Recientemente la empresa obtuvo el sello Rainforest Alliance, es decir que la carne obtenida en la hacienda San Antonio –propiedad de la compañía– es totalmente amigable con el medio ambiente. Así fue el proceso para lograr tal reconocimiento.   Inicios   La finca, conocida como Hacienda San Antonio, que es propiedad de Agrolonja, está ubicada en el municipio de San Marcos, Sucre. Establecer una explotación en la zona requirió muchos esfuerzos ante la ausencia de un suelo rico en nutrientes.   Los terrenos en los que están establecidas las 900 hectáreas del predio, fueron calificadas por Juan Camilo Londoño, director de Mercadeo e Importaciones de Agrolonja como ‘relativamente pobres’, por esa razón hicieron enmiendas durante 14 años a través de abonos orgánicos y la reutilización de la pollinaza producida en la región. (Lea: Pasión por la carne ecológica, la tentación sostenible)   El uso adecuado de los residuos de la industria avícola permitieron darle un giro de 180 grados al foco productivo de la finca, ya que a partir de ahí fue posible establecer unos pastos ideales para alimentar correctamente a los bovinos.   Con ese trabajo adelantado, la empresa trabajó durante 8 años en el establecimiento de una vacada Brahman blanco, por cuenta de sus condiciones naturales de adaptación del trópico. Esos animales fueron cruzados con Simmental y Angus que son 2 razas europeas reconocidas por su precocidad para la ceba e incorporar marmoleo en la carne.   Sello Rainforest Alliance   Hace unos días atrás la empresa obtuvo dicha distinción, pero el proceso contó con el apoyo y acompañamiento del Grupo Éxito, empresa que desde el año 2000 viene trabajando mancomunadamente con los ganaderos colombianos. (Lea: Sistemas silvopastoriles, aliados para mejorar la calidad de la carne)   Carlos Toro, director del Negocio de Cárnicos de Grupo Éxito, indicó que pocas explotaciones pecuarias tienen la organización de Agrolonja, pues allí adelantan todo el ciclo productivo (cría, levante y ceba) y posteriormente ponen el animal en la planta de beneficio, por lo que eso permitió trabajar en pro de obtener el sello internacional.   “Hace 3 años, cuando empezamos a buscar un productor que cumpliera con todas las condiciones sostenibles, vimos que Agrolonja ya tenía muchos avances en la materia, por lo que les contamos lo que queríamos hacer, nos apoyaron en la iniciativa que se fue cristalizando. Hubo muchas visitas de campo, para entender qué había y en qué condiciones estaba la finca. Los directivos fueron en varias oportunidades a la explotación, ya que ellos sabían el objetivo que nos habíamos trazado: tener una carne sostenible que proviniera de un predio con esas mismas condiciones y trabajara bajo unos estándares que protegieran el medio ambiente”, explicó Toro.   En tanto, Londoño indicó que una de las bondades de la carne producida en la Hacienda San Antonio es que sus animales son suplementados con maíz, lo que le brinda al producto final un sabor diferencial y una mejor calidad. (Lea: Razones Eco-sostenibles para comprar carne ecológica)   Además vienen trabajado en 2 enfoques: Innovación tecnología y la ganadería y agricultura de precisión. Eso ha demandado la implementación de dispositivos y equipos que vayan de la mano de la precisión, permitiendo que también haya eficiencia así como sostenibilidad.   Una de las razones por las cuales la producción de Agrolonja tiene el concepto de industrialización en producción agropecuaria se debe a la implementación de sistemas de fertirrigación. A diferencia de la mayoría de productores del país, la compañía no tiene una dependencia directa de los factores climáticos (lluvia), porque se implementó esa tecnología en 500 de las 900 hectáreas que posee de la explotación.   Eso permite que haya una homogeneidad, trazabilidad y estabilidad productiva durante todas las épocas del año. Una de las ventajas de la tecnología que tiene el predio, en comparación con los que hay en el mercado, es que pueden ser controlados electrónicamente, permitiendo que se aplique la cantidad exacta de agua que requiere el cultivo. Eso significa que hay una entrega precisa del líquido y un ahorro del mismo, en favor de lo que pide el sello internacional que es el cuidado y protección de los recursos naturales. (Lea: Ganadería sustentable de pastizal para aumentar producción de carne)   “El modelo nuestro, comparado con muchas industrias, es directamente proporcional el tema de la sostenibilidad y del bienestar animal. Nos preocupamos porque los bovinos sean tratados bajo prácticas racionales sin gritos, maltratos ni sometimiento a condiciones estresantes. Creemos que la sostenibilidad y el bienestar van de la mano en favor de la rentabilidad del negocio”, precisó el director de Mercadeo e Importaciones.   Para obtener el sello fue necesario superar más de 150 criterios en aspectos como la no deforestación, la conservación de los recursos naturales, la promoción del bienestar animal, el cuidado, la capacitación y protección de los colaboradores y empleados que trabajan en todo el modelo productivo. Es decir, tuvieron que cumplir muchos aspectos que no eran de forma sino de fondo, por lo que gracias al equipo de Sostenibilidad del Grupo Éxito pudieron aterrizar e implementar esos cambios que permitieron obtener la certificación.   Gana - gana entre Agrolonja y Grupo Éxito   De acuerdo con Toro, todo ha sido un proceso planificado por el productor y comercializador para inicialmente abastecer 2 supermercados en Bogotá. Eso se debe a que la disponibilidad animales es de apenas 60 mensuales, todos provenientes del mismo predio, con su respectiva trazabilidad. (Blog: Carne verde, carne forrajera)   Esas grandes superficies hacen parte de un nuevo modelo de negocio que tiene grupo Éxito que son los Fresh Market de Carulla, un concepto de supermercado ligado a productos sostenibles y saludables.   No obstante, “tenemos un acuerdo de crecimiento basado en la producción, por lo que se espera que en un año se entreguen entre 200 y 250 animales al mes para lograr expandir la carne al resto de regiones”.   Todo el proceso de faenado se lleva a cabo en Frigosinú, una planta que también fue auditada y verificada para que haya una custodia adecuada de las canales. Además, al ser un frigorífico cercano al predio, garantiza un mejor manejo de los animales, un menor nivel de estrés, mayor calidad de transporte, y se reduce el tiempo que los bovinos deben permanecer en un camión. (Lea: La producción verde gana terreno en todo el mundo)   En tanto, Juan Camilo Londoño indicó que además de esa meta, se trabaja en mejorar el ciclo productivo, es decir, obtener en menos de 24 meses bovinos que estén sobre los 530 o 560 kilos. Una vez se logre bajar ese tiempo, eso va a repercutir positivamente en las terneras, para que la carne sea mucho más suave y agrade al consumidor final.   El proyecto continúa su evolución y crecimiento, mientras que los bogotanos pueden consumir una carne totalmente amigable con el medio ambiente.