Este artículo fue publicado originalmente el 28 de marzo de 2016 y ha sido actualizado.
La alimentación que se le brinda a los animales es quizá uno de los aspectos más importantes, pues a mayor calidad comida, mejor será el desempeño productivo y reproductivo de una vaca.
Nacimiento
Gustavo Barragán Mosquera, médico veterinario-zootecnista y experto en reproducción, aseguró que cuando la ternera nace fruto de una concepción natural, por inseminación artificial o por transferencia de embriones, su promedio de peso varía de acuerdo a la raza. (Lea: en CONtexto ganadero La ecuación de la ganadería: nutrición, manejo, sanidad y genética)
Explicó que cuando las terneras son de razas cebuínas o criollas normalmente son pequeñas al nacer, es decir, alcanzan un peso de entre 27 y 32 kilos. Por su parte, si son razas europeas, en el caso de leche, Pardo, Holstein, o en el caso de carne, Simmental, Limousin o Charolais, son animales que recién nacidos pueden tener llegar a pesar entre 37 y 40 kilos.
El médico veterinario-zootecnista indicó que el proceso de crianza puede iniciar amamantando el animal al lado de su madre, con biberones, baldes teteros con leche de vaca o de un lacto reemplazador. Cuando se habla de terneras de carne, generalmente estas se amamantan de la madre.
Destete
El experto mencionó que cuando llega la época del destete, aquellos animales que se encuentran con su progenitora se alejan de ella, en promedio a los 8 o 9 meses con un peso entre 180 o 200 kilos, y esto depende por supuesto de la alimentación, la sanidad y el manejo que se le de al ejemplar.
Las terneras de lecherías especializadas se destetan a los 2 o máximo 5 días de nacidas. En ese momento comienza el posdestete para que las crías sostengan su vigor y se conviertan en futuras reproductoras.
Ernesto González Cely, médico veterinario, explicó que la separación de las terneras de la madre antes de los 5 días de su nacimiento evita el estrés en la vaca; además, con el consumo de calostro durante los 2 primeros días, las crías crean un alto grado de inmunidad, por lo que el alejamiento no impacta de forma negativa a las recién nacidas.(Lea en CONtexto ganadero: Posdestete, clave para mantener el vigor de las terneras)
Levante
Una vez que se desteta el animal, este comienza la fase de levante, que en la mayoría de los casos es un poco complicada debido a que la cría dejó de tomar leche de lamadre y el crecimiento depende de los forrajes o suplementos que se le suministren.
“La etapa de levante va hasta cuando el animal ya tiene el peso adecuado para entrar a reproducción, es decir cuando esta lista para ser servida por un toro o para ser inseminada. Normalmente eso ocurre cuando la novilla tiene cerca de unos 350 kilos de peso y tiene 2 años de edad”, expuso el experto.
Reproducción
Las novillas presentan celo cada 21 días, con lapsos de 4 a 24 horas. Pueden tener una o 2 crías en un parto, aunque este última cifra solo se presenta eventualmente.
Aldemar Chávez Rodríguez, médico veterinario-zootecnista y especialista en reproducción asistida en animales domésticos e investigador de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, explicó que tras la detección del celo de la vaca, que se da cada 21 días, se debe pensar en servir a la hembra en el momento más adecuado de su periodo en calor.
Por eso, recomendó al productor someter a la vaca a la monta, entre la cuarta y décimo sexta hora desde que comienza el calor, al haberse comprobado que es el mejor periodo para que la res quede preñada. (Lea: Minerales, elemento esencial para la reproducción en bovinos)
Producción
Las hembras de lechería especializada, con manejo eficiente de pastos y suplementos, tendrán la oportunidad de producir más de 50 litros al día en 2 o 3 ordeños. Las reses doble propósito podrá dar más de 15 litros si están bajo un sistema tecnificado del predio.
Para generar un litro de lácteo una res requiere del consumo de 2 litros de agua. Puede pesar en su edad adulta ente 300 y 1.000 kilos, de acuerdo a la raza. Las Jersey por ser de tamaño pequeño alcanzan pesos máximos de 400 kilogramos, por ejemplo.
Primer parto
Barragán comentó que con un buen manejo del hato, los animales pueden tener la eficiencia productiva y reproductiva que todo ganadero desea. Apuntó que cuando la novilla queda preñada el proceso de gestación va a tomar 9 meses o 280 días y luego de ese tiempo el animal tendrá su primer parto. Todo depende de la dieta nutricional que haya recibido en el preparto, la raza y el entorno en el que se halla.
La hembra bovina se puede preñar antes de los 20 meses de vida, pese a que expertos en salud animal recomiendan, más allá de tener en cuenta la edad del animal, valorar el peso de la novilla.
Asimismo agregó que cuando una vaca da a luz, esta debe tener un tiempo de descanso del ciclo reproductivo de más o menos 2 meses, un lapso normal para que el animal vuelva a quedar preñada y entre al círculo de producir un cría cada año, que es una condición difícil de lograr en un medio donde las condiciones sean complicadas. (Lea: La fórmula para que los intervalos entre partos de sus vacas bajen)
Otros partos
Felipe Aristizábal, médico veterinario-zootecnista y especialista en producción lechera, en diálogo con CONtexto ganadero, coincidió con Barrangán y manifestó que lo ideal sería que una vaca tuviera un ternero cada año, es decir que el intervalo entre partos debería ser de alrededor de 365 días, eso desde el punto de vista profesional, pero si se ve de una posición práctica es complejo de conseguirlo.
“Lo que cualquier ganadero quisiera en un hato es conseguir preñar la mayor cantidad de animales posible antes de día 120 de lactancia, es decir alcanzar un 80 % de efectividad reproductiva sobre el total de los animales. Cuando un productor consigue eso, logra tener una natalidad por encima del 90 % y con unos intervalos entre partos de entre 400 a 420 días. Un pocas palabras se conseguiría una cría cada 13 o 13.5 meses”, contextualizó Aristizábal.
Añadió que si la edad del primer parte antes de los 20 meses, y si se consiguen partos cada 13 o 14 meses, en 10 años se tendrían entre 6 y 7 crías.
Descarte
El periodo promedio de descarte de las vacas en producción en el país, en lechería especializada, es mayor a los 4 partos, que significa una edad cercana a los 10 años**, teniendo en cuenta que el intervalo entre partos, en el caso del nivel de baja tecnología, es entre 500 y 700 días.
Cuando se trata de un nivel tecnológico alto, la edad al descarte disminuye, lo cual esta asociado a las mayores exigencias de producción y a la presión de selección del hato. (Lea: Así se manejan las vacas adultas, pero productivas)
El ciclo de producción y reproducción de una hembra bovina puede llegar a ser más eficiente cuando se tienen en cuenta diferentes factores como la raza, la alimentación, el medio y el manejo que se le da al animal.