El mandatario de los cesarenses aseguró que en lo que va corrido del año no se presentó la habitual temporada de lluvias que permiten soportar la sequía normal de los meses de julio y agosto. Reconoció que la gran mayoría de predios bovinos están devastados por la ausencia de precipitaciones.   La actual temporada seca que se viene presentando en el país, y que parece no terminar, con el pasar de los días produce graves daños entre los productores bovinos ubicados especialmente en la región Caribe. Según datos reportados por el Fondo Nacional del Ganado, FNG, en el departamento del Cesar 2.782 semovientes han muerto y 64 mil 394 más fueron movilizados por cuenta de la prolongada sequía. (Lea: Casi 2 millones de hectáreas se han perdido en Colombia por el verano)   Lo que más alarma es que durante los 7 meses que han transcurrido de 2015 no hubo precipitaciones fuertes en la zona, y esta temporada históricamente es de verano, por lo que el panorama puede ser peor si no se toman medidas de choque con urgencia.   Luis Alberto Monsalvo, gobernador del Cesar, dejó ver su preocupación ante las actuales condiciones climáticas que vive el departamento, razón por la que en días pasados se reunión con los mandatarios locales con el fin de tomar medidas que ayuden a evitar daños mayores, especialmente en el sector agropecuario. (Lea: Fedegán envía propuestas al MinAgricultura para mitigar afectaciones por verano)   “Estamos atravesando el peor verano en la historia de nuestro departamento. Hemos evidenciado que hay muchas falencias en materia de infraestructura de riego y pozos profundos, por lo que venimos gestionando la adquisición de una segunda máquina perforadora que permita aliviar la situación, especialmente la de los agricultores y ganaderos, quienes tienen los predios prácticamente devastados”, señaló Monsalvo.   En tanto, Wilson Solano García, secretario de Agricultura del Cesar, sostuvo que de acuerdo a los indicadores establecidos por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, los municipios de El Copey, Bosconia, Pueblo Bello, Valledupar, San Diego, La Paz, Manaure, Becerril, La Jagua de Ibírico, Chiriguaná, Curumaní, Pailitas, Chimichagua y Astrea, son los que presentan problemas por desabastecimiento de agua tanto para consumo humano como para agricultura y ganadería, así como amenaza de incendios forestales. (Lea: 7 dietas para suplementar ganado durante el verano según la región)   “Estamos necesitando más o menos unas 14 mil toneladas de ensilaje para darles a los bovinos de todo el departamento. Con eso garantizamos durante algunos meses el sostenimiento de los semovientes sin ponerlos en peligro de que mueran por inanición”, añadió el funcionario.   No es la primera vez que el departamento atraviesa una situación simular. El año anterior el verano no fue tan agresivo como el actual y tramitaron una ayuda ante el Ministerio de Agricultura para que la entidad les entregara 12 mil toneladas de ensilaje, la cartera destinó poco más de 3.000, con las cuales pudieron darles una mano a los pequeños productores.   En este momento, en la región están a la espera de ayudas, de alimento, de agua y que los productores puedan aliviar una situación que, como la actual, los tiene sumidos en una de las perores crisis de su historia. (Lea: Cuando las reses caen como fichas de dominó por cuenta del verano)