El aumento en el caudal del río Magdalena por la apertura de las compuertas de la represa dejó varias fincas inundadas. Los municipios más afectados son Purificación y Natagaima. A causa de las continuas precipitaciones que se vienen presentando en la frontera que une a los departamentos de Tolima con Huila, se tomó la decisión de abrir las compuertas del embalse de Betania al encontrarse en su máximo nivel. Esta acción afectó al agro del departamento tolimense, sobre todo a los municipios de Purificación y Natagaima. De acuerdo con John Harolld Perdomo Góngora, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, fueron varios los predios dedicados a la actividad bovina y agrícola que resultaron perjudicados por la decisión tomada, pues como consecuencia de ello el río Magdalena se desbordó. (Lea: Fuertes aguaceros en Tolima perjudican al sector ganadero) “Son diversos los municipios rivereños del río en departamento del Tolima que se vieron afectados. Las fincas ganaderas sufrieron mucho por el desbordamiento del caudal al ver sus corrales inundados y lo mismo le pasó al sector agrícola con sus cultivos”, añadió Perdomo Góngora. Qué generó el desbordamiento El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, emitió una alerta en la que explicó que, al incrementarse las lluvias en la región los niveles de los ríos Coquiyó, Ullucos y Simbola, y las quebradas Topa y Camayó, que llegan al río Páez en su cuenca alta, fueron los causantes del acrecentamiento de la corriente que fue amortiguada por el embalse de Betania. “Debido a esto se optó por abrir las compuertas de la represa y así descargar parte del líquido detenido. Lo que no pensaron fue en los efectos que esto generaría en las fincas cercanas a la rivera del río”, precisó el funcionario del FNG. (Lea: Alerta naranja en Tolima por el crecimiento en el nivel de los ríos) Afectaciones directas del sector agropecuario Julio Domínguez, uno de los ganaderos afectados por el desbordamiento del río, aseveró que los corrales de su propiedad se anegaron y los forrajes que tenía dispuestos para alimentar a sus semovientes quedaron bajo las aguas. “Imagínese el daño que me hicieron: los pastos se me inundaron completamente. El agua está bajando, eso sí, pero ya esas pasturas no me sirven porque se quemaron. Me toca incurrir en gastos que no tenía contemplados, comprando suplementos alimenticios para mis reses”, aseveró Domínguez. (Lea: Por falta de ayuda, ganaderos del Tolima cambian de actividad De acuerdo con el Ideam, la represa de Betania continúa en alerta amarilla. Sin embargo, presenta tendencia al descenso en sus niveles. No obstante, se les hace un llamado a los productores agropecuarios para que tomen prontas medidas y sus predios no se vean afectados por futuros desbordamientos del Magdalena. Por ahora, desde las Alcaldías municipales se comenzará a desarrollar un censo para tener el número exacto de hectáreas inundadas y de esta forma implementar un plan de choque que mitigue los problemas ocasionados.