Ganaderos de los municipios de Guachucal y de Cumbal en Nariño, zonas de destacada producción de leche del departamento, deben implementar especies nativas de la zona para aumentar la diversidad de las producciones y generar flora y fauna, de tal manera que ofrezcan beneficios adicionales a los animales y al ambiente. Un estudio realizado a 20 fincas ganaderas del municipio de Guachucal y otras 20 de Cumbal, determinó que los productores desconocen las características y las bondades de las especies forrajeras -cercas vivas- como suplemento alimenticio del ganado y conservación de la biodiversidad, incluso han cambiado especies nativas por otras con lo que han perdido nutrición natural. Así lo determinó Jorge F. Navia, Diego A. Muñoz y Jesús G. Solarte, los dos primeros Ph.D. y el tercero M. Sc., todos vinculados a la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Nariño. (Lea: Caracterización del componente arbóreo de cercas vivas en sistemas agroforestales en el departamento de Nariño) Según los investigadores, “los predios más pequeños tienen claro los beneficios ambientales de las cercas vivas, mientras otros de mayor tamaño, las usan solo para leña, madera y postes”. La investigación permitió constatar que este recurso de las cercas vivas genera una alta humedad a los pastos, de hecho identificó que en las 40 fincas esta fue del 60 %, muy superior incluso a la generación de la materia orgánica que proporcionan a los suelos –14,9 %–. Navia, Muñoz y Solarte, crearon 3 grupos con las 40 fincas ganaderas y los clasificaron por el tamaño de las mismas así: el primero entre 0,5 y 3 hectáreas, el segundo de 3 a 6 has y el tercero de 6 has en adelante. “Ambos municipios son netamente ganaderos y productores de leche. Guachucal registra 29 mil 400 cabezas de ganado de las cuales el 90 % se dedica a la explotación para la producción de leche”, resalta el informe. Y a su vez Cumbal, tiene un inventario de 8.500 bovinos de los cuales 6.700 son hembras. “Se determinó que la densidad promedio por kilómetro de cercas vivas fue de 415 individuos en Guachucal, y 416 individuos en Cumbal. Se reportaron un total de 19 especies y 8 familias en el primero y 28 especies y 12 familias en el segundo”, resaltan Según la investigación, los productores de los dos municipios prefieren especies como Eucalipto (Eucalyptus globulus) y el Ciprés (Cupressus lucitanica) en cercas vivas, porque ayudan a delimitar potreros, son de rápido crecimiento y proporcionan productos como madera, postes y leña. (Lea: ¿Por qué los ganaderos deberían plantar árboles?) No obstante afirma que los productores desconocen las características de especies forrajeras como suplemento alimenticio del ganado. Implementar especies de la zona De acuerdo al informe, mientras el municipio de Guachucal posee grandes extensiones de pastos dedicadas exclusivamente a la ganadería, Cumbal cuenta con fincas más pequeñas que concentra en la agricultura y ganadería a menor escala”, destaca la investigación. Navia, Muñoz y Solarte, evidenciaron que en los dos municipios las fincas de menor área poseen mayor porcentaje de cobertura arbórea presente en cercas vivas, debido a la poca intervención por parte de los agricultores al componente arbóreo. “Debido a que los agricultores a través del tiempo han reemplazado las cercas vivas naturales –que se caracterizan por poseer gran diversidad de especies nativas– por especies arbóreas introducidas, han ocasionado una pérdida de biodiversidad en la zona, es decir, de flora y fauna”, expresa la investigación. (Lea: Experto argentino revela 12 ventajas de sembrar árboles) Es necesaria la implementación de especies promisorias de la zona que contribuyan a diversificar los paisajes ganaderos, y a la vez, generen espacios sostenibles que contribuyan a conservar la biodiversidad y ofrezcan beneficios adicionales para las familias campesinas. Señalan que los sistemas silvopastoriles combinan el manejo de árboles y pasturas de varios tipos con la producción ganadera, y al integrar árboles dentro de potreros, estos sistemas pueden cumplir diferentes funciones y proveer múltiples servicios. (Lea: Árboles dispersos en potrero y sucesión vegetal) “El árbol con la caída de hojas, ramas, flores y frutos aporta materia orgánica al suelo, y asimismo, forma un microclima que ayuda a mejorar las condiciones del pasto”, sostienen. Los investigadores mencionan que el departamento de Nariño tiene un hato de 338 mil cabezas y produce algo más de 600 mil litros de leche diarios. “Por tanto, el establecimiento de sistemas silvopastoriles, en los cuales se incorpora el árbol como elemento productivo, hace aportes a la alimentación animal y genera relaciones positivas entre el suelo, las pasturas y los animales”, concluyen Navia, Muñoz y Solarte.