El predio obtuvo el reconocimiento por parte del ICA en diciembre de 2014. Su dueño tardó un año en ver los cambios que a su juicio eran más de manejo y atención. Las modificaciones y el título le han permitido ganar $30 más por cada litro de leche que vende.
Obtener el reconocimiento como finca certificada en Buenas Prácticas Ganaderas en leche no es una tarea sencilla. Así lo confesó José Benito Herrera, un empresario metense quien tras un año de mucho trabajo, orden e interés, logró que el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, le entregara el título que valida que en su predio se aplican correctamente las BPG. (Lea: Ganaderos del país se certifican en BPG, gracias a Fedegán-FNG)
Samán de la rivera, como se llama la finca, es hasta el momento la única en el departamento del Meta que tiene ese reconocimiento. Sin embargo, hay otras empresas que también están adelantando el proceso, buscando percibir los beneficios económicos que ese título genera, especialmente en lechería.
El dueño habló con CONtexto Ganadero y explicó cuáles fueron las modificaciones que implementó en la finca para obtener la certificación. Aseguró que más allá de los gastos en los que tuvo que incurrir, fue necesario ser más ordenado, juicioso y tener visión de empresario para ser certificado. (Lea: Informe: Buenas Prácticas Ganaderas, claves para aumentar la rentabilidad)
“Antes uno desconocía muchas prácticas que estaban mal. Por ejemplo no se lavaban las cantinas, no había un plan sanitario, no se le apostaba al reciclaje y mucho menos existía un control de salida e ingreso de animales. Todo eso se cambió e incluso notamos que la producción fue mejorando a medida que éramos más rigurosos con los cambios”, detalló Herrera.