Gracias a la gestión hecha por el alcalde del municipio de Encino, un municipio ubicado en la provincia de Guanentá, sus productores cuentan con un centro de faenado certificado por el Invima para realizar el beneficio. Con esta, ya son 3 plantas aprobadas por la entidad sanitaria.
Tras una espera de más de 5 años, Encino, uno de los municipios más pequeños de Santander, cuenta con su propia planta de beneficio, la cual posee certificado tanto del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima; como de la Corporación Autónoma Regional de Santander, CAS. (Lea: Planta de sacrificio de Marsella será adecuada por la Alcaldía)
El centro de faenado puede atender un máximo de 20 bovinos al día, siendo una gran solución para los expendedores de carne de la población, quienes ya no deben ir hasta Charalá, sino que ahora contarán con una planta de altísima calidad, en donde las reses serán sacrificadas en un tiempo no mayor a 35 minutos, brindándoles a comercializadores y consumidores la seguridad de que son canales inocuas.
Según expresó José Gabriel Girata, alcalde de la población, la llegada de la planta se hizo en 2 fases, la primera fue la construcción de las instalaciones y en la segunda se adecuó el lugar con las condiciones exigidas por las autoridades. (Lea: Pivijay tendrá planta de sacrificio remodelada)
“La primera parte se hizo en el año 2007, allí se consiguió el lote, el cual está ubicado fuera del casco urbano y las bases. Luego se pasó a la terminación de la planta, en donde fueron invertidos $123 millones. Además adelantamos el proceso de capacitación con el personal que va a estar al frente de la operación del sacrificio, la cual viene funcionando desde el pasado 7 de mayo del presente año”, explicó el mandatario de los encineros.
Por su parte, Emilio Atuesta, director regional de la Corporación Autónoma Regional de Santander, CAS, destacó la construcción del centro de faenado y aseguró que su objetivo inmediato no es dedicarse a la exportación de carne en canal sino cumplir con el compromiso que hizo el alcalde con sus habitantes y es que consuman carne inócua. (Lea: Planta de sacrificio en Santa Rosa de Cabal está casi lista)
“Este es un modelo que merece ser replicado en el resto de poblaciones de Santander y por qué no, de Colombia, ya que a pesar de ser una planta muy pequeña, se esforzó por cumplir todos los requisitos sanitarios y ambientales exigidos. Además es un claro mensaje para que los comerciantes de cárnicos realicen el beneficio en el lugar autorizado, y a los matarifes, quienes por lo último que se preocupan es por la inocuidad del producto”, sostuvo Atuesta.
El funcionario amplió e hizo énfasis en el tema ambiental, uno de los problemas más graves que tienen que enfrentar las diversas plantas de sacrificio no solo municipales sino departamentales. (Lea: 167 municipios de Colombia tienen lugares dedicados al sacrificio clandestino)
“Posee unos reactores anaeróbicos con capacidad de guardar 8.000 litros para recibir esas aguas sanguinolentas, eso biodegrada y el líquido quedan bastante mejorado y pueden ser descargadas en corrientes naturales sin ningún problema, siendo este uno de los principales problemas de las plantas, porque pocas cumplen con el vertimiento de las aguas”, argumentó el Director Regional de la CAS.
La planta de Encino se suma a la de Río Frío y Friogasa, como centros de sacrificio avalados por el Invima y la CAS en el departamento. (Lea: Cesar tendría nueva planta de beneficio animal en Bosconia