La muerte de animales es una situación que tiene sufriendo a una región de Córdoba. Los ganaderos del Bajo Sinú piden a gritos que se declaren en calamidad pública por la falta de comida y agua que está matando a su ganado.
La problemática generada por las largas temporadas de verano en los 8 municipios que conforman la región del Bajo Sinú, se ha vuelto una pesadilla latente para los ganaderos cordobeses. Como consecuencia, se han muerto miles de semovientes en lo corrido de este año, lo que los motiva a pedirle a las Alcaldías que considere esta situación como emergencia pública. (Lea: Ganaderos de Sucre lanzan SOS por muerte de ganado)
Oscar García Llorente, representante legal Comité Ganaderos del Bajo Sinú, Ganabas, afirma que “por aquí la situación es caótica, esta es una región de Córdoba que comprende 8 municipios entre ellos Moñitos, San Bernardo, San Antero, Purísima, Momil, Chimá, Lorica y Cotorra”.
Normalmente, la Costa Caribe colombiana enfrenta largas épocas de sequía durante el año. Sin embargo, los pastos comienzan a morir se más temprano, lo que produce que se acabe la comida de calidad para el ganado.
En palabras de García Llorente, “todos los años hay decesos de animales porque el pasto comienza a morirse con un mes de verano. Nuestra pastura es la podoxana y no tiene gran capacidad de aguante para la sequía, por lo que en esos 3 meses siguientes de calor, los animales mantienen comiendo los forrajes secos. Pero la logística en nuestras empresas ganaderas no está para aguantar más de 4 meses. En este fenómeno, llevamos entre 5 a 6 meses de sufrimiento”. (Lea:
Las fuentes de agua como los jagüeyes o represas se están secando desde hace un tiempo y los animales están hambrientos y sedientos. “No tenemos una cifra exacta, pero en el reporte callejero se estima que en los 8 municipios van 6.000 reses muertas”, asevera García. (Grave sequía tiene en jaque a los productores en varias regiones del país)
La falta de agua no solo se ha visto en la zona rural de Córdoba, sino que esta situación también ha llegado al casco urbano porque no hay agua potable en ningún lado.
“Por ejemplo, en la zona de Moñitos y San Bernardo no hay agua ni para los habitantes. Las Alcaldías están colaborando con carro tanques de agua para los humanos, pero nadie ve que también necesitamos para los animales”, indica García.
Viendo que la situación cada vez está más grave, Ganabas anuncia que se comunicaron con las oficinas agropecuarias para solicitar ayuda por parte del departamento y del país.
“El día de ayer, el comité emitió un comunicado en el que se le pide a todas las Alcaldías del Bajo Sinú y a los gobiernos locales y departamentales que declaren la emergencia y calamidad pública para que ellos puedan usar los recursos que tenían destinados para otras cosas, lo utilicen para mitigar el impacto de la sequía y mortandad de animales”, precisa García. (Lea: Ganaderos de Arauca piden decretarse en calamidad pública)
Les piden a las autoridades que lleven carro tanques de agua hasta las veredas y que faciliten albercas para poder suministrar el fluido a sus tierras porque las lluvias que están cayendo no han mojado las grietas del suelo.
Las soluciones que plantean los productores de esta zona son dos: “a largo plazo debemos sembrar pasto de corte como la caña de azúcar forrajera, pasto elefante entre otros materiales, porque tienen la particularidad de aguantar mucho más tiempo de sequía por sus largas raíces”, explica García.
Como corto plazo, los ganaderos recomiendan entre ellos mismos que “se cerquen los jagüeyes para que se impida el paso de los animales a beber agua de ahí, pues se evitan problemas de estancamientos del ganado en estos lugares”, finaliza García.