Hay malestar entre los ganaderos de Ariguaní, Magdalena, porque sus animales están muy débiles por la falta de alimento y les preocupa tener que movilizarlos. Sin embargo, vacunar es obligatorio y el no hacerlo acarrea sanciones. Jorge Vega Barrios, productor de la región, afirmó que las vacas están muy delgadas y deprimidas. Aunque sabe que debe vacunar a sus animales, comprende la situación de sus compañeros. “Es una realidad vigente que los ganaderos no desean vacunar por temor de mover sus animales. Considero que lo más oportuno es que el vacunador se traslade a la finca, porque no creo que el ganadero opte por movilizar sus vacas hasta otro sitio”, aseguró Vega. Pero para vacunar, el ganadero tuvo que hacer un sacrificio, y descargar el 40 % de su finca. Según él, la falta de lluvias y de pastos lo obligó a vender parte del hato y a mover el resto otras regiones para poder sostener unos cuantos animales. (Lea: Puntualidad a la hora de vacunar reses, clave para evitar pérdidas) Carlos Enrique Farelo Pinzón, presidente del Comité de Ganaderos de Ariguaní, Coganar, también se refirió al dilema de los productores de la región, y habló de la cobertura del ciclo pasado, que fue menor al 80 %. Del inventario de 220 mil animales, se vacunaron 170 mil. “La baja cobertura de la vacunación se debió a la situación actual. Hemos tenido 2 años seguidos de verano intenso, lo que ha provocado la mortandad de muchos animales. Hay ganaderos que perdieron hasta 80 y 100 reses. Eso motiva a las personas a no vacunar, a no movilizar sus reses”, explicó el presidente del comité. Sin embargo, fue enfático al recordar a los ganaderos que la vacunación es obligatoria. “Otro ciclo sin vacunar es altamente peligroso, porque la fiebre aftosa es una amenaza constante debido al comercio de ganado con países como Venezuela. Nosotros ya erradicamos totalmente la fiebre aftosa del país, pero la zona especial de la frontera todavía es vulnerable”, señaló. Mario César Peñaranda, profesional en Ariguaní del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, también relató la grave situación que viven los trabajadores del sector pecuario y agrícola: “La falta de pastos ha hecho que los ganados estén en muy mal estado, entonces los bovinos se mueren. Hay fincas que se han quedado sin ganado y lo venden como estén”. También aseguró que hay zonas donde comenzó a llover, lo que ha contribuido al rebrote de los pastos. Según él, si los pastos vuelven a crecer, los productores estarían en disposición de vacunar, pero los que no quieren es porque no les ha llovido nada. (Lea: Definen fechas para la fase III del Ciclo de Vacunación) Además, dijo que a pesar del temor, los ganaderos en su gran mayoría siempre han vacunado. Pero ante la evidente crisis que están viviendo, ellos pueden justificar que tuvieron razones para no vacunar en esta fecha. “Se sancionan los ganaderos que no vacunen, pero pueden presentar un justificativo de fuerza mayor. Se han tomado fotos de las fincas y de los ganados para que los exoneren de alguna sanción”, indicó. Farelo, por su parte, reclamó la ayuda de las autoridades para ayudar a los trabajadores a enfrentar el verano. “El Gobierno debe realizar inversiones en el agro, con ayudas para instalar sistemas silvopastoriles, con bancos de proteína, enseñarlos a cultivar. Nosotros tenemos condiciones son muy precarias”, expuso. (Lea: Técnicos se capacitan para vacunar contra fiebre aftosa y brucelosis) Está previsto que el segundo Ciclo de Vacunación de este 2015 inicie en noviembre, actividad para la cual se seguirá el mismo cronograma de trabajo que durante el primero.