El verano ha provocado la muerte de más de 10 mil animales, el desplazamiento de cerca de 250 mil y la pérdida de cultivos transitorios. En la región esperan respuesta del Ministerio de Agricultura a sus solicitudes de ayuda. Al oír la palabra verano, la mente de muchos rememorará lo que ocurrió en Casanare el año anterior, cuando miles de semovientes, chigüiros, tortugas y otras especies murieron por la ausencia de agua. Otros pensarán en La Guajira, y la movilización de miles de colombianos quienes se solidarizaron con la región y la ausencia del recurso que soportan quienes allí habitan. (Lea: Radiografía de La Guajira: la ganadería podría desaparecer) En este momento, la región que más dificultades vive es Sucre. Sus habitantes confirman que el problema no es reciente, de hecho aseveran que llevan casi 24 meses soportando las inclemencias del clima, situación que ha perjudicado especialmente a quienes se encuentran en los campos de la región y de paso estancó el desarrollo del departamento. Según cifras reveladas por el secretario de Desarrollo Económico de Sucre, Tulio Alfredo Pinilla, hasta el momento más de 10 mil semovientes han muerto a causa de la sequía. Los cultivos transitorios están afectados y la economía pasa momentos álgidos, por lo que la única salvación es la ayuda del Ministerio de Agricultura o la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres. “Nosotros llevamos más de 2 años con el fenómeno de El Niño. En ese tiempo se han perdido más de 22 mil hectáreas de tierras dedicadas a la siembra de yuca, ñame y maíz. La cartera agropecuaria nos pidió información sobre los municipios más afectados, lamentablemente todos están pasando por la misma situación. Todos los productores perdieron sus cosechas por cuenta del intenso verano, por lo que estamos esperando que del Ministerio nos respondan para reactivar el sector”, agregó Pinilla. (Lea: Declarar la calamidad pública, solicitud de la Cumbre Caribe) Además de los cultivos transitorios, un gremio que también se ha visto afectado en la región es el arrocero, así lo reveló Pedro Oyola, productor del departamento, quien aseguró que la sequía ha golpeado tan fuerte que incluso el río San Jorge lleva ya mucho tiempo sin lograr estar en sus niveles de agua de años anteriores. Oyola aseguró que los que se favorecieron de buenas cosechas, fueron aquellos que tenían riego alternativo, es decir no inundaron en la totalidad el área sembrada. “Ellos lograron sacar adelante su producción. Sin embargo, las casas aseguradoras se inventaron que se debía cultivar en el primer semestre para poder asegurar, pero eso fue un invento porque acá siempre se podía sembrar en cualquier época del año. No obstante, frente a esa presión, muchos decidieron hacerlo en la primera parte del año y es donde más pérdidas se ven”, contó el productor. Los ganaderos también viven momentos críticos Pese a que la Secretaría de Desarrollo Económico dice que han fallecido alrededor de 10 mil bovinos, el Fondo Nacional del Ganado, FNG, reveló que en el departamento habían muerto 5.307 semovientes hasta el pasado 15 de octubre y que y 253 mil 345 han salido de la región. (Lea: Ganaderos venden reses a $200 mil obligados por la sequía) Giovanni Pizzirusso Montes, gerente de la Asociación Sucreña de Ganaderos, en diálogo con este diario, aseguró que la producción de forrajes ha caído considerablemente por cuenta de la sequía. Agregó que en el departamento la producción de leche está generando cuantiosas pérdidas, ya que los empresarios están produciendo el lácteo a pérdida. “El litro de leche pasó de costar $625 a $450. A eso se le suma la reducción en la producción que ha caído entre un 25 y un 30 %. El panorama es grave y tiende a ser peor con el pasar de los meses. Esperamos que el Ministerio de Agricultura siga apoyándonos con la bodega de suplementación, porque es la única alternativa para que los pequeños ganaderos puedan adquirir alimento para sus animales”, remató.