En los últimos cuatro días, el departamento de Guaviare ha sido escenario de una difícil situación de orden público, marcada por una serie de atentados y el secuestro masivo de soldados.
Las disidencias de las FARC, específicamente el Frente 44 Antonio Ricaurte y el Frente Primero Armando Ríos, han intensificado sus ataques contra las fuerzas militares, la policía y una planta de energía, situación que puso en jaque la seguridad regional.
La ola de violencia inició el 8 de agosto con un ataque a la base militar en la vereda La Leona, en San José del Guaviare. Este hostigamiento, atribuido al Frente 44 de las disidencias, dejó un soldado herido.
La situación se agravó al día siguiente, cuando guardias campesinas secuestraron a 98 soldados que realizaban patrullajes y tareas de control en las veredas Chuapal y Bocas de Caño Cafra, también en San José del Guaviare. Aunque 40 de estos uniformados fueron liberados, los otros 58 continúan retenidos.
El alcalde de San José del Guaviare, Willi Rodríguez, expresó su preocupación en una entrevista con Noticias Caracol.
“Al día de hoy, todavía las unidades del Ejército siguen en el sector y no ha habido retirada”, afirmó Rodríguez, quien también indicó haber dialogado con la población campesina y las fuerzas militares en busca de una solución.
“La población exige que las unidades del Ejército se retiren hacia otro punto y que, como alcalde, los acompañara en la petición al Gobierno nacional para que asistiera al territorio y se discutieran las necesidades de esta región”, agregó.
Reacciones
Los concejales de Bogotá, Sandra Forero y Daniel Briceño, también manifestaron su rechazo. Briceño calificó este hecho como una vergüenza para el país.
“60 soldados secuestrados en San José del Guaviare desde la semana pasada y el presidente Gustavo Petro no hace absolutamente nada y el ministro de Defensa Iván Velásquez dedicado a opinar. Es una vergüenza para el país que esto se permita”.
Por su parte, Forero indicó que se ha perdido el control del orden público en los territorios.
“La paz total’ está hecha para darle impunidad y poder a los criminales, mientras arrodilla a la fuerza pública. Así lo reconoce @Ivan_Velasquez_”, indicó y agregó que, “Nos devolvimos 30 años porque hemos perdido lo que con disciplina y compromiso habíamos logrado que era derrotar a los grupos delincuenciales”.
Ante la grave situación, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, advirtió que, si el secuestro de los soldados persiste, se podría reconsiderar el cese al fuego con las disidencias de las FARC, comandadas por alias Calarcá.
Otros hechos
El mismo 9 de agosto a las 6:30 de la tarde, se registró un ataque con cilindros bomba contra la unidad militar de la Brigada 22 de Selva, en Miraflores, dirigida a una planta de energía.
Las autoridades atribuyeron este hecho al Frente Primero Armando Ríos de las disidencias de las FARC. La violencia continuó el 10 de agosto, cuando una granada de fragmentación fue lanzada contra un puesto de control de la policía en la vía a Villavicencio, cerca del barrio Arazá en San José del Guaviare. Según testigos, el ataque fue perpetrado por un hombre y una mujer en motocicleta.
El 11 de agosto, un nuevo ataque sacudió la región cuando un explosivo tipo tatuco fue lanzado contra el batallón Luis Carlos Camacho Leyva en Calamar. Aunque el artefacto no causó daños al impactar en un potrero cercano, generó pánico entre los habitantes.
Las disidencias también han sido señaladas como responsables de amenazas y extorsiones en al menos diez municipios de Meta y Guaviare, donde, mediante panfletos, obligaron a los comerciantes a cerrar sus negocios entre el 22 y el 26 de julio.