Regiones como El Banco, en Magdalena, conservan playones que son fuente directa de hidratación del ganado bovino en época de sequía. Esos espacios han comenzado a desaparecer y hoy los productores no disponen de suplementos, agua ni pastos verdes para nutrir a los rumiantes.   Así lo aseguró Ausberto Beleño Benavides, profesional en esta zona del país de Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, que no ha visto caer agua suficiente para recuperar pasturas, situación que años atrás no se presentaba.   Por esa misma cultura de los ganaderos de contar con los playones, no se han acostumbrado a hacer silo o mejoramiento de praderas, ni a tecnificar las fincas para mejorar la producción de carne y leche y así ser más competitivos.   “Estamos en el esfuerzo de enseñar a los ganaderos a hacer silo. Acá ellos no tecnifican fincas y se han confiado en los playones. Acá se sufría en invierno porque había mucha agua; ahora se padece en verano”, ratificó el profesional. (Lea: 5 estrategias para producir leche de calidad en el trópico bajo)   El Banco, en Magdalena, tiene la capacidad de producir silo de maíz y sorgo, pero los ganaderos prefieren comprarlo. Algunos, dijo Beleño Benavides, no disponen de maquinaria por su elevado costo, la cual se requiere para la elaboración del suplemento.    Otra propuesta presentada por el FNG en la zona es la siembra de pastos con alta carga nutricional. Lo que ha sido bien recibido por ganaderos comprometidos con su negocio, según el profesional, que resaltó la labor del productor Idelfonso Hernández, miembro del Círculo de Excelencia de Guamal, que el pasado primero de agosto recibió la visita de sus pares para demostrar que se puede afrontar el verano con rotación de potreros y división de praderas.   Hernández le contó a CONtexto ganadero que no usa maquinaria pesada en su finca. De forma manual labra la tierra y ha logrado conservar 10 hectáreas de forraje Tanzania, 8 de guinea mombasa, 4 de angletón, 8 de climacuna y 1 de toledo.   “Sembré 4 hectáreas de Mulato pero no funcionó en este verano; no ofreció lo que esperaba. Los otros sí, y con poca agua crecen y se mantienen”, señaló el ganadero que cumple 2 años con su finca tecnificada en el departamento de Magdalena. (Lea: Mombasa, guinea que toma fuerza en fincas de trópico medio y bajo)   Hernández no dispone tampoco de riego, por su alto costo, pero se ingenió la forma de ubicar bebedores en todo el potrero y en la siembra de árboles. “Tengo 3 zonas de confort para el ganado. Hubo hace poco un huracán y varios cayeron. Eso fue duro”, expuso el productor.   El crecimiento en la finca de Idelfonso se ha dado con constancia y gracias al Círculo de Excelencia. 120 litros diarios de leche produce la finca en verano y 180 en invierno.   “El círculo ha influido por las orientaciones que se dan. He aprendido qué pastos sembrar, cuáles tienen más beneficios”, finalizó el productor que no depende de los playones para que su ganado tenga una fuente de hidratación. En su finca hay agua y pastos de calidad, todo el año.