En la región Caribe, ganaderos y pequeños agricultores han venido advirtiendo sobre las condiciones "bastante agresivas" que están enfrentando debido al fenómeno de El Niño, el cual ha dejado efectos perjudiciales para las cosechas de yuca, ahuyama, maíz y ñame. La falta de agua potable en muchas zonas de cultivo ha generado una situación alarmante que pone en riesgo el sustento de numerosas familias campesinas.
Jorge Rodríguez, director ejecutivo de la Asociación de Ganaderos de la Costa Norte Colombiana (Asoganorte), expresó a Blu Radio su profunda preocupación por la disminución en el nivel de reservas y embalses en varios departamentos del Caribe. Esta situación amenaza el trabajo de los pequeños productores y agricultores, quienes dependen en gran medida de condiciones climáticas favorables para sus cultivos.
"En el tema de la región Caribe, donde se cultiva mucho ñame, yuca, maíz y, especialmente ahuyama, afecta mucho debido a que por la escasez de agua, producto de la falta de lluvias, no hay forma de mantener los cultivos en esta época. Eso conlleva a que nuestros ganaderos y campesinos no tengan como sacar adelante sus cosechas, por lo que se ven obligados a traer productos desde otras partes del país", expresó Rodríguez.
La situación se agrava con la necesidad de racionalizar alimentos para el ganado, ya que durante la temporada de sequía se enfrenta una escasez de pasto y forraje. Además, el aumento en el precio de los concentrados alimenticios complica aún más la situación económica de los ganaderos. Según Rodríguez, hasta antes de diciembre de 2023, una tonelada de silo costaba $240 mil pesos, mientras que en la actualidad no baja de $400 mil pesos, lo que representa un significativo incremento que afecta la rentabilidad de la actividad ganadera.
Ante esta crisis, Rodríguez hace un llamado no solo al Gobierno nacional para articular esfuerzos de manera institucional, sino también al sector de ganaderos, campesinos y pequeños agricultores de la región Caribe para seguir poniendo en marcha planes de reserva de agua que eviten más afectaciones. La cooperación entre el sector público y privado es fundamental para encontrar soluciones a corto y largo plazo que mitiguen los impactos de la sequía en la región.