Mezclar excremento y mastranto para luego proceder a quemarlo fue una práctica común entre los antiguos ganaderos que habitaban el municipio de Trinidad, que buscaban librar a sus animales de zancudos y tábanos sin necesidad de recurrir a químicos.
Con el paso del tiempo y la llegada de la tecnología la forma en la que se llevan a cabo muchas de las labores que tienen lugar en los predios rurales ha ido cambiando. Un ejemplo claro de ello es la forma en la que muchos abuelos casanareños alejaban de sus fincas a los insectos, usando para ello una técnica conocida como 'echar humo', que con el paso del tiempo se vio remplazada por los químicos, tóxicos y plaguicidas. (Lea: Insecticida de ajo y ají, solución contra plagas que atacan cultivos)
'Echar humo' consistía en reunir el estiércol del ganado y combinarlo con hojas de mastranto, para posteriormente proceder a quemarlo, como si fuera un sahumerio, y utilizar el humo resultante para repeler los zancudos y tábanos propios de la región, que podrían llegar a ser peligrosos para los animales.
Aunque la tradición poco a poco fue quedando atrás, y en su lugar las nuevas generaciones han optado por el uso de otro tipo de productos para alejar las plagas y ectoparásitos, en la finca La Comarca, ubicada en Trinidad, Donaldo Ureña, un ganadero de la región, le sigue apostando a la técnica que aprendió de su familia para espantar los insectos de su propiedad de forma natural: echándoles humo. (Lea: 18 recetas amigables con la ganadería y el medio ambiente)
“Este es un ejemplo que proviene de nuestros antepasados quienes no conocían los químicos que se usan hoy en día en las ganaderías y que además encarecen nuestra actividad económica”, destacó Urueña. (Lea: Alternativas medicinales para mejorar la producción de su ganado)
Sobre el tema, Leonardo Calderón, profesional del programa Asistegán de la Federación Colombiana de Ganaderos-Fedegán, en esta zona del Casanare, aseguró que es poco común ver hatos pecuarios en los que se acuda a este tipo de prácticas, las cuales en su criterio deberían ser retomadas y emuladas por más productores.
“Es extraño ver que en una finca moderna apelen a una técnica como echar humo, sabiendo que existen muchos plaguicidas y químicos en el mercado. La ventaja de hacerlo es que se protege el medio ambiente y se fomenta una ganadería mucho más limpia y amable con la naturaleza; además, es mucho más económico”, señaló Calderón. (Lea: 10 plantas para tener en cuenta)
Esta preparación se hace dentro del hato corral, como si fuera una especie de fogata, luego los animales pasan alrededor del humo generado por la mezcla quedando inmunizados por un buen tiempo.