Colombia viene creciendo y apostándole al mejoramiento genético de su hato no solo con la adquisición de material seminal de alta calidad, sino a través de cruces entre razas que permitan obtener mejores animales, más eficientes, adaptados a las condiciones climáticas del país y con menores dificultades de salud. (Lea: 6 cruces bovinos para tener predios más productivos)
Así lo viene haciendo un grupo de productores ubicados en la Orinoquía quienes están apostándole a un cruce entre los animales Blanco Orejinegros, BON, y una especie denominada Girolando Plusque es una mezcla entre el Holstein y Gyr. Eso les ha permitido obtener un animal con la rusticidad del bovino colombiano y las producciones lácteas que ofrecen los otros 2 tipos de semovientes.
Este diario consultó con Marino Valderrama, médico veterinario y seguidor de las razas criollas colombianas, quien aseguró que aunque el cruce reduce la producción láctea, se obtiene un animal más pequeño, con un intervalo de partos de un año y la posibilidad de desplazarse con mayor facilidad entre las zonas de ladera sin que se presenten cojeras.
Agregó que al ‘tropicalizar o criollizar’ la ganadería, se aprovechan aquellos genes que tienen los semovientes criollos como son la adaptabilidad, resistencia, rusticidad y longevidad, que son heredados y hacen parte de la estructura de los animales nativos, y que incorporados a las razas de alta producción y genética como la Holstein que tiene el problema de consanguinidad, se mejoran. (Lea: Cruce gyr-holstein aumenta producción en más de 4 litros)
“Al hacer esa combinación, en la cría se va a reducir la posibilidad de que se presente mastitis, ya que el BON tiene un esfínter en el pezón más fuerte que el del animal Holstein y que el mismo Girolando. La enfermedad en las otras especies se presenta porque los cuartos no quedan bien sellados, lo que hace necesario aplicar antibióticos y eso genera castigos sobre la leche”, desarrolló Valderrama.
El experto aseveró que la principal razón por la cual los ganaderos deben apelar a los cruces de esa naturaleza es que el trópico riñe con aquellos ejemplares grandes o bonitos, pues son más sensibles, no exponen toda su capacidad productiva e incluso tienen más inconvenientes de salud.
“Al utilizar la raza BON se reduce el tamaño y se mejora la fertilidad, por lo que se obtiene una cría más funcional, especialmente en las condiciones de pastoreo”, remató el experto. (Lea: F1 entre Normando y Cebú responde a las necesidades ganaderas)
Otra de las bondades que genera la combinación de dichas razas está en la cantidad de leche que se obtiene, la cual podría llegar a ser de hasta 25 litros diarios, con buena grasa y sólidos totales. Ese tipo de factores son determinantes a la hora de apostarle a los cruzamientos poco usuales.