preparada para ser receptora. Ahí, ya empieza el martirio. El comprador no tiene la cultura de la receptora, la cual, debe ser un animal que cumpla con unas condiciones específicas como: ser apartado del hato, no haber sido estresado, ser sincronizado, darle unos medicamentos en los momento indicados y precisos, etc,. Es un proceso complejo y delicado, además, si dicha receptora no queda preñada. ¿Qué puedo decir? Le quedo mal al comprador y comienzan a generarle a la empresa mala reputación. Es mejor ser cauteloso. Tendría que hacerlo con una persona que me garantice que se ha dedicado a trabajar en biotecnología hace algún tiempo. Lo ideal es crecer en el tema in vitro. Tenemos cada vez más receptoras y una demanda grande de Senepol. Nuestra proyección es crecer hasta que la absorción me traiga más resultados que eso sería en dos o tres años. De hecho es una línea ya establecida. Cada mes hacemos un trabajo in vitro. Tenemos la asesoría de expertos brasileros que nos califican, nos ayudan a programar toros para las hembras y a planear, y en general nos acompañan en el proceso. (Lea: Brasil exportará embriones bovinos in vitro a Colombia) Como empresa tenemos un portafolio variable para ofrecer alternativas a los ganaderos en materia genética. ¿Cómo maneja los costos? Cada línea de negocio tiene su propio centro de producción y de costeo y se revisa con mucha minucia y detalle. Es un factor al que hay que tenerle respeto y cuidado. Considero que la parte fiscal es importante. Si tenemos negocios a largo plazo no podemos hacerlo de manera informal. Pagamos los impuestos reglamentarios. Siempre los empresarios nos quejaremos de la alta carga impositiva porque no sentimos que haya una retribución o reciprocidad. Si el pago de impuestos se devolviera con una maquinaria económica o con un impuesto predial más bajo por el pago de la tierra, cualquier tasa no se vería mal así fuera alta. El solo estado de nuestras vías es un problema. Lo ideal es que este tema se convierta en un gana - gana entre el Estado y el contribuyente. (Lea: ¿Qué es el costo de producción en la ganadería?) ¿Cómo ve el escenario de los TLC? No creo en las economías cerradas. Los ganaderos tenemos que obligarnos a convivir con el mundo. No quedarnos siempre con los mismos negocios sino mirar en dónde podemos ser eficientes y competitivos a nivel mundial. Si no somos capaces busquemos alianzas y que vengan a enseñarnos y produzcamos juntos. Considero que encerrarse en la finca y no salir porque de pronto lo atropella un carro, no es lo apropiado. Es necesario ser abiertos. Esa es la economía. No podemos ser tan proteccionistas. Debemos innovar. De hecho sustentar nuestra ganadería en genética es innovación. Inseminamos y trabajamos la biotecnología mensualmente, eso es irnos a lo no tradicional. Es buscar un mercado no convencional.