Con el lema “Somos Risaralda, somos paisaje cultural cafetero, patrimonio de la humanidad”, la Gobernación quiere promover este tipo de turismo como potencial de desarrollo económico y social.   A través de la Dirección de Turismo, el gobierno departamental decidió impulsar la estructuración de un clúster de Turismo de Naturaleza para articular el trabajo de 50 empresas del sector y organizar la actividad en el departamento.   Gladis Noreña Rendón, directora de Turismo de la Gobernación, señaló que este fue un trabajo que se hizo para articular a los prestadores de servicios turísticos y fijar estrategias para crear una asociación con una dirección, marca, imagen y página web.   “Los empresarios ya cuentan con un comité directivo para garantizar que sigan funcionando más allá de la finalización del proyecto. Queremos mostrar los beneficios de la asociatividad como una herramienta de fortalecimiento para ellos.”, indicó. (Lea: Valoración organizacional, paso clave hacia la asociatividad)   Esto beneficiará tanto a los prestadores de servicios como a los turistas, que encontrarán una oferta de turismo de naturaleza consolidada y de mejor calidad. Habrán servicios como avistamiento de aves, senderismo ecológico, recorrido por parques botánicos de montaña y paisajes exóticos y la observación de procesos productivos como la elaboración del chocolate.   El avistamiento de aves o aviturismo se destaca por ser una de las actividades más fuertes de la región. Michelle Tatiana Tapasco, promotora del aviturismo en el clúster, señaló que muchos extranjeros están interesados en visitar el Parque Natural Tatamá, donde se pueden avistar más de 450 especies de pájaros.   “Estamos trabajando hace 4 años. La mayoría de visitantes que practican este tipo de turismo vienen de países como Canadá, Estados Unidos e Inglaterra”, dijo Tapasco, quien agregó que la actividad está creciendo gracias al interés de más turistas que ven a Colombia como un país más seguro.   De igual manera, el clúster pretende inculcar el turismo responsable. El objetivo es educar al turista para que no encienda fogatas en cualquier lugar, recoja las basuras, no arroje desperdicios al río ni extraiga las aves ni la flora de su entorno.   “La situación privilegiada del departamento en medio de cordilleras nos da unas ventajas y unos escenarios maravillosos que pueden ser aprovechados”, aseguró Noreña. (Lea: Norte de Antioquia tiene amplias posibilidades en materia turística)   Para asegurar un trabajo estructurado y sacar el máximo provecho a los parajes, el clúster se dividió en 5 microclústers divididos en varias zonas. Por ejemplo, el cerro Tatamá se dividió en 3 partes: una que es la influencia de Apía y Santuario, otra de Belén de Umbría y Mistrató y una más de Balboa y La Celia.   Una cuarta zona está en el municipio de Quinchía y los cerros que la componen. Finalmente, la cordillera Central y el Parque Nacional de los Nevados forman el clúster de Santa Rosa, Dosquebradas, Marsella, Pereira y La Virginia.   “Se debe motivar a la gente que explore este recurso turístico. Pueden ir al Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, recorrer los senderos y comerse una deliciosa trucha”, aconsejó la directora de Turismo. (Lea: Empresarios turísticos se capacitan en Buenas Prácticas Ambientales)   Justamente, el martes 24 de noviembre se realizó un evento para reconocer al santuario por ser el primer Parque Nacional Natural en promover acciones en pro de su conservación.