Para un manejo adecuado de la estresante transición del ternero del medio uterino al exterior, el ganadero debe conocer los requerimientos ambientales, metabólicos e inmunológicos necesarios para una adaptación exitosa al entorno extrauterino.
El MVZ y PhD Manuel Campos señaló que muchos productores relegan estos cuidados a un segundo plano, desconociendo que las fallas de manejo en este periodo tan crítico pueden ocasionar problemas de alta mortalidad y baja producción en el largo plazo.
El experto describió las necesidades de los terneros, así como algunas prácticas para cumplir cada una de las mismas, incluyendo los riesgos que pueden perjudicar la bioseguridad del hato durante la primera etapa de la vida de un ternero.
Algunos de sus consejos van desde estar presente en el parto, monitorear el progreso del mismo para asistir si es necesario, evaluar los signos vitales de la cría tras el alumbramiento, estimular respiración y circulación, desinfectar el ombligo y alimentar con calostro.
En casos urgentes, se debe asistir al ternero a tomar posición de decúbito esternal (sobre su vientre), la corrección de acidosis (bicarbonato de sodio) y la corrección de la hipotermia. (Lea: Estos son los cuidados que la vaca le brinda al ternero recién nacido)
Requerimientos ambientales
Una de las recomendaciones fundamentales antes del nacimiento es disponer de un área dedicada a la maternidad donde se deben ubicar las vacas preñadas 24 horas antes del parto, que debe ser diseñada para albergar partos individuales.
Con esto se evita el riesgo de transmisión de enfermedades de las madres a los recién nacidos, como brucelosis y tuberculosis, así como ayuda a disminuir la incidencia de mastitis, metritis y la morbilidad y mortalidad de terneros.
Esta área también permite la supervisión de las vacas durante el parto y asistir la labor. Se debe vigilar también la limpieza para prevenir que el ternero sufra de una infección umbilical o enfermedad del ombligo (onfaloflebitis).
De acuerdo con el experto mexicano, el riesgo de infección aumenta si el área está contaminada con materia fecal por la presencia de varias vacas en el mismo sitio, por lo cual se debe planear cómo evitar la concentración de tantos animales.
El médico veterinario Iván Darío Cruz sostuvo que la falta de asepsia es una de las principales causantes de la enfermedad del ombligo, por lo cual aconsejó que “a todo ternero recién nacido se le debe cortar el cordón umbilical, a 2 o 5 centímetros de la base, ligarlo y luego curarlo. Si esto no se realiza se puede producir una contaminación sistemática, inflamación, dolor, fiebre e incluso la muerte".
Si bien hay controversia sobre las prácticas para prevenir la infección del ombligo, es claro que los productores deben implementarlas para evitar mayores complicaciones u otras enfermedades. (Lea: Conozca los cuidados que se deben tener con terneros huérfanos)
Requerimientos metabólicos
Estos incluyen las demandas de oxígeno y energía de los tejidos para mantener la homeostasis y la temperatura corporal. Por eso, después del parto, las crías se deben colocar en decúbito esternal para facilitar una buena ventilación. Asimismo, se deben retirar los fluidos de la boca y la nariz.
Expertos han demostrado que ayudar a los terneros a acomodarse en una posición de postración, sin apoyarse en los costados, así como ayudarlos a apoyarse en las patas traseras en el lapso de un mínimo de 90 segundos tiene efectos positivos en la función pulmonar y la corrección de acidosis.
El MVZ mexicano recomendó estimular “vigorosamente” a la cría frotando alrededor de la cabeza y el cuerpo, poniendo un dedo en la nariz o presionando la faringe Si no hay respuesta a estos estímulos o no se mantiene estable en decúbito esternal después de 10 minutos, pueden indicar problemas.
Campos detalló 5 señales que permiten saber si el nacimiento es normal y no se requiere asistencia:
- El reflejo de enderezar de la cabeza sucede casi inmediatamente después del nacimiento
- El ternero se acomoda en decúbito esternal unos minutos después
- Los primeros esfuerzos para ponerse de pie ocurren de 15 a 30 minutos después
- La temperatura rectal debe estar alrededor de 39,2°C, el pulso entre 190 y 220 pulsaciones por minuto y la frecuencia respiratoria entre 55 y 65 por minuto.
- Comienza a mamar alrededor de una hora u hora y media después.
En cambio, hay anoxia (falta de oxígeno en la sangre) cuando se demoran más de una hora y media en ponerse de pie o más de 2 horas para tomar leche. Los terneros de partos difíciles evidencian acidosis metabólica y concentración elevada de lactato.
De acuerdo con el experto, la mortalidad en terneros en las primeras 24 horas de vida en muchas lecherías alcanza hasta un 8%, asociada a fallas del recién nacido para mantener el pH sanguíneo ideal o la temperatura corporal adecuada, que se acentúan en partos distócicos.
Una vez la cría está en condiciones de mamar, hay que asegurarse que consuma el suficiente calostro que le dará los nutrientes necesarios para regular su temperatura y adaptarse al nuevo medio ambiente. (Lea: Cuidados a tener con los terneros cuando se presenta un parto distócico)
En efecto, depende de los elementos nutricionales externos para satisfacer las necesidades metabólicas en esta etapa, y en esta medida, el calostro proporciona tiene niveles elevados de grasa que funciona como fuente de energía. Se ha demostrado que la temperatura corporal del ternero aumenta un 15% después de una hora de consumirlo.
La mortalidad en recién nacidos se reduce con la ingesta de calostro, sobre todo natural, porque logran un estado metabólico mejor balanceado e inician más prontamente los procesos metabólicos indispensables para sobrevivir.
Requerimientos Inmunológicos
Para nadie es un secreto que la protección inmune contra enfermedades infecciosas durante las primeras semanas de vida en el bovino depende directamente de la transferencia pasiva de inmunoglobulina materna por medio de la ingestión de calostro.
Con el fin de mantener esta transferencia de anticuerpos, se requiere que consuman este líquido con un mínimo de 100 gramos de inmunoglobulina G1, preferentemente durante las 2 primeras horas de vida. Para ser efectivo, debe tener una concentración mínima de IgG1 de 50 g/litro.
No obstante, la alimentación del ternero con calostro también presenta una de las primeras oportunidades de infección durante las primeras horas de vida. Campos indicó que la recomendación general es que el calostro contenga menos de 100 mil UFC/ml.
Hay que evitar la transmisión de enfermedades, especialmente entre madre y cría, y más aún si se trata de agente con potencial de causar zoonosis como tuberculosis y brucelosis. (Lea: Los requerimientos nutricionales de un ternero de levante)
Por este motivo, recomiendan tomar medidas para reducir la carga bacteriológica en el calostro aplicando prácticas de manejo y estrategias como prevenir la contaminación o la pasteurización, o apelar a alternativas artificiales, aunque cualquiera de estas debe revisarse con su médico veterinario de confianza.