La SE significa ofrecer comida al bovino basado en dos aspectos fundamentales: en la edad del animal y en el estado productivo del bovino. Un ganadero de Puerto Berrío, explica como le permitió diseñar su productividad, reducir los días abiertos y estabilizar el flujo de caja. El ganadero debe tener visión e identificar qué quiere de su unidad productiva hacia el mediano y largo plazo. De hecho lo he comprobado en mi propio esquema productivo. Desde que tuvo lugar el fenómeno de La Niña y sus terribles consecuencias por la intensidad de las lluvias sobre las pasturas y la productividad, me tracé la meta de evitar que eso volviera a suceder, y lo hice implementando todo lo necesario hasta lograr la suplementación estratégica. Así lo manifestó un ganadero del municipio de Puerto Berrio del departamento de Antioquia, quien solicitó no revelar su identidad y agregó que, “es una gestión que me ha permitido actualmente con el fenómeno de El Niño, continuar con la misma carga productiva”. (Lea: "Ganadería requiere transferencia de conocimiento para ser más rentable": Lafaurie) Según el ganadero, cada año reacomoda los potreros y los amplía y también planta especies arbóreas. “Calculo que he plantado unos 3.000 árboles en los últimos 5 años con los que a la vez, protejo los nacederos de agua y las quebradas”, explicó. De acuerdo con el productor, no concibe este programa como un sistema silvopastoril, sino como la manera de proporcionar sombra a las praderas y al ganado. Con ella, los suelos conservan una humedad permanente y los animales logran mantener su temperatura regulada, con lo cual, no se estresan y están tranquilos y su productividad es mayor. “Si se organiza el tema de la comida en un hato, igual sucede con el resto de la producción del mismo. Este esquema debe basarse en la información y en la medición permanente. No es solo multiplicar porque si y rotar al libre albedrio. Es necesario hacer aforos para medir cuanta comida produce cada potrero y sumarlos para saber la totalidad de pasto que puedo ofrecerle a los bovinos”, sostuvo. De acuerdo con el ganadero, esta gestión le permitió poner las bondades de la naturaleza al servicio de la ganadería. “No tengo necesidad de utilizar ningún producto químico y contrario a eso, logré realizar una producción totalmente natural”. Los resultados “Con la información actualizada se tiene el estado productivo por animal en tiempo real y la selección es más estricta cada día”, reiteró. (Lea: Conozca los parámetros para medir la reproductividad de sus bovinos) Al descartar los vientres ineficientes mejoró los parámetros productivos y reproductivos. Comprobó que hacer controles de peso mínimo cada 3 meses, le permitió identificar a los animales que están por debajo del promedio de ganancia diaria de peso, GDP, o que no se adaptaron al medio. Para el productor esa es la manera de seleccionar, retirar y remplazar los animales que después deben venderse para recuperar el capital invertido. “Un resultado de gran trascendencia en la productividad es que logré en los 8 años disminuir el periodo de los días abiertos de 170 a 120 días”, resaltó. Al mismo tiempo obtuvo algo difícil y es que optimizó el flujo de caja, del cual se quejan tanto los criadores de ganado bovino. (Lea: En ceba el flujo de caja debe ser trimestral) Algo fundamental del empresario es que logró consolidar un esquema de suplementación estratégica, lo que en otras palabras, significa ofrecer comida al bovino basado en dos aspectos fundamentales: en la edad del animal y en el estado productivo del animal. “Ahora han pasado 8 años desde que decidí no volver a vivir momentos críticos en la actividad y he logrado una infraestructura totalmente armónica con el medio ambiente, que de manera simultánea, me permite contrarrestar eficientemente los efectos de las variaciones climáticas”, puntualizó.