En la región aseguran que el fenómeno de El Niño aún no ha desaparecido y que las altas temperaturas afectan la producción de leche. La situación ha llevado a que muchos productores reduzcan significativamente su hato. Mientras en algunas regiones hay preocupación por las precipitaciones, el exceso de agua e incluso los desastres que el invierno ha causado; en otras, la angustia que generan las altas temperaturas todavía es latente. A eso se le suma la caída considerable en la producción de leche, por lo que para muchos la salida más razonable es vender. (Lea: Ganaderos del sur de Tolima, angustiados por falta de lluvias) Así viene ocurriendo en Natagaima, una población del Tolima en donde el termómetro ha marcado temperaturas que sobrepasan los 40 grados centígrados, hecho que viene generando mucha preocupación entre los productores pecuarios quienes han optado por salir de sus semovientes y esperar a que mejoren las condiciones climáticas para adquirir nuevos animales. Gabriel Peña, presidente del Comité de Ganaderos de la población, indicó que a pesar de las altas temperaturas, los productores se vienen preparando para aprovechar los aguaceros que deberían caer durante el mes de octubre y así tener la posibilidad de sembrar pasto, sorgo forrajero o maíz para silo, lo que permitiría mitigar las condiciones climáticas adversas. Agregó que desde octubre del año pasado, el gremio local viene implementando un programa de alimentación bovina, el cual se ha adelantado en algunos lotes cercanos al río Magdalena en donde a través de motobomba o riego es posible que la tierra tenga acceso al agua. De ahí han podido extraer suficiente comida y aminorar el impacto de la ola de calor. (Lea: A pesar de las lluvias, ganaderos de Tolima siguen afectados) “Las lluvias han sido muy esporádicas, pero los principales inconvenientes son el viento, que seca rápidamente la vegetación, el suelo y la humedad. Por esa razón, la tierra se llena de grietas y no se puede aprovechar el líquido vital que recibimos; de no ser por la preparación, la situación sería más compleja”, comentó Peña. Escuche las declaraciones del dirigente local.
Por su parte, Steffany de la Rosa, estudiante de ingeniería agroecológica de la Universidad Minuto de Dios y quien viene adelantando su trabajo de tesis de grado en la zona, aseguró que entre las 12 del día y las 3 de la tarde, las temperaturas en la región oscilan entre los 42 y los grados centígrados, especialmente en donde hay ausencia de especies arbóreas y arbustivas que no generan ninguna clase de sombra. Añadió que esa sensación de calor que hay en la población también está influyendo sobre los semovientes, pues aquellos que están recibiendo mayores cantidades de sol son los que están más propensos a estresarse y por ende a reducir sus producciones de leche. (Lea: Sector ganadero del Tolima está en alerta por recientes incendios) “Cuando la temperatura durante el medio día alcanza los 42° centígrados el volumen del lácteo cae porque hay una presencia de estrés calórico en el ganado. Al día siguiente de haber estado bajo esas condiciones, la vaca entrega máximo uno o 2 litros de leche. La recomendación es que los animales estén debajo de árboles o puedan acceder a sombras que los protejan del sol”, agregó de la Rosa. Los ganaderos de Natagaima confían en que las condiciones climáticas mejoren durante el mes de octubre, toda vez que así podrán abastecerse de comida suficiente para los meses venideros y de paso aumentar su producción.