Los pobladores del Bajo Cauca antioqueño, entre los que se encuentran pequeños propietarios de ganado y campesinos, están preocupados ante el riesgo que representa el proyecto, que podría causar el desbordamiento de la segunda arteria fluvial de Colombia. En los últimos días han estado llenos de incertidumbre y temor para los habitantes de las poblaciones aledañas al río Cauca, cuya fuerza ya se sintió el pasado sábado 12 de mayo con el destaponamiento de uno de los túneles de la represa, con un caudal 2 o 3 veces superior al que se ve en invierno. El río ya arrasó con algunas estructuras, como el puente Simón Bolívar, y ya dejó 600 personas damnificadas de la localidad de Puerto Valdivia, en el norte del departamento. (Lea: Hidroituango: un proyecto que genera zozobra en Antioquia) Daniel Cadavid Londoño, director de la Asociación de Ganaderos y Agricultores del Bajo Cauca y Alto San Jorge, Asogauca, reveló algunos cálculos de las zonas que pueden estar en riesgo, que realizaron junto con la oficina regional de la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL. “Nosotros calculamos que son 58 mil hectáreas de influencia, de las cuales el 30% tiene afectación directa con el río, unas 18 mil. Desde hace 15 días, la emergencia que se presentó con Hidroituango nos tiene en estado de alerta, con mucho temor por lo que pueda pasar”, afirmó. El dirigente señaló que lo ocurrido el pasado fin de semana fue una grave señal de lo que podría presentarse más adelante, si las autoridades no actúan rápidamente para evitar una peor tragedia. (Lea: Llenado de HidroItuango debe hacerse bajo condiciones meteorológicas especiales) Como representante de los ganaderos en la región, Cadavid Londoño ha participado en múltiples reuniones con Empresas Públicas de Medellín, EPM, y el Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres, Dapard, acompañando a la administración local de Caucasia. Desde que el proyecto empezó, los pobladores han manifestado sus inquietudes con respecto a la megaobra. Una de esas tiene que ver con la falta de atención a los habitantes que están “aguas abajo” de la presa, a pesar de que los constructores les aseguraron que no tendría ningún efecto sobre el cauce del río ni sobre los campesinos que dependen de él. “Lo que pasó el sábado demuestra que estamos en una zona de afectación directa y que EPM debe considerar cómo se resuelve el problema para las personas que están aguas abajo”, señaló Cadavid. (Lea: Efectos ambientales preocupan en Planadas por hidroeléctrica) El dirigente de Asogauca sostuvo que no hay ninguna oposición al proyecto, pues son conscientes de su importancia. En cambio, el objetivo es que la obra concluya sin más perjuicios para la comunidad antes de que ocurra una tragedia. “Hay un peligro inminente que esperamos se pueda controlar, pero el volumen de agua por la época en que estamos, nos hace pensar que el proyecto corre un riesgo muy grande. (…) Si el túnel no se tapa por sí solo, tendríamos una catástrofe peor. Tenemos mucho miedo porque EPM ha manifestado que no pueden controlar esa situación”, apuntó.