El fenómeno de El Niño provocó que en varios predios de la Sabana de Bogotá se perdiera material forrajero del que consumen las vacas lecheras. Ganaderos de la región plantearon una medida con la que se piensa hacer frente a la escasez de alimento bovino. Se trata del proyecto Siembras compartidas, que surgió al inicio de 2016 en el seno del Comité de Ganaderos del Área 5 en Cundinamarca, el cual propende por la conservación de suplemento para el hato en tiempos de sequía. (Lea: Colombia da poco uso a los tractores para tecnificar pastos) Teniendo en cuenta que la producción de ensilaje requiere de maquinaria, tierras fértiles, fertilización, preparación y almacenamiento, se planteó hacer la siembra con recursos de los asociados del comité, lo que permitirá reducir costos y tener a futuro un alimento bovino de alta calidad. Es así como se inició la siembra de avena cayuse en 10 hectáreas localizadas en el municipio de Tausa. Se proyectan sembrar 15. Mauricio Olaya Forero, ganadero, miembro del Comité y líder de la iniciativa, explicó que se eligió este forraje por su adaptabilidad al suelo en la región, su buen contenido orgánico, rápida cosecha y necesidad inferior del recurso hídrico para germinar. “La avena se adapta mejor y se tienen mejores rendimientos. Tiene un ciclo corto de cosecha y se ha probado en la región con buenos resultados. Estamos esperando que germine la cosecha. Ya se sembró la primera área”, expuso el productor de leche. Por cada hectárea sembrada con avena cayuse, los 19 ganaderos que aportaron recursos al proyecto buscan obtener 30 toneladas de ensilaje como mínimo, lo que podría variar a favor o en contra, de acuerdo con las condiciones ambientales y de manejo del suelo. Olaya Forero dijo que la siembra de avena es el comienzo del plan piloto. Por ello, según el éxito que tenga el proyecto se escogerán el maíz y otros materiales vegetales para fabricar ensilaje, lo que irá de la mano con la participación de los miembros del Comité. Escuche las declaraciones de Olaya Forero
Ante la adversidad, surge la unión Daniel Rodríguez, ganadero en Zipaquirá y miembro del Comité del Área 5, señaló que en el sector se ha aprendido “a los golpes” a enfrentar las adversidades. La llegada de la sequía y su prolongación es un ejemplo de eso, puesto que a partir de esta dificultad surgió la necesidad de trabajar en equipo, lo que suele verse poco entre los productores. Explicó que el Comité está constituido por pequeños y medianos productores de leche y la fabricación de ensilaje a alta escala requiere de maquinaria y más elementos que un solo ganadero no podría ejecutar. A partir de esto surgió Siembras compartidas.(Lea: Ganaderos aprenden a ver el suelo como un ser viviente) “Esto nos permitirá hacer la siembra compartida. Aspiramos a ir por buen camino y que se den los resultados. Es un modelo a seguir que pueden replicar otros ganaderos, porque hay poca asociatividad y al hacer silo a escala pequeña se suben costos y a alta se necesita maquinaria. Por eso, necesitamos unirnos para obtener el silo a un menor precio para futuras sequías”, apuntó Rodríguez. La repartición del ensilaje de avena Mauricio Olaya Forero aseguró que la repartición de las toneladas de silo de avena se hará entre los productores que invirtieron en la propuesta. El Comité del Área 5 por ser el coordinador del proyecto recibirá un 5 % para cubrir gastos administrativos. El suplemento restante se comercializará entre los demás productores. (Lea: Si va a preparar ensijale, hágalo bien) “La idea es que el producto sea para el uso y consumo de los animales de los participantes de Siembras compartidas”, ahondó el líder de la iniciativa, quien recalcó que es necesario que los ganaderos se vinculen más al plan de fabricación del suplemento no solo con la inversión de recursos, sino con la participación activa para obtener resultados favorables. Así la va siembra