CONtexto ganadero consultó a productores lecheros del país para conocer cómo es la estructura de costos de su empresa y poder determinar cuánto invierte cada uno y cuánta rentabilidad genera. Para ser un productor de leche, los ganaderos deben tener en cuenta las siguientes partidas: alimentos para el ganado, pago de nómina, medicamentos, equipos, los pagos del predio como servicios públicos, entre otros. Las estructuras de costos varían de acuerdo a la zona, al tipo de ganado, al sistema de lechería y al modo de ordeño que se haya implementado. Sin embargo, muy pocos productores llevan un registro juicioso de estos valores y solamente en lecherías especializadas se hacen cálculos de esta naturaleza. CONtexto ganadero consultó a 2 ganaderos, uno de trópico alto y uno de trópico bajo para conocer si había diferencias sustanciales en los costos de ambas zonas. (Lea: ¿Qué porcentaje de los costos de producción se destinan a la nómina?) Estructura de costos en trópico alto Javier Henao, ganadero de Santa Rosa de Osos, Antioquia, aseguró que la mayor parte de los costos en una finca dedicada a la ganadería de leche se destina a la compra de alimentos y concentrados, que equivale al 50 % de los gastos. “En fertilizantes se va un 14 % y para el pago de empleados se utiliza un 10 %. El resto se reparte en medicinas, depreciación y amortización de equipos y animales, pago de servicios públicos, alquiler de la tierra o impuesto predial si es propietario”, explicó. Al productor de Antioquia, cada litro de leche producido le cuesta $800 pesos. Así las cosas, los costos por cada litro se distribuirían de la siguiente manera: $400 para alimentos y concentrados, $112 para fertilizantes, $80 para los trabajadores y $208 para los demás rubros. (Lea: ¿Cuál debe ser el precio por litro de leche pago al productor en 2015?) Estructura de costos de trópico bajo Por su parte, Javier Naranjo, propietario de la lechería especializada Los Limones, ubicada en Cartago, Valle del Cauca, indicó que entre el 30 % y el 40 % de los costos son para la suplementación con concentrados, la mano de obra constituye el 20 %, el abono de praderas va entre el 10 % y el 15 %. El otro 25 % a 30% se divide en gastos como medicamentos, aplicación de inseminación artificial, equipos de ordeño, servicios públicos, impuestos, transportes y fletes, costos financieros y asistencia técnica. Cada uno ocupa más o menos el mismo porcentaje, aunque los medicamentos tienden a ser más altos para prevenir problemas en el hato como la mastitis y otras enfermedades. En este sentido, el ganadero también gasta $800 para producir un litro, que se reparten así: $320 para suplementos y concentrados, $160 para los empleados, $80 para los fertilizantes y $240 para los demás gastos. De esos $240, $48 se destinan a los medicamentos y el resto de los ítems como asistencia técnica y mantenimiento de equipos le corresponderían alrededor de $27. (Lea: 5 efectos negativos de la rotación de empleados en la ganadería) Todos los valores varían porque el ganadero depende de variables que no puede controlar, siendo la más visible, el clima. Cuando el verano se intensifica o el invierno arrecia, las producciones bajan y por consiguiente las ganancias. En este sentido, resulta indispensable que los propietarios de su finca aprendan a identificar y a cuantificar los costos, con el fin de poder planificar y prepararse ante cualquier eventualidad. Cómo mejorar la rentabilidad Los 2 productores coincidieron en que las utilidades no son suficientes para sostenerse. Señalaron que hace falta un esquema de pago que los favorezca, debido a que la industria se aprovecha y varía el precio a su antojo. Para mejorar la utilidad, los ganaderos consultados propusieron mejorar aumentar la productividad de litros de leche por hectárea, con el fin de poder diluir los costos. “Se debe ser muy eficiente y producir una buena cantidad de litros por hectárea. Si no existe un buen indicador al respecto, una utilidad de $100 o $200 es muy baja”, sostuvo Henao. (Lea: Ganaderos reciben valor similar al de hace 10 años por el litro de leche) Una segunda forma es optimizar los costos de alimentación y de fertilización, esto es, tratando de bajar los costos de insumos y concentrados. No obstante, Henao admitió que esto resulta difícil porque la mayoría de materias primas son importadas y factores como el precio del dólar impiden que el productor pueda ahorrar en costos. En lecherías especializadas, el uso de concentrados es fundamental para sostener una buena producción, por lo que el ganadero que se dedique a este tipo de negocios no puede sustraerse de utilizar estos insumos. “Desde principio de año, los insumos como los concentrados han subido más del 20 %, así como los fertilizantes. Si uno se fija, son los rubros con más porcentaje en la estructura de costos. Por eso la rentabilidad del ganadero es poca, porque no depende de él sino de las dinámicas del mercado internacional”, precisó Henao. De otro lado, el ganadero de Cartago recordó que la importancia que tiene la calidad y la inocuidad de la leche. A propósito, señaló que las industrias pagan bonificaciones que pueden aumentar un poco el valor de cada litro. “Las bonificaciones son por leche fría, bacterias, recuento de células somáticas y registro como hato libre de brucelosis y de tuberculosis”, dijo Naranjo. (Lea: Ganaderos proponen soluciones para mejorar el pago de la leche) De esta forma, el propietario de la hacienda Los Limones logra obtener hasta $100 más por cada litro, aunque confesó que esto lo ha logrado luego de muchos años de trabajar en mejorar la calidad y la higiene de su producto. La estructura de costos entre una lechería de trópico bajo y una de trópico alto no tienen una variación significativa, aunque dependen de factores como la cantidad de bovinos en cada hectárea y la calidad del lácteo. Recuerde hacer este ejercicio para saber cuáles son los rubros que puede disminuir y cuáles estrategias debe emplear para incrementar su rentabilidad.